25º Aniversario del Dojo Kuubukan.

        El desarrollo de un Dojo como un todo, -cuando digo todo me refiero tanto a la enseñanza como a la administración- siempre va aparejado al crecimiento y a la evolución de sus miembros, si no hay desarrollo en todos los sentidos, el progreso se frena llegando a estancarse. Por esa razón, después de formarme básicamente en la British Aikido Federation, vi la necesidad de establecer unos cimientos para el aprendizaje, de esa inquietud nació mi primer libro, "Elementos que Componen los Grados en Aikido en el Dojo Kuubukan" fue la primera piedra para la construcción del edificio.

        Aún no contento con eso, llegue a reflexionar que no bastaban solo piedras para realizar la construcción, sino que tendría que haber algo que las uniera, y eso me llevo a mi segundo libro "Metodología para la Formación en el Arte del Aikido". De esa manera llaga el día de hoy en el 25º Aniversario, con el edificio bien estructurado y cimentado.

        Indudablemente todo este trabajo no es solo mérito mío, tengo que agradecer a mis estudiantes presentes y pasados su colaboración, ya que sin ellos este trabajo no se hubiera podido hacer; nos volvemos a encontrar aquí de nuevo el binomio sensei + estudiantes, sin el cual, cualquier Dojo no avanza.

        El presente nos sitúa como un Dojo humilde pero bien organizado en los dos campos antes mencionados; administrativamente y en la enseñanza. Con una base estructurada y clara para todos aquellos que quiera afrontar la formación en los grados, con un buen método para llevarla a cabo, y una buena estructura administrativa para desarrollar las empresas que ahora mismo organizamos.

        Todo formador tiene tres frentes abiertos contantemente si quiere progresar, esos frentes a mi manera de entender son: seguir su formación personal, ya sabemos que si somos conscientes, aunque sea solo de un destello de lo que supone nuestro Arte, eso nunca acaba. La enseñanza, es una parte en la que hay que tener mucho cuidado y rigor, ya que influenciamos mucho en la vida de las personas, por eso es tan importante el cultivo de principios y valores, -aunque se comentan errores involuntarios, o por falta de experiencia-. Y por último, la administración del o de los Dojos, que a pesar que los estudiantes en un determinado momento se hagan cargo, siempre se está vinculado como mínimo en un veinte por ciento.

        Este -ahora- para mi también representa la publicación de mi tercera obra sobre el Aikido "La planificación en Aikido a través de los cuadernos técnicos" que en breve verá la luz.

        En este presente la proyección de futuro que tengo planificada, pasa en primer lugar y dentro de la estructura administrativa, por la apertura de Dojos filiales tanto en nuestras Islas Canarias como fuera de ellas. Dentro de estos, el impulso de una Escuela de Instructores fundamentada en nuestra metodología.

        Con respecto a la enseñanza, potenciar más nuestros Shugyos - Retiros (intensivos de Aikido), y los Misogis (intensivos de meditación), ya que desde hace veinte y cinco años, se realizan los tres seminarios anuales y están completamente integrados en nuestra dinámica de cada año. La filosofía que vamos aplicar es la misma que nos ha traído hasta aquí, trabajo, exigencia, rigor y trasparencia.

        Para los que tenemos dedicación exclusiva dentro del Aikido, existe nuestra espada de Damocles; la disyuntiva del desarrollo en la Vía, con los principios de esta, o convertir el Arte un producto comercial y maquillarlo de acuerdo a las modas del momento, para que unos clientes lo consuman. Espero y deseo tener mi discernimiento claro, veinte y cinco años más, como practicante y enseñante, para seguir desarrollándome en el Aikido como Vía, -a pesar de lo duro que puede ser el día a día para sobrevivir-.

        También quisiera hacer un ruego a mis colegas senseis, que escriban sus experiencias, sean las que sean. Que nos las den a conocer para enriquecernos y conocernos más todos. Dentro de la tradición está que los senseis no escriben ni contestan cartas, yo pienso que eso debería ser un producto del pasado, y de esta manera dar la oportunidad a un futuro más rico y comunicativo, basado en los hechos y las obras de cada uno.

        Sigo siendo persistente en cuanto al papel de la mujer dentro del mundo del Aikido, cuanto más se integre, en especial en la docencia, el Aikido cambiará mucho, pero mucho, -y espero que sea pronto-.

        Un saludo afectuoso.

        Ishana Pérez enero 2008.