Por favor, si nos visitas déjanos tus comentarios sobre la estancia en nuestro Dojo.
Lo puedes hacer bien a través del contacto de nuestra Web; o el e-mail del Dojo: secretariadeldojo@yahoo.es. Muchas gracias.
Mi Experiencia Kuubukan
En octubre, el cuerpo y sobretodo la mente, me pidió retomar el aikido después de un parón provocado por la pandemia, en ese tiempo mis circunstancias personales habían cambiado también y necesitaba cambiar de Dojo, tras hablar con el Sensei del Dojo dónde entrenaba anteriormente, me recomendó probar en el Dojo Kuubukan y así, resumiendo, sólo puedo decir que acertó.
Me puse en contacto con el Sensei Ishana que fue muy amable y concertamos una primera clase, tras ésta llegó un periodo de de 5 meses que es de lo que voy a escribir ahora.
Llegué nerviosa a esa primera clase, llevaba de parón año y medio y estaba bastante oxidada, además no sabía si conseguiría integrarme. Según entré, el Sensei acudió a saludarme, me presentó al grupo y me debió de ver la cara de susto porque me dijo que me tomara las clases con calma. Mis compañeros me hicieron sentirme integrada al momento, fueron muy amables y tuvieron mucha paciencia enseñándome la etiqueta del dojo y de la clase.
Tengo que decir que es quizás uno de los dojos de estructura más tradicional en el que he estado, antes de empezar todos limpian el tatami con jabón una vez y una segunda con lejía (esto es cortesía de la Covid 19), se prepara el Kamiza, luego se comienza con el Rei y posteriormente el calentamiento, con ejercicios basados en el Hatha Yoga, tras esto el sensei explica la planificación de la clase y manos a la obra.
El grupo de alumnos del Dojo es un grupo nuevo, que empezó durante la pandemia por lo que el Sensei me advirtió que estaban trabajando la base, la verdad, que después de tanto tiempo sin practicar empezar por el principio ha sido estupendo, además el Sensei te pregunta por tus objetivos específicos y hace que dentro de la base busques esos objetivos, logrando un nivel de práctica más profundo.
Me llamó la atención que un día a la semana (y durante dos horas) se imparten sólo armas, variando semanalmente entre Jo y Ken, lo que a parte de generar unos buenos dolores en los hombros, ha generado que tenga más confianza con su uso. También los jueves se practica una hora de aikido y una hora de Hatha Yoga, es genial esa última hora, porque siendo la última hora de práctica semanal sales como nueva para afrontar la siguiente semana.
En Enero subimos a fase 4 y tuvimos que dejar la estructura de clases anterior y olvidarnos de trabajar a mano vacía, durante un mes nos centramos en las armas y los desplazamientos, con una estructura bien definida, esto en un primer momento podría parecer monótono, pero con la buena predisposición de los compañeros y con el Sensei que siempre encuentra algún detalle que mejorar, cada repetición era distinta a la anterior. Además, descubrir lo verde que estaba en cuanto a los desplazamientos ha sido una de las grandes sorpresas al comenzar en este Dojo, y por supuesto unos de los objetivos que alcanzar. Aún así, fue un alivio cuando nos avisaron del fin de la fase cuatro. Que el Aikido, con contacto siempre es mucho más divertido y enriquecedor.
En Febrero y creo que como consecuencia de que algunos estábamos lesionados, tuvimos una clase teórica especial en la que el Sensei nos contó cómo y con qué recursos se formó el y cómo ha trabajado y ha generado mucho más contenido para dar forma y consistencia a sus clases (y por lo tanto a su Aikido), ver todo lo que ha trabajado y cómo estructura y planifica es esclarecedor y hace que pongas en valor sus clases.
Después de la clase especial el Sensei empezó a sacarme más de Uke y a meterme bastante más caña, yo feliz, porque me gusta que me exijan, pero pobre de mí, todo era una preparación para el Seminario de Marzo en el que le haría de Uke. Ahora en serio, fue un honor poder hacer de Uke y disfrutar de ese día con mis compañeros y con compañeros de otro Dojo que ya conocía y que fue un gustazo poder practicar con ellos después de tanto tiempo. También tuvimos un almuerzo post seminario que aparte de resucitar el cuerpo fue increíble la charla posterior.
Así se hizo el 15 de marzo y me despedí de mis compañeros, hasta aquí mi periplo por el Dojo, paraba por motivos personales y no sabía durante cuánto tiempo.
El Sensei me había pedido que por favor plasmara mi experiencia, pero me cuesta mucho escribir, tanto es así que ahora es Mayo, voy a empezar de nuevo y todavía no he acabado de plasmarlo, aunque sin duda lo mejor fue vivirlo.
El pasado 31 de Octubre de 2017 nos visitó en nuestro Dojo Yamato, Naoko y Marc.
Agradecerles que en su corta visita a nuestra isla de Tenerife, dedicaran una tarde a practicar y visitar nuestro Dojo.
Yamato es un niño de 8 años con una gran interés en el Aikido, quién sabe, quizás tenemos el embrión de un gran aikidoka para el futuro.
Dentro de su niñez, tiene una gran predisposición para el Keiko: muy dinámico en su acción-reacción, con mucha presencia, observa con gran interés y se deja llevar a donde el compañero le conduzca.
Esperamos verles en otra/s ocasión /es que visten nuestra isla.
A finales de octubre de 2017, con mi esposa Naoko y mi hijo Yamato, tuvimos el placer de visitar el Dojo Kuubukan situado en la localidad de El Sauzal, en la isla de Tenerife en el archipiélago Canario.
Habíamos planeado una estancia de 3 días en esta magnífica isla, pero nos dimos cuenta que era muy corta para ver y hacer todo lo que esperas.
Como nuestro hijo Yamato es mitad japonés (de su madre, que nació en Tokio) se siente atraído por las artes marciales originarias de Japón. Los nombres japoneses de los ataques y las posiciones son significativos para él.
Así que antes del viaje tuve algunos intercambios de correos con el Sr. Ishana Perez, "Ishana Sensei", quien con gran corazón nos dio la bienvenida para ir libremente a las sesiones de los martes y los jueves.
Imagínense esto: en nuestro primer día en Tenerife, estábamos a las 8:00 de la tarde en el Dojo y conocimos a nuestros futuros amigos: Ishana-sensei por supuesto, Jessica, unos franceses que viven allí: Caroline y Jean y otra chica de Tenerife de la cual desafortunadamente no recuerdo el nombre.
Este día por casualidad cayó la noche de Halloween, pero tuvimos la suerte de que estas personas fueron al dojo en lugar de ir a otro sitio a celebrar la noche disfrazados de esqueletos o brujas.
El Dojo Kuubukan es un lugar muy especial, con un tatami bastante grande, rodeado de bancos para los espectadores, parece un circo.
Hay un ambiente especial en el lugar: puedes imaginar momentos en el pasado donde decenas de aficionados observaban a los campeones de la "lucha".
El sensei viene, se sienta en silencio, absorto en pensamientos profundos, o bien es lo contrario, está vaciando su mente de preocupaciones terrenales y se concentra en la serenidad, inspirado por la filosofía del Bushi, el guerrero japonés que es capaz de vencer al enemigo más fuete con sus manos desnudas.
Con el sensei Ishana hay una parte de estiramientos, influenciada por el yoga, que ha practicado durante casi 40 años. Las posturas son difíciles de sostener y muy desafiantes. Siendo un espectador pude sentir los cuerpos físicamente tensos tratando de mantener el equilibrio.
Luego viene la práctica de Aikido como tal. El sensei Ishana llama a los practicantes para mostrar y explicar los movimientos. El sensei Ishana tiene una postura firme, sus movimientos siempre están asegurados por un fuerte posicionamiento de los pies y un ritmo en todo el cuerpo. Su rostro está profundamente concentrado, busca constantemente la perfección y la eficiencia, así como el control del cuerpo y la mente en sincronización.
Mi hijo Yamato enfrentó un desafío al ser el único niño en el grupo. Practicar con adultos altos puede ser difícil, especialmente en técnicas como Shiho-nage, pero en general funcionó. Fue valiente, "ganbatte" como dicen los japoneses, y los otros participantes fueron muy amables con él.
Me gustaría hacer un agradecimiento especial a Jessica, quien lo hizo muy bien con él y a Jean y Caroline quienes pudieron ayudarnos a comunicarnos con el francés.
El sensei Ishana tenía un ojo para todos, ayudando y corrigiendo cuando era necesario, mejorando la calidad de los movimientos.
Desde el principio el sensei Ishana nos preguntó si podíamos tomar una copa de vino después de la sesión, nosotros aceptamos con alegría.
Resultó ser mucho más de lo que esperábamos, nos llevaron a una asociación de vecinos, un lugar donde los lugareños disfrutan de estar juntos, muy acogedor para los extranjeros. Aquí pudimos comer y beber, escuchar música y ser parte de la vida local.
Fue un verdadero privilegio disfrutar de esto en nuestro primer día en la isla. Esto es algo que no se encuentra en una guía turística o en visitas guiadas. Esto fue mucho más de lo que esperaba de un viaje tan corto.
Definitivamente recomendaría a los visitantes a ir a Kuubukan y experimentar la experiencia. Tuvimos deliciosos pescados, queso y vino local, todo esto con una banda tocando música. Si mi hijo hubiera tenido más de 8 años me hubiera quedado más tiempo. Finalmente nos fuimos a medianoche, completando un primer día memorable.
Una vez más, agradecer al sensei Ishana y a todos los participantes por la cálida bienvenida al Dojo Kuubukan y por mostrarnos un lugar agradable y placentero para compartir con la gente de Tenerife.
At the end of October 2017, with my wife Naoko and son Yamato, we had the pleasure to visit the Dojo Kuubukan in the town of El Sauzal, close to Puerto de la Cruz, on the island of Tenerife in the archipelago of Canary Islands.
We had planned for a short 3-days on this magnificent island, which is too short for seeing and doing all what you would hope.
As our son Yamato is half Japanese (from his Mum who was born in Tokyo), he is certainly attracted by an martial art that originates in Japan, and the Japanese names of the positions and attacks are definitely meaningful to him.
So before the trip I had some mail exchanges with Sr Ishana Perez, "Ishana-sensei", who heartfully welcomed us to come freely for the Tuesday or Thursday sessions.
Imagine this: on our first day in Tenerife, we were at 8:00 in the evening at the dojo and met our future new friends: Ishana-sensei of course, and then Jessica and a second lady from Tenerife, whom I unfortunately forgot the name, and two French citizens living there: Caroline and Jean.
This was by chance falling on Halloween evening, but we were lucky that those people made it that evening to the dojo, rather than haunting some place, dressed as skeletons or witches.
Kuubukan dojo is a very special place, all round like a circus, and with quite large a tatami, surrounded by benches for spectators. There is an atmosphere in that place: you can imagine moments in the past where scores of fans were watching the local "lucha" champions.
Then comes the sensei, sits quietly, absorbed in deep thoughts, or else is it the contrary, he is emptying his mind from earthly concerns and concentrates on serenity, inspired by the philosophy of the Bushi, the Japanese warrior, who's able to defeat the strongest enemy by his bare hands.
With Ishana-sensei, the stretching part is a real one, influenced by yoga, that he has practised for nearly 40 years. Positions are difficult to hold, and very challenging, and being a spectator, I could feel physically the tense bodies striving to maintain their balance.
Next comes the aikido practise as such, with Ishana sensei calling in turn the participants to show and explain the moves. Ishana-sensei has a strong stance, his moves are always secured by strong foot positioning and a rhythm in the whole body. His face is deeply concentrated, he is constantly looking for perfection and efficiency, as well as control of body and mind in synchronisation.
My son Yamato faced the challenge of being the only child in the group. Practising with tall adults may be difficult, especially in moves like shiho-nage, but overall it did work. He was courageous, "ganbatte" as Japanese say, and the other participants were kind to him. I would like to extend special thanks to Jessica who made it very well with him, and Jean and Caroline who could help him out in French.
Ishana-sensei had an eye for all, helping and correcting when necessary, enhancing the quality of the movements.
Right from the beginning, Ishana-sensei asked us if we could make it for a glass of wine after the session and we happily accepted.
It proved to be much more than what we expected: we were led to a community hall, a place where locals enjoy being together, though being very welcoming for foreigners. Here we could eat and drink local, listen to local music, and be part of the local life, which was a real privilege for us who were having our first day on the island. Few tourists can say the same. This is something you don't find in a tourist guide, or in guided tours. This was much more than what I had expected from a short trip.
However I would definitely recommend visitors to go to Kuubukan and experience this. We had delicious fish and cheese, marroons, local wine, and all this with a band playing music. Had my son been older than 8 years, would I have stayed longer. We finally left at midnight, completing a memorable first day.
Once again, may I thank Ishana sensei, and all participants, for their warm welcome to Kuubukan dojo and for showing us to a local, enjoyable place to share the life of the people of Tenerife.
Desde el principio con el cuidado del dojo y posteriormente en el calentamiento y durante la práctica con el desarrollo de la propiocepción y principios fundamentales.
La atención al detalle es siempre acorde al conocimiento del practicante, lo cual hace que la experiencia sea siempre positiva, enriquecedora y motivadora.
Kuubukan: Un lugar de práctica, encuentro y fraternidad.
Hace unos días tuve la oportunidad de disfrutar de una clase en el Dojo Kuubukan del maestro Ishana, gracias a la invitación a su vez de mi maestro y amigo Ricardo Jimenez Urtasún. Ricardo siempre ha inculcado a sus alumnos la necesidad y enormes beneficios de conocer a otros maestros, escuelas e incluso otras artes marciales, por lo que no lo pensé dos veces a la hora de aceptar la invitación.
Lo primero que sorprende del dojo Kubuukan es el respeto y mimo que se manifiesta al propio lugar de trabajo, cuidando siempre la etiqueta, la tradición y la limpieza del propio dojo, en un ambiente de colaboración y fraternidad entre todos los estudiantes y el propio maestro. Desde el principio todos trabajan codo con codo para limpiar y acondicionar el dojo antes de la práctica, y para dejarlo tal y como lo encontraron justo después.
Una vez comenzada la clase y tras un calentamiento intenso y bien estructurado, disfrutamos de una práctica acorde con la planificación del curso ideada por el propio maestro Ishana. Cabe destacar el alto nivel organizativo y de planificación del maestro, que antes de la clase explica punto por punto en qué consistirá la práctica del día, de acuerdo con el calendario marcado.
No entraré a pormenorizar las técnicas y formas que trabajamos en las dos clases de las que disfrutamos el día 15 (técnicas a mano vacía y Kaeshi Waza) y el día 19 (armas), puesto que el propio dojo las publica perfectamente en su blog, pero sí me gustaría comentar mis impresiones.
La verdad es que durante toda la práctica se transmite un nivel de seriedad y entrega encomiable tanto por parte del maestro como de sus alumnos, independientemente de su nivel o de sus características físicas. Desde el saludo inicial lo dan todo, adaptándose perfectamente a la persona que tienen delante, con respeto y paciencia, y eso es muy de agradecer. El propio maestro Ishana muestra en todo momento una actitud activa y entregada a transmitir de manera muy didáctica sus enseñanzas, explicando en todo momento de dónde vienen y su sentido dentro de la práctica. Sin importar de dónde vengas o el nivel que tengas se presta generosamente a aconsejar y explicar los detalles las veces que hagan falta, valorando por encima de todo la presencia, atención y entrega del alumno.
Una vez terminada la clase, esa misma seriedad, entrega y pasión se transforma en fraternidad, amabilidad y cercanía. Maestro y alumnos te hacen sentir en casa desde el primer momento, integrándote de inmediato dentro de esa familia que han construido en torno al dojo y la práctica del aikido. Un perfecto ejemplo de ello es la amena charla de la que disfrutamos el día 15 tras la clase y que se prolongó hasta bien entrada la noche, y la espléndida cena que nos brindaron el día 19, de la que disfrutamos en el propio dojo y de la que participamos todos como una familia.
Quiero agradecer tanto al maestro Ishana como a sus alumnos y también a mi maestro Ricardo, la posibilidad de disfrutar de esta experiencia inolvidable. Ha sido un enorme placer compartir horas de charla, alegría y tatami con la familia del Kuubukan.
Parte de la práctica del Aikido con su infinidad de beneficios de los que los practicantes se nutren más allá del Tatami están la paciencia y el momento adecuado, resonando con estas circunstancias y guiado por el hilo de la amistad, aproveché mi paso por Tenerife para visitar a mi amigo Ishana.
Aunque seguía enviándome periódicamente noticias de sus actividades vinculadas al Aikido, no había tenido oportunidad de compartir vivencias personales con él cara a cara desde hacía unos años, lo que tratándose del Sensei Ishana resulta siempre bastante grato.
No podía dejar pasar la oportunidad de entrenar en su dojo y sentir el "buen sabor de boca" de los "viejos tiempos".
Durante la clase y como era de esperar dentro de la metodología y claridad de exposición del Sensei Ishana me dejé llevar del torbellino de una práctica dinámica, donde el intelecto interviene lo menos posible de forma que Tori y Uke vivencian sus respectivos papeles desde la mutua nutrición.
Destacando el hecho que durante la práctica queda descartada la habitual, consabida y a mi modo de ver desagradable sensación de someter a cambio de ser sometido. Algo muy común en estos tiempos de competencias.
Me viene a la memoria la idea de algunos científicos que opinan que la vida universal no ha sido al fin y al cabo una lucha de hegemonías sino un desarroyo en la mutua colaboración.
Por todo ello espero, con mis mejores deseos que la labor del Sensei Ishana plasmada durante años en su práctica y en su obra llegue al mayor número de personas posible para el beneficio común a todos los niveles, personal y colectivo.
Gracias.
Gustavo Cortés 3º Dan Aikikai.
El pasado 9 de agosto de 2012, hemos recibido la visita en nuestro Dojo (de izquierda a derecha): Kevin -Tenerife-; Iam y José de -Las Palmas de Gran Canarias-; Adrian -Tenerife-; y Mario de -Las Palmas de Gran Canarias-.
En el Seminario de Otoño de 2011 nos visitó el estudiante Daniel Sopko, de origen Checo pero con residencia en Irlanda.
En la XVIII edición de nuestra Escuela de Verano de Aikido de 2011, tuvimos la visita del estudiante Guillermo Lecuona. Pertenece al Clubaikitas de San Cruz de Tenerife.
La segunda semana de julio de 2010 tuvimos la visita del Sensei Otto, que estuvo practicando en nuestro dojo toda la semana.
El Sensei Otto reside en Austria, donde realiza su labor docente en Aikido.