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Una vez más nuestro Sensei Ishana Pérez nos escribe sobre la metodología del Arte, esta vez desde un punto de vista tradicional: Shu, Ha, Ri.

        En este artículo nos desgrana estos tres conceptos claves para la evolución de nosotros los estudiantes. Ahonda en su significado para hacerlo entendible dentro de sus variados y distintos matices.

        En estos tres pasos, Shu, Ha y Ri está contenido el método y el progreso de cualquier disciplina o arte, desde lo más elemental a lo más avanzado, solo nos queda seguirlo, ¡así de simple!

Shu, Ha, Ri, el Proceso
Índice del Artículo.

Introducción

Introducción.

Shu, el comienzo

Shu, el comienzo.

Ha, el cambio

Ha, el cambio.

Ri, la emancipación

Ri, la emancipación.

Conclusión

Conclusión.



Introducción

Shu , Ha , Ri , el proceso educativo

        Si hay algo que une a las Artes culturales y a las marciales (yo también añadiría a los artesanos) es Shu . Ha . Ri ., es el proceso con mayúsculas; da igual la técnica, la forma, y el objetivo que tenga cualquier disciplina, tiene que ceñirse a estos conceptos para poder madurar y lograr la maestría.

        En un comienzo, la rebeldía -a veces- y la indisciplina -otras-, por parte de los estudiantes les hace caer o ir a la deriva sin fruto año tras año. También hay que contemplar la fuerte resistencia mental que algunos poseen cuando su Sensei les trasmite su saber, y todo esto es producto de no ceñirse a Shu Ha Ri.

        Cada uno de nosotros ha desarrollado un método propio para comunicar el Arte que imparte, algunos con más éxito que otros, eso más que nada está condicionado por la heurística, pero sea cual sea el procedimiento que se posea Shu Ha Ri lo engloba. Pienso que por parte de los educadores deben de ceñirse lo más posible a esa forma tradicional de enseñar; por parte de los alumnos, deben de aceptarla y asimilarla, porque les lleva desde el cauce al infinito cielo.

        Muchas veces creemos que lo viejo no tiene vigencia en esta era tan tecnológica, pero recordemos el antiguo dicho confucionista:

        “El que cuida lo que sabe de antiguo y aprende cosas nuevas, podrá llegar a ser un maestro”.

        Si Shu Ha Ri es el círculo exterior; en el interior, -que es nuestro método particular-, es donde hay que ser muy creativos e innovar, esta cohabitación de lo ancestral y lo novedoso es lo que enriquece al Arte y lo presenta vigente. Por ejemplo, no se poseen los mismos conocimientos sobre la anatomía corporal ahora que en la edad media japonesa, eso hace que sepamos aprovechar hoy en día mejor sus recursos. Y cuando comprobamos como lo tajaban antaño con un sable, vemos que aún sin esos conocimientos que nosotros poseemos hoy, su forma es totalmente valida y muy desarrollada.

        

Link con la Web Universidad para Padres

D. José Antonio Marina.

        Como dice el Sr. D. José Antonio Marina en su reciente libro, “La Inteligencia Ejecutiva”, “La esperanza nos mueve tanto como la necesidad. El conocimiento está al servicio de la acción, las emociones están al servicio de la acción”, y solo podemos comprender Shu Ha Ri si actuamos con conocimiento.

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Shu, el comienzo

        Shu . es el comienzo, el inicio; viene del verbo mamoru , proteger. Se puede leer shu por ejemplo en hoshu , conservador. Su por ejemplo rusu , estar ausente. Mamoru proteger, como por ejemplo, omamori , amuleto.

        Lo primero que nos dice Shu es la protección, eso significa que debemos consagrarnos a la forma para que ésta nos proteja, nos de cobijo, pero ¿qué significa esa protección?

        Cuando se comienza un camino -que no se conoce por dónde discurre- nos acechan innumerables peligros, (ya de eso escribí en un artículo reciente titulado “La crisis en la práctica”), digamos que este tipo de riesgos mayoritariamente son externos, tienen que ver más que nada con nuestros valores y aptitudes antes las cosas: el Dojo, el Sensei, los compañeros, la práctica, etc.

        Por otro lado están los internos, y ¿cuáles son esos? Nuestras resistencias mentales y físicas, ya que estas últimas nacen desde nuestro interior, a veces conscientes otras inconscientes, veamos un ejemplo:

        - El Sensei le dice a un estudiante.

        - Daniel es importante que distribuyas tu peso correctamente en las piernas para trabajar, (para un principiante en Aikido la disposición del peso en el Kamae -la postura- es de: 80% en la pierna delantera, -y la rodilla tiene que estar a la altura del dedo gordo del pie-; y 20% en la pierna trasera, -que debe estar flexionada- para que se puedan utilizar correctamente los arcos de la pierna de forma eficaz).

        - Daniel le contesta.

        - Si Sensei, lo haré.

        - Cuando el Sensei da media vuelta para corregir a otro alumno y de soslayo mira a Daniel, observa que no le ha hecho ningún caso.

        ¿Cuál es el problema aquí?

        Para empezar Daniel no está centrado en lo que está haciendo, no está presente en la acción, hay una gran disociación entre lo que se le dice, lo que tiene que hacer y la acción que ejecuta. Porque él hace, pero su interior -su voluntad- y su exterior -su cuerpo- van en direcciones opuestas, esto es ir totalmente en contra de Shu.

        Por eso es lo de “proteger”, en este caso de nosotros mismos, de nuestras resistencias para someternos a la forma correcta. Es un peligro evidente, -quizás por eso nadie le presta atención-, es decir, falta escucha propia.

        Para nosotros en nuestro Dojo este periodo de iniciación se corresponde con los dos primeros métodos del aprendizaje: el método de dejarse llevar y el método sólido.

        Dejarse llevar inicialmente es un papel prioritario para el estudiante, es decir, tiene que abrirse para que su Sensei le conduzca, le guie en la forma.

        Un segundo rol es en el trabajo del uke (el que recibe la acción), tiene que romper sus resistencias y aceptar que el otro -tori- (aquel que derriba) le conduzca en la acción, de esa manera se va percibiendo a sí mismo y al compañero, esto es comenzar con la escucha en su amplio espectro.

        Con el método sólido, lo primero que tienen que hacer es, todo aquello que ha escuchado establecerse en ello, eso quiere decir, con respecto a su Sensei, ser capaz de hacer la forma exactamente como se le ha mostrado, es una copia tan buena que no se distingue el original de la reproducción, en realidad no hay original ni reproducción, solo hay forma.

        En la práctica no hay complacencia entre los compañeros, se tiene las raíces bien plantadas en la tierra (la figura que preside este nivel de actuación es el cuadrado), el trabajo es intenso y compacto (que no quiere decir ni duro ni rígido), con una gran escucha aunque esté en un nivel de desarrollo de base.

        Otra acepción clave de Shu es conservador, pero, ¿qué significa eso de “conservador”?

        Las Artes en las bases vienen estructuradas técnicamente con movimientos muy simples, esto se ha producido por la tradición de antaño y las fuentes para establecerlo así fueron los combates por parejas y los campos de batalla, quiero decir, está demostrada y testada su eficacia en el peor campo de pruebas que puede haber, -situaciones donde se puede perder la vida-. Entonces, -pregunto yo-, ¿qué motiva al novicio -y no tan novicios- a rechazar la forma establecida como base? Es decir, no ajustarse al Kihon y hacer sus propias formas inventadas por sí mismo. Nos volvemos a encontrar otra vez aquí las resistencias, esta vez acompañadas por la ignorancia.

        Cuando se estudia un Arte, lo primero que tenemos que hacer es conservar-integrar en nosotros el bagaje que nos aporta la tradición, aprender “una” forma, ésta en esos comienzos es la única válida para el aprendiz, ¡no existe otra! Solo está esa y de esa manera, (en un futuro venidero el novicio comprobara que esa única manera le llevará a infinitas posibilidades), por lo tanto hay que: observar, copiar, imitar y repetir, sin pensar ni preguntar ni hablar, porque el que piensa se bloquea, es decir, no trabaja con el cuerpo y el que pregunta o habla no practica. Tampoco se puede adulterar la copia, la imitación ni la repetición con gestos particulares o vistos en otros, quiero decir, hay que mantener ese modelo que se nos ha dado como ideal tal y como nos lo han mostrado, ¡esto es hacer Shu!

Link con la Web de yoshinkan.net

        Por eso lo de “ausente”, tiene que estar ausente de todo lo que no sea lo que nos han mostrado. Eso también quiere decir que tenemos que desposeernos de nuestro yo, no podemos añadir nada nuestro, ni un ápice, todo lo contrario, tenemos que someternos, abandonar nuestras resistencias y nuestras autolimitaciones, por ejemplo:

        - ¡Yo ese ukemi no lo hago!

        - O, ¡no me sale! Es muy difícil.

        Por eso se practica, para hacer lo difícil en fácil y después, en natural, -pero no vamos a adelantarnos al proceso-.

        Esto es hacer Shu, imbuirnos de la base, volvernos adictos a los principios esenciales sin distanciarnos ni el grosos de un cabello; recordemos aquello del texto Sin Sin Ming cuando habla de la Vía el patriarca Seng Ts´an:

        “Si uno se aleja de ella el grosor de un cabello, es como un abismo profundo que separa el cielo y la tierra”.

        

Test para ver si estas realizando Shu:

        - Te has aprendido la etiqueta para poder practicar correctamente.

        - Dominas Seiza a nivel de base para que haya quietud con tu cuerpo y de esta manera puedas apreciar bien las explicaciones.

        - Conoces y distingues los términos técnicos para el nivel en el que estas actualmente.

        - Cuando comienza la clase te aúnas física y mentalmente para el trabajo que se avecina.

        - Miras con atención las explicaciones.

        - Ves el detalle que el Sensei quiere que se trabaje.

        - Sigues concentrado.

        - Cuando reproduces el trabajo que se ha mostrado, ¿lo recuerdas?

        - Respiras correctamente.

        - Después de las cuatro primeras repeticiones, ¿sigues fiel al modelo que se mostró?

        - Eres consciente cuando no lo haces.

        - Si no lo recuerdas, ¿te paras para mirar al Sensei para corregirte? O por el contrario, sigues añadiendo lo que tú crees que se debe hacer.

        - Cuando termina la clase te concentras para asentar en tu cuerpo todo lo aprendido.

        - Repasas con un compañero lo más que te costó.

        - En la siguiente/s clase/s te has olvidado de las pautas que se dieron en la/s pasada/s sobre cada principio que se trabajó.

        - Las mantienes y añades a los siguientes detalles que el Sensei aporta.

        - Notas en cada sesión que tus conocimientos sobre los principios que sabes, cada vez son más profundos.

        - Tu cuerpo va por delante de tu intelecto en el saber de la Waza (técnica).

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Ha, el cambio

        Ha ., en Ha comienza el cambio; viene del verbo yaburu , romper; se puede leer Ha como por ejemplo en hakai , destrucción, demolición; en yaburu, yabureru , destruir, romper.

        Shu fue un cauce que nos llevo nuestro tiempo introducirnos en él, después, fluir con él, para finalmente llegar a fundirnos con él; pero ahora, Ha representa una mutación, un cambio, o si lo preferimos llamar “el progreso”. El progreso es el signo 35 del I Ching, que se compone de: abajo tiene a la tierra, lo receptivo K´un, (eso es el trabajo que se ha hecho en Shu); arriba está el fuego, lo adherente Li, -que simboliza el trabajo por hacer-. El signo representa al sol que va elevándose sobre la tierra y por lo tanto iluminando a ésta.

        La imagen es:

        “El sol se eleva por sobre la tierra:

        la imagen del Progreso.

        Así el noble ilumina por sí solo sus claros talentos”.

        Es una clara invitación para descubrir nuestras capacidades después de habernos formado sólidamente, por eso lo de romper, romper no se refiere a que se tire por la borda todo lo aprendido con mucho coraje y trabajo, no, todo lo contrario, esa es nuestra base para el crecimiento. Romper se puede interpretar aquí como arrojo, valentía, curiosidad, creatividad, etc. (eso es uno de los significados de Takemusu Aiki), si hay que romper algo, ese algo es con la manera de hacer hasta ese momento. Esta forma, antes estaba dentro de un cauce y ahora se torna más flexible, más fluida, no tan encajonada.

        El I Ching sigue añadiendo:

        “Progresando, pero rechazando.

        La perseverancia trae ventura.

        Al no encontrar confianza, conserve uno su calma.

        Ninguna falta”.

        Estando acostumbrados a un esquema rígido, es decir, no salirnos de la forma, ahora nos invitan a investigar sobre esa forma, abandonar lo cuadrado y pasar a lo triangular, eso da cierta inseguridad, desconfianza, miedo, rechazo…

        Por eso lo de “la perseverancia” y ésta siempre viene acompañada por la ventura. En las situaciones difíciles la calma y el sosiego es clave, si uno permanece fiel a lo esencial no hay falta.

        Ha representa la investigación en la forma, eso por un lado, por el otro, comprobar propiamente que lo que nos decían -antes se acataba más por fe que por experiencia- es verdad, y lo más interesante, ¡se abren infinitas posibilidades! Es como una revelación.

        La demolición es deshacer esa forma para ver lo que contiene, de que consta y lo que nos ofrece, indudablemente para realizar esta tarea es imperioso los conocimientos adquiridos previamente en Shu; es como desarmar un aparato y con esas piezas y añadiendo otras más, construir uno nuevo.

Yamaguchi Sensei, uke el Sensei Christian Tissier

        En cierto sentido esto es una ruptura con lo anterior, pero eso es en cuanto a la forma, los principios son el eje de la acción, como dijo el Sensei Christian Tissier cuando definía el Aikido de Yamaguchi Sensei:

        “Con gran rigor sobre los principios y una gran libertad en la acción”.

        Este es el espíritu de Ha, no apartarnos de lo esencial pero buscar, e investigar en el contenido, a ver que se nos revela. Esto es un trabajo personal el cual tiene que ser muy concienzudo y riguroso, una gran ascesis, -entendiendo como tal- ejercicio encaminado para mejorar.

        La cita del patriarca Seng Ts´an (se vio en el aparatado de Shu) aquí hay que tomársela muy, pero muy apecho, ya que es muy fácil deformarse más que formarse.

        Este periodo de formación en nuestro Dojo coincide con los métodos flexible o fluido y líquido, ¿qué quiere decir eso?

        Cuando el alumno pasa de una forma sólida (junto con dejarse llevar, fue la base para trabajar Shu) a una flexible o fluida hay que tener en cuenta el tempo adecuado, eso significa que hay que dar prioridad a que todo esté encadenado, con las mínimas -en un comienzo- rupturas posibles dentro de la acción-reacción. Esto trasladado a Ha es teniendo como punto de partida la forma inicialmente aprendida, ver todas las posibles variantes que me puede dar, por eso lo de flexible, que aquí lo podemos sustituir por adaptable, cambiable, variable. Y todo eso tiene que tener un flujo ininterrumpido, es decir, excepto de cortes, porque si eso pasa -si hay bloqueos-, el Ki se estanca, se detiene o si lo prefieren se para y si eso ocurre también la creatividad se bloquea. Sino que se lo pregunten a un calígrafo cuando para su pincel sobre el papel.

        El trabajo en este aspecto de lo fluido es: -si no puedo por aquí, se puede por allá-, y si el otro responde, -porque está vivo y reacciona, ¡es una cosa que muchos olvidan por la entrega domesticada del uke! (Eso es producto de Shu)-, pues se aplica el principio del cambio para realizarlo por cualquier otro lado, en todo este transcurrir es cuando se van percibiendo las infinitas posibilidades. Lo fluido es muy fácil de entender si nos paramos delante de un riachuelo -con muchos cantos rodados- y vemos el comportamiento del agua.

        Muchas veces les digo a mis estudiantes que llegados a este punto, da la impresión que la técnica tiene vida propia, porque muchas, ¡pero muchas veces!, es ella misma la que da a conocer al alumno sus múltiples manifestaciones, dicho de otra manera, nuestros cuerpos son un instrumento para que la Waza haga sus infinitas revelaciones.

        

Test para ver si estas realizando Ha:

        - Tienes bien asimilada la base.

        - Cuando trabajas eres consciente de lo que haces.

        - Sigues aún con una respiración correcta.

        - Tienes calma mental.

        - Cuando trabajas ves las otras posibilidades que se manifiestan.

        - Las haces.

        - Te adaptas a lo que hay.

        - Te adaptas a uke-tori, tori-uke.

        - Fluyes con lo que viene.

        - Eres flexible en tu movimiento.

        - Actúas con acción-reacción.

        - Utilizas tu raciocinio para el trabajo.

        - O das prioridad a la intuición.

        - Estas libre de prejuicios técnicos.

        - Eres creativo.

        - Abandonas los principios.

        - Te sientes centrado.

        - Tienes libertad de movimiento.

        - Estando fuera del Dojo (del edificio) reflexionas sobre la Waza.

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Ri, la emancipación

        Ri ., representa la emancipación, la propiedad de la maestría; viene del verbo hanareru / hanasu , distanciarse, separar. Se puede leer Ri . como en betsuri , separación; o en hanareru , separarse.

        Después de la investigación de Ha, Ri representa la distancia de Shu, es decir, de lo que fue la simiente, el origen, pero ahora es propio o con propiedad de aquel que lo hace. La figura que preside este estadio es el círculo, eso nos lleva a otra lectura: la vuelta al principio pero con una visión completamente iluminada.

        Aquí pasa como en Ha con el aspecto de romper, -en este caso- “separarse”, esta toma de distancia no significa que no valen todos esos descubrimientos hechos, o la base que nos dio el nacimiento, todo lo contario, por esa razón y por ese soporte, ahora somos capaces de poder realizar ese alejamiento con capacidad, conocimiento y realización propia.

        Sigamos con el I Ching:

        El signo 61 Chung Fu, “La verdad interior” se compone de: abajo Tui, lo sereno, el lago; arriba Sun, lo suave, el viento. Eso significa que sobre el lago sopla el viento y remueve la superficie del agua, de esta manera hace visible lo invisible. Las cualidades de los signos son: arriba suavidad, abajo aceptación.

        La suavidad de arriba nos permite adaptarnos a todo (Musubi), la aceptación de abajo es la raíz que nos mantiene nutridos y estabilizados.

        El dictamen del signo es:

        Verdad interior. Cerdos y peces. ¡Ventura!

        Es propicio cruzar las grandes aguas.

        Es propicia la perseverancia.

Richard Wilhelm

        Cuando Richard Wilhelm comenta el dictamen añade: “…Es preciso que el poder de la verdad interior haya alcanzado un alto grado antes de que su flujo alcance también a semejantes seres”, en palabras de O Sensei (Morihei Ueshiba, fundador del Aikido) “En el Aikido, lo físico cede el paso a lo espiritual; lo espiritual asciende a primer plano”, (El corazón del Aikido, 2010, p. 47).

        Está claro que a esta altura de la práctica ya no solo se depende del físico o de la técnica hábil, hay algo que engloba todo eso en la búsqueda, y en nuestro caso es el Takemusu Aiki “Las técnicas marciales son, en cierto sentido, una forma de oración… para abordar el Takemusu Aiki hace falta una fe honda”, (El corazón del Aikido, 2010, p. 51).

        Más atrás comente la naturalidad, este estadio es pura naturalidad o el desarrollo de la misma. Algo que era ajeno pasa a ser propio, es una parte de nosotros, o si se prefiere, somos nosotros.

        El proceso es pasar de -liquido- en Ha, a -gaseoso- en Ri, para ello es necesario tiempo, combustible y calor, o si se prefiere, dedicación, investigación y esfuerzo y el resultado es esa naturalidad de la que he hablado antes.

        Dentro de nuestra metodología este momento corresponde con el método gaseoso; al parecer las moléculas que constituyen un gas casi no son atraídas unas por otras, por lo que se mueven en el vacío a gran velocidad y muy separadas unas de otras. Otra cosa curiosa del estado gaseoso, es que no tienen forma definida, se adapta a los recipientes que lo contiene y se encuentra prácticamente libre, de modo que es capaz de distribuirse por todo el espacio en el cual esta. Esto define muy bien el estado de Ri, en palabras de O Sensei:

        “Entra en la mente de tu adversario y guíalo por el camino que te ha indicado el cielo y la tierra. Pase lo que pase, aunque te encuentres cara a cara con la muerte, golpea como el trueno y vuela con más rapidez que el rayo. Mide la distancia (física y espiritual) entre el otro y tú manteniéndote centrado” (El corazón del Aikido, 2010, p. 94).

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Conclusión

        

Conclusión

        La tradición ha establecido la evolución desde hace mucho tiempo, depende de nosotros el desarrollarla o no. Dentro de las Artes marciales chinas existe un paralelismo parecido al que se ha descrito anteriormente.

         Di. la Tierra, son los conceptos básicos que debe aprender el alumno -la forma-, eso sería Shu. Ren. Humano, es cuando el estudiante está listo para aprender y evolucionar, eso sería Ha. Y por último está, Tian. Cielo, que equivaldría a un estado donde no hay ningún pensamiento consciente; los flujos o movimientos están basados y se hacen teniendo como inspiración a los elementos naturales.

        Está en nosotros, ¡y solo en nosotros! El aprovechar el tiempo y los recursos que se nos brindan. Desaprovechar lo que hay a nuestro alcance por nuestras resistencias es malgastar la existencia tontamente, en palabras de Sankaracharia: “¿Hay alguien más estúpido que aquel que después de haber obtenido excepcionalmente un cuerpo humano, se deja llevar por la pereza y no hace el debido esfuerzo por realizar el verdadero propósito de esta vida?” (Viveka Chudamani, 1982, p. 30, v. 5).

        Antes de terminar este artículo quiero dar las gracias al Sr. D. José Antonio Martínez Oliva, por prestarse a hacer los Kanjis de Shu, Ha y Ri, junto con su significado. Sin duda, una ayuda inestimable para mí.

        Espero que con este escrito se ahonde más en el proceso de formación independientemente del Arte que se practique, que contribuya -dentro de mi limitada visión del Arte del Aikido-, a que podamos formar mejor a nuestros estudiantes, ¡si ellos nos dejan, claro!

Información de Wikipedia sobre Sankaracharia

Ishana Pérez.

Aiki - Publis del mes de Septiembre de 2012.

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