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Yagyu Munenori (1571-1646) fue un espadachín japonés, fundador de la rama de Edo Yagyu Shinkage-Ryu, que él aprendió de su padre Yagyu "Sekishusai" Muneyoshi. Este fue uno de los dos estilos espada oficial patrocinado por el shogunato Tokugawa (el otro es Itto-ryu). Munenori comenzó su carrera en la administración Tokugawa como hatamoto, -era un samurái al servicio directo del shogunato Tokugawa-; más tarde tuvo un ascenso superior con unos ingresos elevados a 10.000 koku, (el koku originalmente fue definido como la cantidad de arroz teóricamente necesaria para alimentar a una persona durante un año. Un koku de arroz pesa cerca de 150 kilogramos), convirtiéndose en un señor feudal daimyo (señor vasallo al servicio de los Tokugawa), con propiedades en torno a su pueblo natal de Yagyu-Zato. También recibió el título de Tajima no Kami.

Yagyu Munenori (1571-1646)

Yagyu Munenori (1571-1646)

        Munenori entró al servicio de Tokugawa Ieyasu a una edad joven, y más tarde fue instructor de esgrima con el hijo Ieyasu Hidetada. Luego, se convirtió en uno de los asesores principales del tercer shogun Iemitsu.

        En alrededor de 1632, completó su tratado Heiho kadensho, (que aquí reproducimos su libro primero, “La Espada Mortal”), es un tratado sobre la esgrima practicada en la escuela Shinkage Ryu, y fue concebido para aplicarlo tanto en la vida diaria como a la política.

        Poco antes de su muerte en 1606, Sekishusai paso el liderazgo de la Yagyu Shinkage Ryu a su nieto Toshiyoshi. Tras un período de Shugyo musha (Musha Shugyo es cuando un samurai realiza una búsqueda o peregrinación . El concepto es similar al de caballero andante en la Europa feudal. Al guerrero que realizaba este tipo de práctica era llamado shugyosha, vagaba por la tierra practicando y perfeccionando sus habilidades sin la protección de su familia o de la escuela a la que pertenecia. Existia la posibilidad de prácticar en otras escuelas, vatirse en duelos, realizar trabajos de guardaespaldas o tareas de mercenario, también cabe la posibilidad de la búsqueda de un daimyo para servirle), Toshiyoshi entró al servicio de una rama menor del clan Tokugawa que controlaba la provincia de Owari.

Yagyu Munenori (1571-1646)

        Takenaga Hayato, el fundador de la Yagyu Shingan-Ryu, era un discípulo de Yagyu Munenori y recibió gokui (enseñanzas secretas) de la Yagyu Shinkage Ryu bajo la supervisión de este.

        Los hijos de Munenori, Yagyu Jubei Mitsuyoshi y Munefuyu Yagyu, también fueron famosos espadachines.

Índice del Artículo.
La Espada Mortal  La Espada Mortal. La gran enseñanza  La gran enseñanza. Ánimo y voluntad  Ánimo y voluntad. Apariencia e intención  Apariencia e intención.
Sacudir el pasto para asustar a las serpientes  Sacudir el pasto para asustar a las serpientes. Video sobre la Escuela Yagyu Shinkage-Ryu  Video sobre la Escuela Yagyu Shinkage-Ryu. Anticipar el momento  Anticipar el momento. Modo agresivo y modo pasivo  Modo agresivo y modo pasivo.
Actitud mental en las tres formas de hacer una finta  Actitud mental en las tres formas de hacer una finta.

Vídeo sobre el teatro Nôh  Vídeo sobre el teatro Nôh.

Tocar y ser tocado: el significado de ganar dejándose tocar  Tocar y ser tocado: el significado de ganar dejándose tocar.

Tres ritmos  Tres ritmos.

Vídeo sobre los Yoshida Brothers  Vídeo sobre los Yoshida Brothers.

Escuchar el sonido del viento y del agua  Escuchar el sonido del viento y del agua.
Enfermedad  Enfermedad. La mente normal  La mente normal. Como un hombre de madera frente a las flores y los pájaros  Como un hombre de madera frente a las flores y los pájaros. La mente libre  La mente libre.
La Espada Mortal

Yagyu Munenori y su libro primero, -La Espada Mortal-

        Dice un antiguo proverbio: “Las armas son instrumentos de desdicha despreciadas por el Camino del Cielo. Úsalas sólo cuando es inevitable”. La razón de que son instrumentos de desgracia es que el Camino del Cielo es el Camino que da la vida a los seres, mientras que aquello que mata es en verdad un instrumento de desgracia. Por lo tanto lo que contradice al Camino del Cielo es digno de desprecio.

        Sin embargo, el uso de las armas en situaciones inevitables también sigue el Camino del Cielo. ¿Qué significa esto? Aunque con la brisa estival los capullos florecen y crece el follaje, al llegar las heladas de otoño, las hojas caen y los árboles languidecen. Este es el criterio de la naturaleza.

        Y es así porque hay una lógica en la destrucción de aquello que ha sido completado. Es posible que algunos se aprovechen de las circunstancias para hacer el mal, pero cuando el mal llega a ser completo, es también atacado. Por eso se dice que el uso de las armas también es el Camino del Cielo.

        Un sinnúmero de personas puede padecer a causa del mal cometido por un hombre. En tal caso, matar a ese hombre significa la salvación de muchos. ¿No sería esto un ejemplo de “la espada que mata es la espada que da la vida”?   Subir

        Existe una ciencia en el uso de las armas. Si tratas de matar a alguien sin el conocimiento de esta ciencia, probablemente te mataran.

        Reflexionando cuidadosamente acerca de las artes marciales, el arte del duelo con espada solo tiene un ganador y un perdedor. Este es un arte marcial muy pequeño, y lo que se gana o se pierde es insignificante.

        Cuando la tierra entera gana con la victoria de un hombre y cuando la tierra pierde con la derrota de un hombre, éste es un arte marcial en gran escala. El hombre es el comandante; la tierra, las fuerzas armadas. Las fuerzas armadas son las manos y los pies del comandante. Para aprovechar estas fuerzas, las manos y los pies del comandante deben trabajar eficientemente. Si las fuerzas armadas no trabajan significa que las manos y los pies del comandante no lo hacen.

        Así como uno se enfrenta armado con dos espadas, pone en función un gran poder y usa hábilmente sus manos y pies para llegar a la victoria, de igual modo el arte marcial del comandante implica el empleo correcto de todas las fuerzas, y la creación hábil de estrategias para ganar la batalla.

        Además mientras que es natural salir al campo de batalla para dirimir la victoria o la derrota cuando dos batallones están enfrentados entre sí, el comandante tiene en su pecho dos batallones, y dirige mentalmente su gran ejército al combate. Este es el arte de la guerra en la mente.   Subir

        No olvidar la conmoción cuando los tiempos son de paz es un arte de la guerra. Ver la situación de las naciones, saber cuándo ocurrirán revueltas y prevenirlas antes de su aparición, es también el arte de la guerra.

        Cuando una nación está en paz, la importancia dada a la elección de sus oficiales y a la seguridad del Estado es también un arte marcial. Cuando los oficiales buscan el beneficio personal y oprimen así a la gente común comienza el fin de una nación.

        Observar cuidadosamente la situación, planificar de tal modo que se evite que el Estado peligre por los intereses personales de los oficiales es como observar a un oponente durante un duelo para ver su movimiento antes de que lo realice. ¿No se debería uno observar con la máxima atención? Esto es lo que hace del arte marcial una materia de gran potencial.

        También existen alrededor de los gobernantes traidores que simulan ser honestos y, en presencia de sus superiores, tienen una mirada de ira hacia los subordinados. A menos que sean sobornados, muestran el bien como malo, de manera que el inocente sufre y el culpable se relame de gusto. Ver el peligro de que esto sucede es más importante que advertir un plan sedicioso.

        La nación es la nación del gobernante, el pueblo es el pueblo del gobernante. Aquellos que sirven personalmente al gobernante son sus súbditos tal como lo son aquellos que lo sirven en la distancia. ¿Cuán alejados están entre ellos? Son como las manos y los pies del mandatario. ¿Son los pies diferentes de las manos sólo porque están a más distancia? Ya que ambos sienten igual dolor y picazón, ¿cuál debe considerarse más cercano y cuál más alejado?

        Por lo tanto, el pueblo rechazará incluso a un gobernante honesto si sus allegados hieren a los que se encuentran distantes y provocan sufrimiento al inocente.   Subir

        Solo hay unas pocas personas cercanas al gobernante, quizás cinco o diez. La mayoría se encuentra a más distancia. Cuando mucha gente se siente agraviada por su gobernante, expresa sus sentimientos. Ahora bien, cuando sus allegados buscan sólo sus propios intereses y en sus acciones no reconocen al superior, comportándose de tal manera que la gente se siente agraviada por el soberano, llegado el momento son aquellos los primeros en atacarlo.

        Esta es la acción de los allegados, no percibir claramente que estas situaciones son factibles, y que los que están distantes del gobierno no deben quedar excluidos de sus beneficios.

Información de Wikipedia sobre Tokugawa Ieyasu

Tokugawa Ieyasu.

        De igual manera, en el ámbito de las relaciones sociales y profesionales donde uno actúa mientras las situaciones se van desarrollando, la actitud es similar a la del guerrero, aun cuando no hubiese desacuerdo. La atención que se necesita para observar la dinámica de las situaciones incluso en un grupo constituye un arte de la guerra.

        Si uno no ve la dinámica de una situación, puede llegar a permanecer demasiado tiempo en compañía indeseable y verse envuelto en problemas sin razón alguna. Cuando la gente habla sin ver el estado de ánimo de los otros, se provocan discusiones que incluso acarrean la muerte; se trata precisamente de la diferencia entre ver y no ver la dinámica de una situación y el estado de las personas comprometidas en ella.

        Hasta el simple hecho de ordenar una habitación de modo tal que cada cosa ocupe su lugar correcto es ver la dinámica de una situación. Y esta acción requiere algo del cuidado característico del arte del guerrero.

        En realidad, aunque los fenómenos difieran el principio es siempre el mismo. Por lo tanto puede aplicarse con precisión en los asuntos de Estado.

        Es un perjuicio pensar que en el arte de la guerra sólo se trata de matar. No se mata a las personas, se mata el mal. Es una estrategia para dar la vida a muchos destruyendo el mal que representa una persona.

        Lo escrito en estos tres volúmenes es un libro que no va a salir de la casa. Sin embargo, no significa que el Camino sea secreto, sino que la discreción preserva la trasmisión del conocimiento. Si el conocimiento no se trasmite, es como si no existiera libro alguno. Que mis descendientes mediten bien acerca de esto.   Subir

La gran enseñanza

        

La gran enseñanza

        -La gran enseñanza es un antiguo tratado chino, uno de los cuatros libros de la escuela neoconfucionista, en los cuales se basó la educación ortodoxa japonesa durante la época clásica-.

        Se dice que la gran enseñanza es la puerta para el aprendizaje elemental. Cuando vas hacia una casa, primero atraviesas la puerta. De este modo, la puerta es el signo de que has llegado. Atravesando la puerta, entras a la casa y encuentras al anfitrión.

        El estudio es la puerta para alcanzar el Camino, pero no es la casa. Cuando ves la puerta no debes pensar que se trata de la casa. Hay que atravesar la puerta para llegar a la casa que se encuentra detrás de ella.

        Puesto que el aprendizaje es la puerta, no creas que leer libros es el Camino. Esta confusión ha hecho que mucha gente permaneciera ignorante del Camino a pesar de los numerosos libros leídos y la cantidad de palabras conocidas. Aunque puedas leer fluidamente los antiguos preceptos, si no eres consciente de los principios, no podrás hacer tuyo el Camino.

        Sin embargo, aunque esto es cierto, también resulta difícil alcanzar el Camino sin estudio. Es difícil que alguien alcance el Camino sólo con su erudición. Hay quienes por naturaleza se acomodan al Camino sin necesidad de aprenderlo.   Subir

        La gran enseñanza indica cómo alcanzar el conocimiento y el perfeccionamiento de las cosas. La consumación del conocimiento significa conocer los principios de todo. El perfeccionamiento de las cosas significa que cuando conoces plenamente el principio, conoces y puedes hacer todo. Cuando no conoces suficientemente, no puedes hacer. Cuando no se conoce el principio, nada fructificará.

        La incertidumbre existe en todas las cosas debido al desconocimiento. Las cosas se apegan a tu mente cuando comienza la duda. Cuando el principio está clarificado, nada queda adherido a la mente. A esto se llama la consumación del conocimiento y el perfeccionamiento de las cosas. Puesto que no hay nada apegado a la mente, todas las tareas se tornan fáciles de realizar.

        Por esta razón, la práctica de todas las artes tiene como meta limpiar los contenidos de la mente. En los comienzos, tú no sabes nada, de modo que paradójicamente no tienes preguntas en tu mente. Luego, cuando avanzas en tus estudios, algo surge en la mente y provoca una obstrucción. Esto dificulta todo.

        Cuando lo que has estudiado deja la mente, y la práctica también desaparece, entonces practicando tu arte, logras fácilmente la técnica sin preocuparte por lo que has aprendido, y al mismo tiempo no te desvías de ello. Esto es adecuar espontáneamente a lo aprendido sin darte cuenta conscientemente de que lo estas haciendo. La ciencia del arte de la guerra puede comprenderse a través de esto.   Subir

        Aprender toda la esgrima, las posturas físicas, la manera de mirar, aprender minuciosamente todo lo que se debe aprender y practicarlo es el espíritu del conocimiento integral. Finalizado el aprendizaje, cuando todo aquello que has aprendido desaparece de la mente consciente y uno se vuelve inocente, esto es el espíritu del perfeccionamiento de las cosas.

        Cuando el aprendizaje y la práctica han madurado, las manos, los pies y el cuerpo actúan sin depender de la mente. Estás desapegado de lo que has aprendido y sin embargo no te desvías del aprendizaje. En todo lo que hagas, tu acción será libre.

        En ese momento, ni siquiera sabes dónde está tu mente; ni los demonios celestiales ni los extraños pueden espiar dentro de tu propio corazón. El aprendizaje tiene como meta alcanzar este estado. Una vez que has aprendido satisfactoriamente, el aprendizaje desaparece.

        Este es el sentido último y la trascendencia progresiva de todas las artes Zen. El olvido de lo aprendido, el abandono de la mente, la armonización no deliberada es la consumación última del Camino.

         Esta etapa es el pasaje del saber a no saber.   Subir

        

Ánimo y voluntad

        La mente que tiene una específica actitud hacia el interior y una intensa concentración de pensamiento se llama voluntad. Siendo la voluntad interior, lo que emana hacia el exterior es el estado de ánimo.

        Para dar un ejemplo, la voluntad es como el amo de una casa, mientras que el ánimo es como el sirviente. La voluntad está en el interior y se sirve del ánimo.

        Si el ánimo se exterioriza demasiado, tambaleas. Debes hacer que tu voluntad restrinja tu temperamento, para no precipitarte.

Ánimo y voluntad

Fudoshin, literalmente “corazón inamovible” o “la mente inmóvil”.

        En el contexto de las artes marciales, bajar el centro de gravedad puede llamarse voluntad. Enfrentarse para matar o morir puede ser llamado ánimo. Uno debe bajar el centro de gravedad y no dejar que el ánimo se vuelva precipitado y agresivo. Es esencial controlar el ánimo mediante la voluntad, aquietándose de modo que la voluntad no sea arrastrada.   Subir

Apariencia e intención

        

Apariencia e intención

        La apariencia y al intensión son fundamentales en el arte de la guerra. Estos términos se refieren al uso estratégico de tácticas, al uso de la falsedad para llegar a lo real.

        Úsala con habilidad, la apariencia y el propósito inevitablemente engañan, aunque la gente perciba que existe una intensión ulterior detrás de la apariencia externa. Cuando despliegas tus tácticas y los oponentes caen en ellas, ganas la victoria dejándolos actuar guiados por el engaño.

        En cuanto a aquellos que no se dejan embaucar por una treta, les tienes otra trampa preparada. Entonces, aun cuando los oponentes no hayan sucumbido a la táctica original, en realidad lo han hecho.

        En el budismo esto se llama medios tácticos. Aunque la verdad real escondida en el interior mientras la estrategia se emplea en el exterior, al alcanzarse la verdad real, las simulaciones se transforman en la verdad.

        En la religión del espíritu, se encuentra lo que se denomina el misterio espiritual. El misterio se mantiene secreto para la fe religiosa. Cuando la gente tiene fe, ellos y los demás se benefician.

        En el camino del guerrero, esto se llama estrategia. Aunque la estrategia es falsa, cuando se usa para ganar sin dañar a los demás lo falso se transforma finalmente en verdad. Esto es un ejemplo de lo que se llama alcanzar el orden armonioso por el camino contrario.   Subir

        

Sacudir el pasto para asustar a las serpientes

        Hay una expresión en el Zen que dice “sacudir el pasto para asustar a las serpientes”. Sobresaltar o sorprender un poco a la gente es un recurso, como golpear a las serpientes escondidas entre los pastos para asustarlas.

        Hacer algo inesperado como táctica para sobresaltar al oponente es también una apariencia que oculta una intensión ulterior, es un arte de la guerra.

        Cuando un oponente está sorprendido y su sentimiento de oposición está perturbado, el experimentará un retraso en su reacción.

Sacudir el pasto para asustar a las serpientes

        Aun los gestos habituales y simples como levantar una mano son recursos que se usan para distraer la atención del oponente.

        Arrojar la propia espada es también un arte de la guerra. Si se ha alcanzado la maestría de la no-espada, ya nunca estarás sin ella. La espada de tu enemigo es tu propia espada. Esto significa anticiparte al momento.   Subir

Video sobre la Escuela Yagyu Shinkage-Ryu.

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Anticipar el momento

        

Anticipar el momento

        Anticipar el momento se refiere al instante previo a los movimientos del contrincante. Este primer impulso de movimientos es la energía, el sentimiento o el ánimo retenidos en el pecho. La dinámica del movimiento es energía, sentimiento o ánimo. Ver con precisión la energía, el sentimiento y el ánimo de los oponentes y actuar en forma correspondiente, se denomina anticiparse al momento.

        Esta acción efectiva es una especialidad del Zen, llamada dinámica Zen.

        La energía, el sentimiento o el ánimo que están ocultos en el interior y no se revelan constituyen el potencial del momento. Es como una bisagra que está dentro de la puerta. Captar las acciones invisibles escondidas en el interior, y actuar en consecuencia, se llama en el arte de la guerra anticipar el momento.   Subir

        

Modo agresivo y modo pasivo

        El modo agresivo atacas resueltamente, hostigando con ferocidad a tu oponente, buscando agresivamente asestar el primer golpe.

        El sentimiento de agresión es el mismo, tanto si está en la mente de tu oponente como en la tuya.

        En el modo pasivo no atacas precipitadamente sino que esperas hasta que el oponente realice su primer movimiento. Ser extremadamente cauteloso puede entenderse como un modo pasivo.

        Los modos agresivo y pasivo se refieren a la distinción entre ataque y espera.

Modo agresivo y modo pasivo

        

Principios lógicos de actitud agresiva y pasiva del cuerpo y de la espada

        Presentándote ante el oponente con el cuerpo en una actitud agresiva y con la espada en una actitud pasiva provocas en primer movimiento del adversario, y obtienes la victoria induciéndolo a tomar la iniciativa, así, el cuerpo y los pies están en modo agresivo, mientras que la espada está en modo pasivo. El objetivo de disponer el cuerpo y los pies en modo agresivo es hacer que el oponente realice el primer movimiento.   Subir

Modo agresivo y pasivo en lo físico y en lo mental

        

Modo agresivo y pasivo en lo físico y en lo mental

        La mente debe estar en el modo pasivo; el cuerpo, en el agresivo. La razón para esto es que si la mente está en el modo agresivo, te precipitarás, y eso no es conveniente. Por lo tanto, debes controlar la mente y mantenerla impasible mientras usas la agresión física para lograr que el oponente haga el primer movimiento; de este modo se gana la victoria. Si la mente es agresiva, serás derrotado tratando de matar inmediatamente a tu oponente.

        Por otra parte, puede también comprenderse que la mente esté en el modo agresivo y el cuerpo en el pasivo. El sentido de esto es hacer que la mente trabaje atentamente estando en modo agresivo y manteniendo la espada pasiva, logrando así que el adversario haga el primer movimiento.

        El “cuerpo” puede ser comprendido como las manos que sostienen la espada. De este modo se dice que la mente es agresiva mientras el cuerpo es pasivo.

        Aunque hay dos significados, finalmente el sentido es el mismo. En ambos casos, uno obtiene la victoria induciendo al oponente a que tome la iniciativa.   Subir

        

Enseñanza para cuando te enfrentes a un adversario agresivo

        Hay tres puntos donde sé debe enfocar la vista:

        1) Las Dos Estrellas (las dos manos del oponente sosteniendo la espada).

        2) Cumbre y Valle (la flexión y extensión de los brazos del oponente).

Enseñanza para cuando te enfrentes a un adversario agresivo

        3) -Ya en la lucha- las Montañas Distantes (los hombros y pecho). Los detalles de estos puntos de enfoque visual se trasmiten oralmente.

        Los dos aspectos siguientes deben realizarse con la espada y la postura del cuerpo:

        1) El ritmo de la distancia, y 2) la posición del cuerpo y el estado de sándalo de la mente.

        Los cinco aspectos siguientes se relacionan con el cuerpo y con la espada; es imposible explicarlos por escrito, y deben aprenderse en la lucha:

        1) Convertir el puño en un escudo.

        2) Unificar el cuerpo.

        3) Tomar el puño del oponente y colocarlo en el propio hombro.

        4) El sentido de extender la pierna en retaguardia.

        5) Adoptar la misma postura y defensa del oponente.

        El estado mental apropiado para estos cinco aspectos debe prepararse cuidadosamente antes de enfrentar al adversario, sin permitirte estar desatento; es necesario asegurarse de no estar agitado una vez que el combate comienza. Si te enfrentas al enemigo repentinamente, sin preparación mental, las maniobras aprendidas no serán efectivas.   Subir

Aprendizaje para enfrentar a los adversarios en una contienda

        

Aprendizaje para enfrentar a los adversarios en una contienda

        Cuando un oponente está firmemente establecido en el modo pasivo de espera, uno no debe quitar sus ojos de los lugares descritos por las expresiones de las Dos Estrellas, Cumbres y Valles y Montañas Distantes.

        Estas maneras de mirar se usan tanto en el modo agresivo como en el modo pasivo, siendo de esencial importancia. Al intentar un ataque, se debe enfocar la Cumbre. Al intercambiar estocadas, los ojos enfocan las Montañas Distantes. En cuanto a las Dos Estrellas, siempre hay que tenerlas a la vista.   Subir

        

Actitud mental en las tres formas de hacer una finta

        Las tres maneras de hacer una finta son: punzada, enganche y asalto. Cuando no puedes saber qué harán los oponentes, debes usar estos tres modos de amagues para sondearlos.

        Lo importante es descubrir las intenciones de los adversarios. Cuando los oponentes aseguran en actitud pasiva o de espera, uno realiza estos movimientos, usando maniobras estratégicas con intensiones encubiertas e induciendo a los adversarios a ceder. Así se obtiene la victoria.

Actitud mental en las tres formas de hacer una finta

        

Atendiendo y adaptando los cambios mentales

        El sentido de este punto radica en trasmitir deliberadamente a un adversario pasivo distintos cambios de ideas, haciendo evidente los suyos. Tú ganas adaptándote a sus cambios mentales.   Subir

Teatro Nôh.

        

Miradas dobles

        Cuando intentas diversas tácticas frente a oponentes pasivos para ver qué harán, observas sin mirar, sin que se note, constantemente atento, sin fijar los ojos en un solo lugar, moviéndolos y mirando de reojo.

        Hay un verso de un poema que dice: “Observando con miradas furtivas, la libélula se escapa del alcaudón”. Al ver de reojo al ave, la libélula echa a volar. Para ver con rapidez y seguridad las acciones de los adversarios mediantes miradas furtivas, debes trabajar con una atención sostenida.

        En el teatro Nôh existe lo que se llama miradas dobles. Significa mirar y ver, y luego desviar los ojos. Esto quiere decir no fijar la mirada.   Subir

        

Tocar y ser tocado: el significado de ganar dejándose tocar

        Es fácil matar a una persona de una estocada, pero es difícil hacerse inalcanzable.

        Incluso si alguien te ataca con la intensión de derribarte, si mantienes una justa distancia, puedes tranquilamente dejarte tocar por tu enemigo. Aun si un adversario se lanza al ataque seguro de acertar, mientras exista ese margen no te alcanzara.

Tocar y ser tocado: el significado de ganar dejándose tocar

        Una estocada que no alcanza su blanco es la estocada de la muerte: aprovecha para asestar el golpe vencedor. Al fallar el adversario en su intento, das vuelta a la situación y tomas ventaja sobre él.

        Una vez que ha comenzado el combate, lo importante es impedir que tu oponente levante la mano. Si te detienes a pesar qué hacer en medio de la contienda, serás inmediatamente derribado por tu contrario.

        Si no estás atento, perderás. Cuando tu mente se apega al golpe ya dado, tu oponente te alcanza, frustrando así tu iniciativa.

        Cuando lances tu estocada, no dejes que la mente quede rezagada considerando si fue o no un buen golpe. Debes lanzarte con tu espada una y otra vez, hasta cuatro y cinco veces. No debes dejar siquiera que tu oponente levante la cabeza.

        Finalmente, la victoria se define con un solo impulso de la espada.   Subir

Vídeo sobre los Yoshida Brothers.

        

Tres ritmos

        El primer ritmo es el ataque simultáneo.

        El segundo es acercarse y atacar cuando la espada del adversario está arriba.

        El tercero es salir al cruce y atacar cuando el adversario tiene la espada hacia abajo.

        Un ritmo regular es malo, un ritmo irregular es bueno. El ritmo regular le da ventaja al adversario, mientras que un ritmo imprevisible dificulta su acción.

        Debes atacar de tal manera que le impidas a tu oponente usar su espada libremente. Tanto al acercarte como al ir al cruce, el ritmo del ataque debe ser irregular. En general y en particular, un ritmo que pueda ser previsto es inconveniente.   Subir

        

Un ritmo breve para uno largo, un ritmo largo para uno breve

        Cuando el adversario esgrime su espada en un ritmo largo, debes contestar con un ritmo breve. Si él usa un ritmo breve, tú deberás usar uno largo. Aquí también la idea es manejar la espada de tal modo que tu ritmo no coincida con el de tu oponente. Si él descubre tu ritmo, podrás emplear su espada con facilidad.

Un ritmo breve para uno largo, un ritmo largo para uno breve

        Por ejemplo, cuando un eximio cantante improvisa una melodía sin caer en un esquema fijo, el percusionista mediocre no puede acompañarlo. Del mismo modo que un percusionista experto no irá de acuerdo con un cantante mediocre, ni un percusionista inhábil será capaz de acompañar al cantante experimentado, así deberás encontrar un ritmo que hagas imposible el ataque. Esto es lo que se llama “un ritmo breve para uno largo, un ritmo largo para uno breve”.

        Aunque el cantante mediocre intente ejecutar un complejo ritmo cambiante, o el percusionista experto toque con liviandad un ritmo simple, de todas maneras no habrá acuerdo. Lo mismo ocurre con el cantante experto que modula con ligereza y el percusionista mediocre incapaz de mantener el tempo.

        Un cazador de pájaros experimentado agita su vara suavemente para capturar su presa. El pájaro, hipnotizado por el ritmo de la vara, mueve las alas tratando de escapar, pero al no poder volar es atrapado.

        Es necesario moverse con un ritmo diferente al ritmo de los adversarios. Si tu ritmo es imprevisible, podrás arremeter sin que tus propias defensas sean vulneradas. Uno debería saborear tal estado de la mente y reflexionar profundamente sobre él.   Subir

Darse cuenta del tempo

        

Darse cuenta del tempo

        No se puede practicar música ni danza sin conocer el tempo. Asimismo, en las artes marciales debe existir el sentido del tempo. Para ver con claridad la manera en que el contrincante esgrime la espada y para discernir el estado de su mente, es necesario un espíritu similar al de aquel que ha alcanzado la maestría de los tempos en la música y en la danza. Al conocer a fondo los movimientos y el estilo del oponente, podrás realizar tus propias maniobras con libertad.

        Técnicas I

        1.- Acompañar el golpe de la espada.

        2.- Oponer o apoyar: diez centímetros a cada lado.

        3.- Deslizarse rápidamente.

        4.- Enfocar la mirada en los codos en posición alta.

        5.- Espadas en círculos; tener una visión a derecha e izquierda.

        6.- Mantener la distancia de un metro.

        Estos seis puntos se aprenden trabajando con un maestro y se trasmiten oralmente. No pueden ser revelados por escrito.

        Cuando se usa estas técnicas para hacer fintas y el adversario sin embargo se mantiene imperturbable y seguro en una actitud de pasiva espera, entonces te introduces en su ámbito hasta casi rozarlo, ya no podrá mantenerse quieto y deberá tomar una actitud agresiva. De esta manera induces al contrincante a tomar la iniciativa, permitiéndole que te ataque, y así podrás derribarlo.

        De todas maneras, si el adversario no se lanza al ataque no podrás vencerlo. Aun si tu oponente te ataca con ferocidad, si has aprendido cómo evaluar la distancia mínima adecuadamente para mantenerte fuera de su alcance, el ataque no te perjudicará. Habiendo practicado este paso, podrás deslizarte sin temor cerca de tu adversario, inducirlo al ataque, y entonces revertir la situación a tu favor. Este es el sentido de estar un paso por delante del que toma la iniciativa.   Subir

        Técnicas II

        1.- La gran obra, que incluye el asalto inicial. Esto se trasmite oralmente.

        2.- La atención sostenida, que se usa en sus modalidades agresivas y pasivas.

        3.- La distancia de un codo de una espada pequeña.

        4.- Los modos de ataque agresivo y pasivo se entienden como el cuerpo en estado agresivo y la espada en estado pasivo.

        Cada uno de estos puntos se aprenden en el trabajo con un maestro y se trasmiten oralmente. Es imposible explicarlos por escrito.   Subir

Escuchar el sonido del viento y del agua

        

Escuchar el sonido del viento y del agua

        Esta ciencia trata acerca de cómo lograr que el adversario tome la iniciativa, usando tácticas, realizando fintas y cambiando estratégicamente.

        Antes de encarar al adversario deberás tomar en cuenta que está en la modalidad agresiva, y no deberás estar desatento. Es esencial la preparación de la mente. Si te dejas llevar por la vehemencia al comenzar el duelo y no piensas que el adversario está en una modalidad de ataque que, todas las técnicas que aprendiste hasta el momento serán inútiles.

        Una vez confrontado con el adversario, es importante disponer la mente, el cuerpo y los pies en la modalidad agresiva, mientras las manos se mantienen en actitud de espera. Hay que asegurarse de estar atento a lo que acontece en ese momento. Esto es lo que significa la frase “hacerse cargo de lo que está allí”. Si no observas con calma absoluta, las técnicas de la espada que has aprendido no te servirán.

        En lo que concierne a escuchar el sonido del viento y del agua, significa estar tranquilo y calmo en la superficie, manteniendo un talante agresivo por debajo. El viento no tiene sonido; produce sonido cuando choca con un objeto. Así el viento es silencioso cuando sopla allá en lo alto. Al establecer un contacto con árboles o cañas produce un sonido que es ruidoso y cambiante.

        El agua tampoco tiene sonido cuando cae desde arriba sino que produce un rumor cuando golpea las cosas.   Subir

        Utilizando estás imágenes como ejemplos, el punto es estar tranquilo y calmo en la superficie mientras que por debajo se mantiene un espíritu agresivo. Estas imágenes expresan que en la superficie estás extremadamente sereno, imperturbable y calmo, mientras que interiormente estás agresivamente vigilante.

        No es bueno que el cuerpo, las manos y los pies se apresuren. La modalidad pasiva y la agresiva deberían ir parejas, una hacia adentro y otra hacia fuera; no es bueno establecerse en una sola modalidad.

        Es de extrema importancia reflexionar en el significado de la alternancia del Yin y del Yang. El movimiento es Yang y la quietud es Yin. El Yin y el Yang se intercambian adentro y afuera. Cuando el Yang se mueve en el interior, mantenerse quieto en el exterior de acuerdo al Yin; cuando se es Yin interiormente, el movimiento aparece en el exterior.

        También en este arte marcial activas interiormente la energía mental con una atención constante, mientras exteriormente te mantienes imperturbable y calmo. Es el Yang moviéndose en el interior, mientras el Yin está quieto en el exterior. Esto está de acuerdo con las leyes de la naturaleza.

        Más aún, si en tu interior estás tranquilo manifestándote agresivamente en el exterior de modo tal que tu mente interior no se apague a lo extremo, entonces no perderás el control afuera. Si te mueves interiormente y exteriormente a la vez, hay un desenfreno. Las actitudes agresivas y pasivas, el movimiento y la quietud deberían alternarse adentro y afuera.

        Se trata de mantener la mente interior atenta, como un pato nadando en el agua, calmo por arriba mientras patalea por abajo; cuando esta práctica se perfecciona, la mente interior y lo externo se fusionan, de modo tal que lo de adentro y lo de afuera se vuelven uno sin la más mínima obstrucción. Alcanzar este estado es el logro supremo.   Subir

Enfermedad

        

Enfermedad

        Obsesionarse con triunfar es enfermizo; obsesionarse con las artes marciales es enfermizo, y también lo es tratar de poner en práctica todo lo que se ha aprendido. Es enfermizo obsesionarse con el ataque y obsesionarse con la defensa. También es enfermizo obsesionarse con liberarse de la enfermedad. Fijar la mente obsesivamente en algo es considerado enfermedad. Dado que todas estas diversas enfermedades están en la mente, es cuestión de afinar la mente liberándose de tales dolencias.

        

El sentido del nivel elemental y avanzado en la eliminación de la enfermedad

        El nivel elemental de la eliminación de la enfermedad es cuando uno se interna en el pensamiento para liberarse del pensamiento y se deja tomar por el apego para liberarse del apego.

        El significado de esto es que el deseo de liberarse de la enfermedad es pensamiento; desear liberarse de la enfermedad de la mente es estar “en medio del pensamiento”.

        Si usamos el término enfermedad, esto significa pensamiento obsesivo. Pensar en liberarse de la enfermedad es también pensamiento. Por lo tanto, se usa el pensamiento para liberarse del pensamiento. Cuando te liberas de los pensamientos, eres libre del pensamiento, y esto se denomina internarse en el pensamiento para liberarse del pensamiento.

        Cuando uno piensa para liberarse de la enfermedad del pensamiento, tanto el pensamiento de la liberación como los pensamientos que deben ser eliminados desaparecen. Esto se conoce como usar una cuña para extraer otra cuña.

        Cuando no se puede sacar una cuña, y uno clava otra cuña para ensanchar el espacio, la primera cede. Una vez que ésta salió, la segunda también sale. Cuando la enfermedad termina, el pensamiento de liberarse de ella también desaparece; por eso se llama internarse en el pensamiento para liberarse del pensamiento.

        Tratar de liberarse de la enfermedad es estar apegado a la enfermedad, pero si se utiliza ese apego para liberarse de aquella, el apego no permanece; esto se llama relacionarse con el apego para liberarse del apego.   Subir

        En un nivel avanzado, liberarse de la enfermedad significa no tener pensamiento alguno acerca de liberarse de la enfermedad. Pensar en liberarse es en sí mismo enfermedad. Aceptar la enfermedad viviendo en medio de la enfermedad es liberarse de la enfermedad.

        El pensamiento de liberarse de la enfermedad surge porque la enfermedad todavía está en la mente.

        En consecuencia, la enfermedad no desaparece en absoluto, y todo lo que hagas y pienses es hecho con apego; por lo tanto, no puede haber nada de valor en ello.

        ¿Cómo podemos entender esto?

        Ambos niveles, elemental y avanzado, han sido establecidos para esta función. Uno cultiva el estado de la mente que corresponden al nivel elemental, y cuando esta práctica progresa el apego desaparece por sí solo, sin que intentes liberarte de él.

        La enfermedad significa apego. En el budismo se condena el apego. Los monjes mendicantes que están libres de apegos pueden entremezclarse con el mundo ordinario sin ser afectados por él; todo lo que hacen lo hacen con libertad e independencia, deteniéndose donde naturalmente deberían hacerlo.

        Los maestros de las artes no pueden considerarse adeptos hasta que no hayan abandonado el apego a sus habilidades. El polvo y la suciedad se adhieren a una joya sin pulimento, pero una gema perfectamente pulida no se ensucia aunque caiga en el barro. Al pulir la gema de tu mente por el cultivo espiritual hasta que sea sin mácula, dejando de lado la enfermedad y abandonado las preocupaciones, alcanzas tu albedrío.   Subir

        

La mente normal

        -Hace referencia a una normalidad convencional, que no es otra cosa que la conformidad con expectativas inculcadas, sino normalidad en el sentido Zen, que es la mente en su estado prístino, no contaminada por las influencias del ambiente-.

La mente normal

        Un monje preguntó a un venerable anciano:

        “¿Cuál es el Camino?”.

         El anciano contestó:

        “La mente normal es el Camino”.

        Esta historia contiene un principio que se aplica a todas las artes. Al preguntársele cuál era el Camino, el venerable anciano contestó que la mente normal es el Camino. Esto es en verdad la sabiduría última. Es el estado en el cual las enfermedades de la mente han desaparecido y uno se ha vuelto normal espiritualmente, libre de la enfermedad aun en medio de la enfermedad.

        Aplicando esto a cuestiones mundanas, suponte que estás disparando el arco y piensas en ese instante que estás disparando; de esa manera la puntería será débil e inconstante. Al esgrimir la espada, si estás consciente de esgrimirla tu ofensiva será inapropiada. Si estás escribiendo y eres consciente de escribir, tu pluma será inestable. Aun tocando el arpa, si eres consciente de tu ejecución la melodía será desafinada.

        Cuando el arquero olvida la consciencia del disparo y dispara con una actitud de mente normal, como si estuviera desocupado, el arco estará firme. Al usar la espada o cabalgar, uno no “usa la espada” o “cabalga”. Y uno no “escribe”, uno no “ejecuta música”. Cuando haces todas las cosas en un estado de mente normal como si estuvieras completamente ocioso, entonces todo fluye de un modo suave y sencillo.   Subir

        Cualquier cosa que hagas como Camino, si estás obsesionado con él o piensas que esto es lo único importante para ti, entonces no es el Camino. Cuando no tienes nada en el pecho entonces estás en el Camino. Cualquier cosa que hagas, si la haces sin nada en el pecho, se cumple fácilmente.

        Del mismo modo, todas las cosas se reflejan claramente en un espejo debido a la claridad sin forma de la cualidad de reflexión del espejo. El corazón de aquellos que están en el Camino es como un espejo, claro y vacío, sin mente, pero sin embargo llevando a cabo todas las cosas.

        Esta es la “mente normal”. Aquel que hace todas las cosas con esta mente normal es llamado un adepto.

        En cada cosa que hagas, si mantienes la idea ante ti y la realizas con una concentración total, no habrá coordinación. Lo harás bien la primera vez y luego, cuando pienses que todo está bien, lo harás mal. O lo harás bien dos veces, pero mal la tercera.

        Si estás contento por haberlo hecho bien dos veces y mal solamente una, entonces lo harás mal de nuevo. No habrá coherencia, porque lo haces con el pensamiento de hacerlo bien.

        Cuando los efectos de la ejercitación se acumulan inadvertidamente, la avidez de desarrollar rápidamente una habilidad se disuelve poco a poco, y en cualquier cosa que haces te liberas espontáneamente de un pensamiento consciente. En este momento ni siquiera eres consciente de ti mismo; cuando tu cuerpo, pies y manos actúan sin movimiento alguno en la mente, no hay error.

        Aun entonces, tan pronto como algo se mueva en la mente, habrá error. Cuando no estés consciente mentalmente, acertarás en todo momento. No estar consciente mentalmente no significa, sin embargo, tener la mente ausente por completo; simplemente significa una mente normal.   Subir

        

Como un hombre de madera frente a las flores y los pájaros

        Esta es una frese de Pang el Laico: “Como un hombre de madera frente a las flores y los pájaros”. A pesar de que sus ojos perciben las flores y los pájaros, su mente no se agita.

        Dado que un hombre de madera no tiene mente, no se conmueve; esto es perfectamente lógico. ¿Pero cómo hace una persona que tiene mente para volverse como un hombre de madera?

        El hombre de madera es una metáfora, un ejemplo. Siendo un ser humano dotado de una mente, uno no puede ser exactamente como un maniquí de madera. Como ser humano, uno no puede ser como el bambú o la medra. A pesar de que ves las flores, no las ves reproduciendo en tu conciencia el hecho de verlas.

Como un hombre de madera frente a las flores y los pájaros

        El sentido de esta frase es el simple acto de ver con la mente normal. Cuando disparas, no disparas con conciencia del disparó. En otras palabras, disparas con la mente normal.

        La mente normal se llama no-mente. Si cambias la mente normal y en su lugar produces otro tipo de consciencia, cambiarás también tu forma, de modo que la agitación será interna y externa. Si haces todas las cosas con una mente agitada, nada será como debe ser. Aun si se trata de decir sólo una palabra, la gente la apreciará únicamente se el modo de decirla es firme y sereno. La mente imperturbable de los Budas es verdaderamente sublime.   Subir

La mente libre

        

La mente libre

        El maestro Zhongfeng dijo: “Incorporar la mente-libre-de-la-mente”. Existe el nivel elemental y avanzado para la aplicación de esta máxima.

        Cuando dejas ir la mente, se detiene donde ha ido; por lo tanto, el primer nivel de la práctica es hacer que regrese una y otra vez, de modo que no se fije en ningún lugar. Cuando lanzas una estocada y la mente se fija en ese punto, esta enseñanza hace que la mente regrese a ti.

        En el nivel avanzado, el significado es dejar que la mente esté libre para ir a donde quiera. Dejas ir tu mente luego de haber logrado que no se detenga ni se demore en sitio alguno, aún cuando la dejas libre.

        Incorporar la mente-libre-de-la-mente significa que mientras uses la mente que libera los pensamientos que atan y sigas reteniéndola, todavía no será libre. La mente que no se detiene ni demora en sitio alguno aun cuando es liberada se llama la mente-libre-de-la-mente.

        Cuando tú corazón esta mente-libre-de-lamente puedes actuar independientemente. No eres independiente en tanto que estás prendido de una soga. Hasta lo perros y los gatos deberían ser educados sin correas. Los perros y los gatos no pueden ser criados correctamente si se los ata todo el tiempo.

        La gente que lee las obras de Confucio se fascina con la palabra seriedad como si fuera lo supremo, y pasan la vida entera en esa actitud de seriedad, manteniendo la mente como un gato atado.   Subir

        En el budismo, también existe la seriedad. Las escrituras hablan de tener una actitud resuelta y libre de distracción. Esto correspondería a la seriedad. Significa disponer la mente hacia un único objetivo y no desviarse.

        Por su puesto, existen pasajes que dicen: “Declaramos seriamente que el Buda…”, y también hablamos de saludar con seriedad y concentración cuando enfrentamos una imagen del Buda en lo que llamamos una reverencia. Todas estas costumbres tienen un significado relacionado con la actitud de seriedad.

        Sin embargo, todos estos son medios efectivos para disminuir la distracción de la mente.

        Una mente bien gobernada no necesita de ningún recurso para pacificarse.

        Cuando cantamos “Gran Sabio, Imperturbable” con una postura correcta y las manos juntas en actitud de reverencia, en nuestra mente visualizamos la imagen de este Imperturbable. En ese momento, nuestros modos de acción física, verbal y mental están equilibrados, y nosotros estamos unificados en nuestra mente y sin distracción. Esto se llama “la igualdad de los tres misterios”. En otras palabras, esto es tan importante como la seriedad.

        La seriedad corresponde a una cualidad de la mente básica; sin embargo, es un estado mental que dura tan sólo mientras se practica.

        Cuando dejamos nuestra postura reverencial y nos detenemos en el cántico de los nombres de Buda, la imagen de Buda desaparece de nuestra mente. Lo que queda es la mente habitual sin atención. Esta no es una mente pacificada en profundidad.

        Las personas que han logrado pacificar sus mentes una vez no necesitan purificar sus acciones físicas, verbales y mentales; permanecen sin mácula aunque se mezclen con el polvo del mundo. Aunque estén activas todo el día, estarán inmóviles, como la luna que se refleja en el agua no se mueve aunque innumerables olas rompan una tras otra. Esta es la condición de aquellos que han perfeccionado el budismo; lo he puesto aquí por escrito bajo la instrucción de un maestro de esa doctrina.

         Yagyu Munenori.

Aiki – Publis del mes de Mayo de 2011.

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