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En este texto de Musashi -Go Rin no Sho- o el "Libro de los Cinco Anillos", la parte que nos ocupa en este caso es su libro primero, "La Tierra"; presentamos en nuestro boletín la primera parte del mismo. En el nos expone la base de su escuela Ichi.
En este primer tratado hace una descripción básica de lo que consiste el Camino de la estrategia; menciona a las clases sociales de su tiempo y entre ellas un paralelismo entre el artesano -el carpintero- con el guerrero -samurái-.
Lo siguiente son sus quejas sobre el comercio que se hace sobre el proceso en la Vía, y que a buen seguro antes también existía, "Si miramos a nuestro alrededor, vemos que también el arte se ha convertido en objeto de comercio, que hasta los hombres se venden a sí mismos como si el único fin de todas las cosas fuera su venta.
Hablan de este dojo o de aquel otro, buscan su exclusivo provecho temporal, con las técnicas de moda que en uno u otro enseñan. Pero alguien alguna vez dijo: -La estrategia inmadura es causa de aflicción-, y es una frase verdadera". Desde luego estas palabras son totalmente vigentes tantos siglos después.
Hace una valoración de las distintas armas y su utilización adecuada al momento. Al final termina dando una lista de los principios que hay que integrar en el corazón, antes de comenzar la andadura por el Camino para que no haya desviaciones en el aprendizaje.
El Libro de la Tierra, de Miyamoto Musashi, 1ª parte
La estrategia es el arte del samurái, del guerrero. Todos los jefes deberían poseer los fundamentos de tal arte pues sólo así podrían sus subordinados conocer también el Camino. Pero no he encontrado guerreros en el mundo que conozcan realmente el Camino de la Estrategia, el Camino del Guerrero.
Existen otros Caminos: el Camino de la Salvación por la ley de Buda, el Camino que enseñó Confucio y que ilumina el conocimiento, el Camino de la Curación en el que se instruyen los médicos, o el de los poetas que practican el Camino de la Poesía, (literalmente es "Camino del Waka", es un poema de treinta y una sílaba. Waka quiere decir "Canción de la Harmonía", y a lo que se refiere Musashi es al Camino de las Letras), o el Camino de Té, (Chanoyu), o el del Arquero, (Kyudo, con una raigambre en la cultura Zen. Este arte se desarrollo en los periodos Nara y Heian), y muchos otros basados en artes y técnicas distintas. Pues todo hombre debe practicar el Camino según sus inclinaciones.
El Camino del Guerrero, se ha dicho siempre, es el doble Sendero de la pluma y de la espada, (esto recuerda a nuestro siglo de oro español donde también los poetas y escritores, por ejemplo Quevedo, eran tan hábiles con el verso como con la espada), y ambos debe amar por igual. Incluso si un hombre no posee habilidad natural para el combate puede llegar a ser un gran guerrero simplemente por la práctica asidua de las dos facetas del Camino.
En cualquier caso y de modo general, el Camino del Guerrero consiste en la aceptación resuelta de la muerte. Aceptación que no sólo es privativa del Guerrero, pues también los monjes, los campesinos, las mujeres, las castas humildes han aprendido a aceptar prontamente la llegada de la muerte por causa de honor o deshonra. Pero el Guerrero es diferente por cuanto estudia y practica el Camino de la Estrategia que se basa en la derrota de otros hombres, con el convencimiento de que cada victoria obtenida en combate singular con espada o la participación en alguna gran batalla puede ofrecernos poder y fama para nosotros mismos así como para nuestro señor, (hay que pensar que la vida del samurái estaba unida al señor o Daymo, con excepción de los Ronin). Tal es la virtud específica de la Estrategia.
El camino de la estrategia
En China y en Japón los practicantes del Camino son conocidos como "Maestros de la Estrategia". Cualquier guerrero debe estudiar este Camino.
En nuestros días (se refiere al año 1643) se habla de gentes reputadas en el mundo como expertos de la Estrategia, aun cuando no son sino simples espadachines. Los monjes guerreros de los santuarios de Kashima y Katori, en la provincia de Hitachi, recibieron su instrucción de los dioses y fundaron sus escuelas inspiradas en tales enseñanzas, viajando de pueblo en pueblo instruyendo a los hombres. Este es el reciente significado de la palabra Estrategia.
Antiguamente la Estrategia se situaba entre las diez habilidades y las siete artes, donde era considerada como un "medio para obtener ventajas", y era ciertamente un arte, pero como tal práctica dirigida a la consecución de beneficios no se limitaba con exclusividad al manejo de la espada. Pues el verdadero Arte de la espada no puede ser entendido desde los estrechos confines del mero manejo de la espada.
Si miramos a nuestro alrededor, vemos que también el arte se ha convertido en objeto de comercio, que hasta los hombres se venden a sí mismos como si el único fin de todas las cosas fuera su venta. Como si la flor del nogal despreciara a la nuez, con esta forma de practicar el Camino, ambos, el que enseña y el que aprende, solo se preocupan del colorido exterior de sus técnicas, intentando acelerar el estallido de la flor. Hablan de este dojo o de aquel otro, buscan su exclusivo provecho temporal, con las técnicas de moda que en uno u otro enseñan. Pero alguien alguna vez dijo: "La estrategia inmadura es causa de aflicción", y es una frase verdadera.
Existen cuatro grandes divisiones en las que se distribuyen los hombres: (Esta referencia es de su tiempo y hace mención a la estructura-jerarquía de la época Tokugawa), los samuráis, los campesinos, los artesanos y los comerciantes.
El Camino del campesino precisa constantemente de herramientas agrícolas, con la mirada puesta en los cambios que se suceden durante las cuatro estaciones del año.
El segundo es el Camino del comerciante, que como en el caso del vinatero, trabaja con sus materias primas y su particular técnica con el objetivo de ganarse así la vida. El Camino del comerciante es siempre ése, vivir y trabajar para obtener beneficios.
El tercer Camino es el del guerrero, el del samurái, el Camino del dominio de la virtud del arma. Si un samurái siente antipatía por la práctica de la Estrategia nunca podrá apreciar el auténtico valor de su arma.
El cuarto es el Camino del artesano. El Camino de los carpinteros (no se refiere al simple oficio, ya que en su tiempo y antes todas las construcciones eran de madera, dentro de este pensamiento hay que entender como carpinteros a: arquitecto, constructor, albañil, etc., en un sentido generalizado "artesano". Aunque dentro de todos estos el preferido por Musashi es el carpintero, y hace un paralelismo entre éste y los samuráis aún con sus diferencias), por ejemplo, consiste en perfeccionar el uso de las herramientas en función de un plan previamente diseñado siempre de acuerdo a unas medidas correctas a las que debe ceñirse su trabajo, en el que pasan la vida entera.
Cuatro son pues los Caminos: el del guerrero, el campesino, el artesano y el comerciante.
Comparación entre el Camino del carpintero y el del guerrero
La comparación entre el Camino del guerrero y el del carpintero se establece a partir de la misma noción de "casa" o linaje.
Se habla de casa noble, de casas de guerreros, de las cuatro casas (se refiere a las cuatro ramas de la familia Fujiwara, que dominaba Japón en el período Heian), se habla de las casas en decadencia, casas prósperas, del estilo de la casa, la tradición de la casa y del nombre de la casa. El carpintero utiliza un plan maestro para sus construcciones de igual modo a como lo hacen un general durante sus campañas en los campos de batalla. Si quieres aprender el arte de la guerra, medita con calma sobre lo que vas a leer en este libro.
Que el maestro sea la aguja y el hilo el alumno, para que los dos practiquen sin descanso.
Como el maestro carpintero, el general debe conocer las leyes naturales, las leyes del país y las leyes de las diferentes escuelas y familias. Tal es el Camino del experto. El maestro carpintero debe conocer las teorías arquitectónicas para la construcción de torres y templos; es capaz de diseñar los planos que permitan construir palacios y sabe dirigir a los hombres a su cargo para que levanten los edificios. De tal manera que, el Camino del carpintero, es el mismo que el del comandante de una familia guerrera, (las grandes familias samuráis aparte de tener el control político de Japón poseían ejércitos privados. Los jefes de estas familias eran dueños y a la vez comandantes de los mismos).
Debe saber elegir las maderas que utilizará en sus construcciones: maderas largas, rectas y sin nudos, de la más bella apariencia, para el exterior y recibidor; para las zonas privadas del interior de la casa empleará las que pueden tener algún pequeño defecto; para el pórtico, dinteles y las puertas correderas escogerá una madera vistosa, aunque sea más débil que las anteriores, de igual modo que utilizará la madera más recia, por más que sea nudosa o esté torcida, en aquellos lugares que hayan de soportar un paso o uso constante.
Y por último aquella madera frágil o absolutamente nudosa se utilizará para la construcción de los andamios y más tarde como leña para alimentar el fuego.
El maestro carpintero elige a sus obreros de acuerdo a sus habilidades: soladores, especialista en puertas, en pórticos, en dinteles, techadores y así sucesivamente. Los menos diestros tenderán las viguetas en el suelo y los de peor capacidad cepillarán la madera de la tarima, fabricarán cuñas y realizarán los trabajos menores. Y si el maestro por su conocimiento ocupa a cada uno de sus hombres en las tareas adecuadas y les exige el máximo rendimiento en el empleo de la técnica el resultado final será bueno. Para ello, además, tendrá siempre en cuenta las habilidades y limitaciones de sus hombres, deambulará entre ellos sin hacerles peticiones irracionales, sabrá de su moralidad y de su espíritu, alentándoles siempre que sea necesario. Tal es también el principio fundamental de la Estrategia.
El camino de la estrategia
El carpintero, como el soldado, afila sus propios instrumentos (hace un paralelismo entre la espada de los samuráis y las herramientas de los artesanos). Viaja siempre acompañado de sus útiles de trabajo, cuidándose de que estén en perfecto estado, y trabaja a las órdenes del maestro carpintero.
Levanta columnas y vigas, cepilla el suelo, graba o esculpe según las órdenes recibidas; concentrando toda su atención hasta en los más mínimos detalles. Este es el arte de los carpinteros; cuando el operario posea la técnica y domine la habilidad en la medición de las distancias será él también maestro.
El objetivo del carpintero es, utilizando sus herramientas que conservará del modo más perfecto, hacer tanto los pequeños altares (llamados Tokonoma, son altares Shinto que hay en los hogares japoneses), como las mesas, las lámparas, las estanterías. pues todas ellas son especialidades de los carpinteros. Para los soldados es exactamente igual; reflexiona bien sobre ello. Se preocupará el maestro de que su trabajo final sea equilibrado y no deforme, que las juntas queden seguras y de que el resultado sea perfecto en su conjunto y no simplemente en la suma de sus partes. Esto es esencial. Si el que lee este libro quiere aprender realmente el Camino, habrá de considerar con exquisito detenimiento lo que en estas páginas se escribe y contrastar sus enseñanzas en el mundo.
Breve nota sobre los cinco libros que constituyen este libro de estrategia
Mostraré el Camino mediante cinco libros; cada uno de los cuales observará aspectos distintos. Estos libros son: Tierra, agua, fuego, viento y Vacío.
Explicaré el cuerpo general del Camino de la Estartegia, desde el punto de vista de mi escuela Ichi, en el libro de la Tierra. No se puede realizar el verdadero Camino sólo a través de la esgrima. Se han de conocer los más pequeños detalles y a la vez las más grandes verdades, lo más superficial y lo más profundo. Por ello, como si trazara un recto camino sobre la tierra, llamo a este primer texto "Libro de la Tierra".
El segundo es el libro del Agua, que tomaremos como ejemplo, pues nuestro espíritu debe parecerse al agua. El agua toma la forma del recipiente que la contiene, es a veces apenas un hilillo frágil y otras el bravío mar. El agua es de un tenue color azulado, con esa misma claridad mostraré la esencia de la escuela Ichi en el libro del Agua. Si se poseen los principios del arte de la esgrima y se puede vencer a un enemigo, se puede entonces vencer a cualquier hombre de la tierra. El espíritu preciso para derrotar a un hombre es el mismo, en esencia, que el necesario para derrotar a diez mil hombres. Los practicantes del Camino de la estrategia realizan a partir de pequeñas cosas, las más grandes: del mismo modo que se construye una gran imagen de Buda partiendo de un pequeño modelo. No me detendré más en ello, por el momento. El Camino de la Estrategia consiste en, dado un pequeño detalle, conocer diez mil cosas importantes. De esta manera explico la esencia de mi escuela en el libro del Agua.
El tercer Libro es el del Fuego y trata del combate. El espíritu del fuego es fiero, por más que el fuego sea pequeño o grande, al igual que los combates. El camino de la guerra es el mismo para un combate hombre a hombre que para las batallas en las que se enfrentan diez mil guerreros por cada bando. Deberás descubrir ese espíritu tanto en lo grande como en lo pequeño. Lo grande es siempre fácil de reconocer, no así lo pequeño. De tal modo que aunque es posible descubrir los movimientos de un gran número de personas durante una batalla no es fácil pronosticar las acciones de un solo enemigo durante un combate singular, pues con un rápido cambio mental puede modificarlos a cada instante.
Se debe reflexionar sobre esto. La enseñanza de este libro es, en esencia, que se debe practicar día y noche la toma rápida de decisiones. Pues es fundamental en el Camino de la Estrategia que el entrenamiento constante sea una parte normal de la vida para que el espíritu permanezca inmutable en cualquier situación. Y así se expone en el Libro del Fuego.
El Libro del Viento ocupará el cuarto lugar. Las enseñanzas contenidas en este libro no sólo conciernen a nuestra escuela, Ichi, sino también a todas las demás escuelas de Estrategia. La palabra "Viento" hace referencia a todas las tradiciones (el Kanji Viento, significa también tradición y estilo en la lengua japonesa): a las antiguas, a las actuales, a las tradiciones familiares, etc. En este Libro explico claramente todas las estrategias de las distintas escuelas. Esto es: la tradición. Pues es difícil conocerse a sí mismo si antes no conoces a los demás. En todos los Caminos se producen errores.
Aunque practiques el Camino diariamente si tu espíritu se separa de él, por poco que sea, y caes en el error, puedes pensar que intentas seguir el buen Camino pero que, decididamente, no es el verdadero. Al no seguir el verdadero Camino un error, aunque sea mínimo, provocará más tarde otros mayores. Reflexiona sobre ello.
Las demás escuelas han sido concebidas como simples centros de enseñanza de la esgrima, y aunque no es irracional que sea así, nuestra escuela piensa que, por más que incluya entre sus enseñanzas fundamentales la esgrima, ésta no debe ser tomada nunca como un objetivo aislado y exclusivo. En este libro del Viento explico lo que se entiende por Estrategia en las demás escuelas.
En quinto lugar he dispuesto el Libro del Vacío. Por Vacío entiendo aquello que no tiene principio ni fin. Observar sus enseñanzas significa a la vez no observarlas. El Camino de la Estrategia es el camino de lo natural: cuando logres aprehender el poder de lo natural, harás tuyo el ritmo de cualquier situación, serás así capaz de golpear al enemigo naturalmente y derrotarle también con naturalidad. Tal es el camino del Vacío y en el Libro que lleva su nombre explico cómo seguir el verdadero Camino siempre en armonía con lo natural.