El camino invisible para el cambio, es un artículo de nuestro Sensei Ishana Pérez, donde se entreteje un mensaje sutil a través de los distintos ejemplos que expone, quedando patente que una pauta individual de un determinado individuo o ente, puede llegar a ser una trasformación que repercute en toda una colectividad. “Emprende con lentitud lo que pienses ejecutar: pero una vez emprendido, sé constante en ello. (Biante, filósofo griego del siglo VI a. C)”.
A raíz de un artículo de Starviewer Team (he incluido en este escrito fragmentos de ese artículos) que llegó a mi como el "centésimo mono"; cuando lo leí me revelo muchas de mis reflexiones a cerca de la práctica, tanto de la personal como de la que se hace en el Dojo. Quiero decir, a veces -que son muchas-, estas trabajando un determinado aspecto del Keiko, ¡de una manera que tú haz descubierto como nueva!
Pero tu sorpresa es monumental cuando hablas con un Sensei recién conocido y lejano en la distancia, que te comenta lo mismo que haz "descubierto", se te queda el cuerpo helado, y te interrogas: ¿cómo ha podido suceder si estamos tan alejados y no tenemos a nadie en común? Quizás pasa como en la naturaleza.
En el otoño de 1958, a partir de un determinado instante, diríase mejor de un determinado mono, TODOS los primates de la tribu lavaban las batatas antes de comerlas. Y la sorpresa no quedó ahí, hubo algo que aun les impresionó más a estos investigadores. Sin que los monos de Koshima salieran de la isla, la conducta de lavar las batatas antes de comerlas se había extendido a otros monos del archipiélago ¡e incluso del continente!
Monos de Koshima lavando batatas.
El hábito aparentemente saltó las barreras naturales y apareció en otras islas e incluso en Takasakiyama, en Japón. Científicamente no se encontró ninguna explicación. A partir de un mono, imaginemos que fuese el número cien, el centésimo mono, se produjo una explosión de conocimiento que fue automáticamente incorporada por todos los miembros de su especie, sin importar la distancia a la que se encontraran (Watson, 1979).
Por lo tanto -a pesar de las barreras- nos encontramos ante tres aspectos: el aprendizaje, la conducta y el hábito.
El aprendizaje se Puede definir como un proceso que implica un cambio duradero en la conducta, o en la capacidad para comportarse de una determinada manera, que se produce como resultado de la práctica o de otras formas de experiencia (Beltrán, 1993; Shuell, 1986).
En esta definición, aparecen incluidos una serie de elementos esenciales del aprendizaje. En primer lugar, el aprendizaje supone un cambio conductual o un cambio en la capacidad conductual. En segundo lugar, dicho cambio debe ser perdurable en el tiempo. En tercer lugar, otro criterio fundamental es que el aprendizaje ocurre a través de la práctica o de otras formas de experiencia.
Debemos indicar que el término "conducta" se utiliza en el sentido amplio del término, evitando cualquier identificación reduccionista de la misma. Por lo tanto, al referir el aprendizaje como proceso de cambio conductual, asumimos el hecho de que el aprendizaje implica adquisición y modificación de conocimientos, estrategias, habilidades, creencias y actitudes (Schunk, 1991). En palabras de Schmeck (1988a, p. 171):
"...el aprendizaje es un sub-producto del pensamiento... Aprendemos pensando, y la calidad del resultado de aprendizaje está determinada por la calidad de nuestros pensamientos".
Con respecto al hábito podemos decir que es cualquier comportamiento repetido regularmente, que requiere de un pequeño o ningún raciocinio y es aprendido, más que innato.
Mi metodología para el aprendizaje la baso en cuatro factores: observar, copiar, imitar y repetir. Estos puntos son los cimientos para que el estudiante adquiera y establezca el hábito en todos los campos con un mínimo de esfuerzo en cuanto al razonamiento, (me refiero en cuanto al sentido del ejercicio): la etiqueta, la Waza, la disciplina, etc. En la "Ética a Nicómaco", Aristóteles define los hábitos como aquello en virtud de lo cual nos comportamos bien o mal respecto de las pasiones. El hábito predispone a un sujeto para la realización perfecta de una tarea o actividad. Subir
Pero sigamos con otro interesante fenómeno que ocurrió con aves a mediados del siglo pasado.
Los herrerillos azules son pequeños pájaros de cabezas azuladas muy comunes en Gran Bretaña. Aún hoy se reparte leche fresca en algunos lugares de Gran Bretaña. Hasta los años 50, los tapones de las botellas de leche se hicieron de cartón.
En 1921, en Southampton, Gran Bretaña, quienes recogían sus botellas de leche observaron un curioso fenómeno. Al recogerlas había pequeños trozos de cartulina alrededor de la base de la botella, y la crema de la parte superior de la botella había desaparecido.
El hecho apareció en otro lugar de Gran Bretaña, a unas 50 millas de distancia; y después en algún otro lugar a 100 millas. El fenómeno se extendió supuestamente por imitación -diría la psicología del aprendizaje clásica-, sin embargo, los herrerillos azules son criaturas que normalmente no viajan más de cuatro o cinco millas. Por lo tanto, la expansión de ese comportamiento sólo podía explicarse en términos de un descubrimiento independiente del hábito.
Ese hábito fue cartografiado por toda Gran Bretaña hasta 1947 y para entonces era bastante universal, quienes realizaron el estudio, concluyeron que debió ser "inventado" de manera independiente al menos 50 veces. Pero aún hay más, el ritmo de extensión del hábito se aceleró con el tiempo. En otros lugares de Europa donde las botellas de leche son repartidas al pie de las escaleras de las casas, como en Escandinavia y Holanda, el hábito también afloró durante los años 30, extendiéndose muy similarmente.
Pero aún se puede dar una vuelta más de tuerca, y es que existe una evidencia aún más fuerte de un proceso desconocido de transmisión del conocimiento. La ocupación alemana en Holanda, hizo que cesara el reparto de leche durante varios años, reanudándose en 1948. Si un herrerillo azul suele vivir tres años, probablemente no quedarían herrerillos azules de la época en la que la leche fue repartida por última vez. Sin embargo, al retomar el reparto de leche en 1948, la apertura de botellas de leche por los herrerillos azules surgió rápidamente en lugares bastante separados de Holanda, se extendió con rapidez y surgió independientemente con una frecuencia mucho mayor en esta segunda ocasión. Esto prueba que un nuevo hábito probablemente dependería en mayor medida de un tipo de memoria colectiva que de la genética.
De nuevo al alcanzar ese conocimiento un determinado sujeto, todos los individuos de la especie, sin importar ni la distancia ni el tiempo, lo incorporan automáticamente.
Esto nos recuerda el concepto en Aikido de Kannagara No Michi.- El flujo de energía creadora que une el pasado y el futuro, pero no en un sentido genético de la evolución, -en palabras de Saotome Sensei, "Kannagara es una Vía de intuición que no comporta ni leyes ni doctrinas del bien o del mal. Se rige, en cambio, por las leyes que gobiernan los fenómenos naturales". Por lo tanto estamos ante un sustrato que se tiene acceso al margen del tiempo y el espacio, es decir, es atemporal. Y esto abarca toda la Vida, animada e inanimada.
Kannagara No Michi
Aparentemente los cristales aprenden: 40 años después del descubrimiento de la glicerina, solía aceptarse que ésta no formaba cristales. Cierto día a principios del siglo XIX, un bidón de glicerina transportado de Viena a Londres comenzó a cristalizarse.
Muy poco tiempo después, en otro lugar muy distinto, otra carga de glicerina cristalizó. Los casos se extendieron y hoy la glicerina forma cristales cuando la temperatura desciende a menos de 17°C. Esto mismo ha ocurrido con otras muchas sustancias. Subir
Otro ejemplo es el del Científico Japonés El Dr. Masaru Emoto lleva años estudiando el agua, y gracias a su investigación ha creado un método innovador para capturar la esencia del agua, basándose en su trabajo ha publicado unos libros llamados "Mensajes del Agua" y "Mensajes Ocultos del Agua" basados en una serie de fotografías que le han dado la vuelta al mundo.
El Dr. Emoto en 1994 descubrió que el poder del agua va más allá de lo que todos nos imaginábamos, demostró que los pensamientos, las palabras, la voz, las emociones y la música, eran capaces de cambiar la estructura molecular del agua y como puede esto influir en nuestra vida.
El Dr. Emoto recogió muestras de agua de represas, grifos y manantiales de diferentes partes del mundo como en Tokio, Londres, Paris, Nueva York, Vancouver, Argentina y Brasil,
para después someterlas a diferentes estímulos (palabras, pensamientos y música) y congelar posteriormente algunas gotas de esa agua estimulada, las examinó bajo el poder de un ultramicroscopio y las fotografió, los resultados fueron sorprendentes.
Por ejemplo, si el agua que se congelaba se le pegaban etiquetas con mensajes positivos o música clásica la fotografía que se obtenía eran de cristales blancos de apariencia hermosa y casi perfectos, en cambio si el agua que se congelaba se exponía previamente a etiquetas con mensajes negativos o música Heavy Metal, se obtenían fotografías donde no se veía cristales o por el contrario cristales con formas distorsionadas y desagradables a la vista en los cuales predominaba los colores oscuros.
Este hallazgo se hizo increíble al comprobar que las palabras y pensamientos dirigidos hacia un volumen de agua a punto de congelar influirían sobre la forma de los cristales de hielo resultantes. Según Emoto, la apariencia estética de los cristales dependería de si las palabras o pensamientos sean positivos o negativos.
O Sensei
En palabras de O Sensei aplicándolas a nuestro Arte:"La resonancia del cuerpo se deriva de la unidad de la mente y el cuerpo, que armoniza con la resonancia del universo. La respuesta e intercambio mutuos producen el Ki de Ai - Ki. La esencia del Aikido es el eco mutuo de la resonancia del cuerpo y la resonancia del Universo. De esto nacen calor, luz y poder unidos en un espíritu plenamente realizado. La vitalidad del eco del cuerpo y la resonancia del universo nutren el funcionamiento sutil del Ki y engendran a Take - Musu Aiki (literalmente, marcial creativo), el Arte Marcial que es Amor y el Amor que no es otra cosa que Arte Marcial".
El Dr. Emoto considera que el pensamiento o la intensión (Nen en Aikido, que connota pensamiento - momento y unidireccionalidad de la mente) son el producto del cambio molecular del agua, sin embargo aún desconoce la ciencia de como el pensamiento afecta en realidad a las moléculas del agua, lo cual resulta interesante si tenemos en cuenta que más del 60% de nuestro cuerpo es agua. Como dice el documental de investigación llamado ¿Y tú que sabes? - 2004, "Si el pensamiento le hace eso al agua, que nos harán los pensamientos a nosotros", cuando nuestro cerebro es el motor de nuestra mente. Subir
Edgard Morín (Nuevos Paradigmas, Cultura y Subjetividad. D. Fried Schniyman Ed. Paidos B. Aires 457 pg.), relata textualmente:
"Hace poco se descubrió que hay una comunicación entre los árboles de una misma especie. En una experiencia realizada por científicos, se quitaron todas las hojas a un árbol para ver cómo se comportaba. El árbol reaccionó de un modo previsible, es decir, que empezó a segregar savia más intensamente para reemplazar rápidamente las hojas que le habían sacado. Y también segregó una sustancia que lo protegía contra los parásitos..
Pero lo que es interesante es que los árboles vecinos de la misma especie empezaron a segregar la misma sustancia antiparasitaria que el árbol agredido"
Pareciera que cualquier entidad física viva o inerte tuviera un soporte más sutil por el que se expande y a través del cual recoge la información necesaria de su especie para dar un salto en su evolución cada cierto tiempo, o quizás, cada cierto número de unidades, sujetos o individuos. Subir
El Dr. Rupert Sheldrake, biólogo y filósofo británico, planteó una hipótesis que intentaba explicar estos experimentos y fenómenos: los campos morfogenéticos, o campos no locales como prefiere llamarlos. Según el propio Sheldrake:
"Morfo viene de la palabra griega morphe, que significa forma. Los campos morfogenéticos son campos de forma; campos, patrones o estructuras de orden. Estos campos organizan no solo los campos de organismos vivos sino también de cristales y moléculas. Cada tipo de molécula, cada proteína por ejemplo, tiene su propio campo mórfico -un campo de hemoglobina, un campo de insulina, etc.
De igual manera cada tipo de cristal, cada tipo de organismo, cada tipo de instinto o patrón de comportamiento tiene su campo mórfico. Estos campos son los que ordenan la naturaleza. Hay muchos tipos de campos porque hay muchos tipos de cosas y patrones en la naturaleza."
Campos Morfogenéticos
Podríamos decir que esta hipótesis, al haber sido replicada en multitud de experimentos, pasaría a convertirse en teoría, sosteniendo que de alguna manera todos estamos interconectados (Gregg Braden, 2000), de forma que existiría una matriz que conecta toda la realidad visible e invisible, y que los cambios en una parte de la misma, afectan a otras partes de esa realidad. Algo semejante se desprende del principio de incertidumbre de Heisenberg (1927) cuando postula que un observador del mundo subatómico afecta a los resultados por el mero hecho de observar, convirtiéndose en participante.
En el Shaktisangama Tantra, se lee:
"La Shakti (la energía) es la Diosa creadora del Universo,
y el universo es su cuerpo fascinante;
la Shakti es la base de todo el mundo;
ella es la sustancia íntima de cualquier cuerpo".
Lynne Mctaggart (El campo, 2007) sostendría la misma idea que Braden: Todos estamos conectados, existe un campo que responde al poder de la intención y que a partir de una determinada masa crítica los cambios en sujetos individuales se extienden a todo el colectivo automáticamente.
Según la teoría de Sheldrake los genes, por ejemplo, serían el mecanismo físico que recibe la información del campo morfogenético, como la radio o la televisión reciben sus señales. Explicaría también la transmisión de la información a individuos de la misma especie de forma simultánea, pero separados en el espacio y en el tiempo.
Para verificar o refutar su propia teoría, Sheldrake realizó dos experimentos con humanos: "El primer experimento fue patrocinado por la revista New Scientist, de Londres, y el segundo por la Brain/Mind Bulletin, de Los Angeles".
En el experimento patrocinado por New Scientist, a personas de distintas partes del mundo se les dio un minuto para encontrar rostros famosos escondidos en un dibujo abstracto. Se tomaron datos y se elaboraron medias. Posteriormente la solución fue emitida por la BBC en una franja horaria donde la audiencia estimada era de un millón de espectadores.
Inmediatamente de realizada la emisión, en lugares donde no se recibe la BBC, se realizó el mismo “test” sobre otra muestra de personas. Los sujetos que hallaron los rostros dentro del tiempo de un minuto fueron un 76 % mayor que la primera prueba. La probabilidad de que este resultado se debiera a una simple casualidad era de 100 contra uno. Según el Dr. Sheldrake, los campos no-locales, o campos morfogenéticos, habían transmitido la información a toda la “especie”, sin detenerse en aquellas personas que presenciaron la mencionada emisión de televisión.
En el experimento patrocinado por el Brain/Mind Bulletin de Los Ángeles, a varios grupos de personas se les pidió que memorizasen 3 poemas distintos. El primero era una canción infantil japonesa, el segundo un poema de un autor japonés moderno y el tercero un galimatías sin sentido. Tal como la teoría de los campos morfogenéticos predice, la canción infantil, habiendo sido aprendida por millones de niños durante muchas generaciones, aunque éstos fueran japoneses, fue memorizada notablemente más rápido que las otras dos alternativas.
Gary Schwarz, psicólogo de la Universidad de Yale, realizó un experimento similar en el Tarrytown Executive Conference Center de Nueva York.
A estudiantes de Yale que no sabían hebreo se les mostraron palabras hebreas de tres letras, la mitad de ellas sin sentido. Los estudiantes obtuvieron mejores resultados en el reconocimiento de palabras “reales” en una proporción superior a la que cabría esperar como mero fruto del azar. Subir
Tal vez os estéis preguntando, ¿qué implicaciones pueden tener estas cuestiones en nuestra vida diaria, que la pasamos buena parte de la misma comportándonos como autómatas, o viviendo felizmente en un mundo donde consumir o hacer lo que hay que hacer forma parte de nuestra rutina más inconsciente?
¿Por qué debería importar ser consciente de lo que significa esta teoría?
¿Se pueden extrapolar a nuestra especie los resultados de ese "centésimo mono" que lavó las batatas y provocó la revolución en toda su especie?
¿Influiría el pensamiento de un solo sujeto en un cambio planetario?
La teoría de la resonancia mórfica anima al cambio en nuestra manera de pensar y sentir el mundo que vivimos. Dice que la aparición de una nueva idea, sentimiento, e incluso la acción de, por ejemplo, intercambiar servicios en vez de dinero, puede ser facilitada por la resonancia procedente de personas que sintonicen con esa idea y la pongan en práctica.
Surgiendo un comportamiento totalmente nuevo, no sólo por primera vez en la historia de un individuo, sino por primera vez en el mundo. ¿Qué significa esto? Pues quizás que esté en nuestras manos cambiar el rumbo de nuestra práctica, de nuestra forma de comportarnos, de nuestra forma de sentir…, todo eso sería posible si somos capaces de generar una nueva forma de pensar, que se materialice en nuevas formas de convivencia y comunicación franca.
El fundador del Aikido insistía en este aspecto:“Las formas cósmicas se revelan en el cuerpo humano, debemos aprender a descubrir el Universo que hay dentro de nosotros y despertar a los principios de equilibrio y amor, principios sagrados que nos ha dado el Universo. El universo se manifiesta a través de un mosaico infinito de formas: cada una de ellas refleja su plenitud, cada una está en equilibrio perfecto con la demás. Así como el universo expresa el Amor de muchas maneras, nosotros debemos expresar el equilibrio y la armonía dinámica del Universo a través de nuestras numerosas relaciones”.Subir
En otro nivel de investigación de la realidad, conectado con el tema que estamos tratando, se sitúan las investigaciones del físico francés Alain Aspect (1982). En ellas, junto con su equipo, descubre que sometiendo a ciertas condiciones a partículas subatómicas, como los electrones, eran capaces de comunicarse entre sí con independencia de la distancia que las separase. Parecía que cada partícula individual supiera qué estaban haciendo todas las demás.
El físico cuántico David Bohm (Totalidad y el Orden implicado, 2000) exploró la unidad del universo por medio de lo que él llama “orden implicado”, que se encontraría presente en todos los seres y las cosas. Dio una respuesta a los experimentos de su colega francés opinando que sus descubrimientos implicaban la realidad objetiva, siendo una especie de gigantesco holograma la realidad en la que vivimos.
Quizás, la realidad física manifiesta parte de ese gran holograma del que formamos parte y sería nuestra conciencia quien lo recorrería reconociéndolo en sus más variopintas manifestaciones.
El ser humano de la Tierra es cada vez más consciente de la necesidad de empezar a utilizar todo el potencial que lleva dentro de sí mismo. Si todos y todo está conectado, tal y como nos avanza la física cuántica, deberíamos empezar a plantearnos seriamente la posibilidad de que los seres humanos como sujetos individuales, son los primeros y últimos responsables de la realidad que crean y viven a diario, tanto en el presente como para las generaciones futuras, y que el hecho de una transformación global de la humanidad pasa inexorablemente por el cambio de un individuo… de otro… y otro…
y otro más, así hasta llegar a un enésimo sujeto,… supongamos que fuese el número cien, y que al cambiar ese centésimo humano, generaría una explosión de conocimiento que se transmitiría automáticamente al resto de congéneres del planeta, provocando grandes corrientes de cambios planetarios que a modo de contracciones de un parto darían lugar al nacimiento una nueva era de seres humanos, una nueva humanidad.
En palabras de O Sensei“El Aikido no es más que la manifestación de las implicaciones del amor. El amor da forma al Universo y purifica todo lo existente. El universo siembre las semillas de las que se deriva todo lo existente y contiene la fuerza infinita que alimenta y permite la germinación y el crecimiento. He dado el nombre de Aiki a las numerosas leyes de Universo, productos del amor que teje este maravilloso tapiz que es la vida sobre la tierra. La finalidad del Aikido es cumplir una misión de compasión, de protección de todas las formas de vida y de velar por su desarrollo".
¿Cuál es la fuente de materialización de la vida en el universo?
"El espíritu Infinito y el amor son las fuentes de la vida. El Aikido es también una fuente, un camino que lleva a la armonía del hombre con el Universo. Solo si observamos el principio de unidad con el Kami y la humanidad se reconciliase con la naturaleza, podríamos participar en esta búsqueda infinita de la perfección y de ese modo podríamos fin al mal, al sufrimiento: ésta es la misión vital que nos confía el Universo”. Subir
Esa nueva era que tanto esperamos que se materialice, debería nacer antes en el interior de cada uno de nosotros para luego expandirse. Seamos conscientes de lo que implica colaborar con esa masa crítica silenciosa que forman millones de personas en todo el planeta. Millones de seres que desean vivir en un mundo diferente pero que se creen desconectados cuando lo que apuntan las investigaciones es a todo lo contrario. Aprovechemos el río de conocimientos y transmisión de información que suponen las nuevas tecnologías (Internet, redes sociales, móvil,…).
Para conectar con esas ideas, sentimientos y actitudes que hablan de unión entre los seres humanos, de comprensión, de aceptación, de paz, de comunicación, de vivir la vida con esos valores que nuestra sociedad parece haber dejado en un segundo plano, y en definitiva, para dejarnos empapar de lo nuevo y formar parte de una cadena de transmisión que potencie lo global. Integremos y actualicemos, con la información que ahora tenemos, el hecho de que el todo es mayor que la suma de las partes.
Intentemos ser un poco más conscientes de nuestro potencial como grupo, con el objetivo de cambiar el entorno personal del Aikido; el excesivo mercantilismo, el endiosamiento, la falta de unidad, los estereotipos anticuados, las mentalidades obsoletas, los sentimientos de inseguridad, los miedos, las envidias…, pero antes, ¿Te atreves a ser tú el centésimo aikidoka?…Yo sí.