La Escuela de Aikido de El Sauzal se complace en invitarles a las 1ª Jornadas sobre el Bienestar de la Mujer a través del Aikido, que se realizan por primera vez tanto en nuestro municipio norteño, como en nuestra tierra Canaria.
Pretendemos abrir nuestras puertas para dar a conocer este Arte tan femenino y tan sutil, a todas aquellas mujeres que deseen ampliar sus horizontes con el objetivo de aumentar su calidad de vida.
Las jornadas están abiertas a la participación para todas aquellas interesadas que lo deseen.
Con motivo de estas jornadas, nuestro profesor Ishana Pérez, ha sido entrevistado en el programa, "ES TIEMPO DE CAMBIAR", de Sonia de Juan, en Radio Isla.
Por segunda vez en Radio Isla, Sonia de Juan en su programa "ES TIEMPO DE CAMBIAR" ha entrevistado a nuestro Sensei Ishana Pérez, y a nuestra compañera Ana Covadonga.
Afortunadamente cada vez más la mujer va conquistando espacios donde exponer su potencial creativo y dinámico, ya lo dice el texto Sakti Sangama Tantra, cuando expone:
La mujer es la Creadora del Universo.
Ella es el cuerpo mismo del Universo;
la mujer es el apoyo de los tres mundos,
es la esencia misma de nuestro cuerpo.
No hay otra felicidad que la que la mujer puede adquirir.
No hay otro camino que el que la mujer puede abrir para nosotros.
El aporte de la mujer dentro del mundo marcial ha estado presente a lo largo de toda la historia del Budo (las Artes Marciales). Desde tiempos antiguos, las epopeyas, los descubrimientos arqueológicos y el cuidadoso trabajo de los antropólogos, indican una amplia participación de las mujeres en la vida del clan o de la tribu.
En los periodos pre y protohistóricos, desde las heladas tierras del norte de Europa hasta las culturas tropicales desde Egipto, Mesopotamia, en la antigua Esparta, en los clanes célticos de Europa occidental, en las tribus nómadas que vagaban por las estepas de Mongolia, y por su puesto, en muchas culturas de clanes del sudeste de Asia, China y Japón.
De este último país podemos citar a la mítica Tomoe Gozen (1157?-1184?) fue una guerrera samurái u Onna bugeisha, durante el período de las Guerras Gempei (1180-1185).
Según El cantar de Heike (poema épico clásico de la literatura japonesa): Tomoe era especialmente hermosa, de piel blanca, pelo largo y bellas facciones. También era una excelente arquera, y como espadachina esta guerrera sumaba por muchos, dispuesta a confrontar un demonio o un dios, a caballo o a pie.
Tomoe Gozen en acción en la batalla
Domaba caballos salvajes con gran habilidad; cabalgaba por peligrosas pendientes sin rasguño alguno. Cuando una batalla era inminente, Yoshinaka la enviaba como su primer capitán, equipada con una pesada armadura, una enorme espada y un poderoso arco; y ella era más valerosa que cualquiera de sus otros guerreros.
Se estima que Tomoe (nombre que significa Círculo Perfecto) nació en torno al año 1157 en una familia de samurais, por lo que, como era costumbre, todas las mujeres de su familia se adiestraron en el manejo de la Naginata, lo cual era necesario para proteger el hogar. Subir
Amaterasu la Diosa del Sol
Mujeres guerreras japonesas
En los primeros siglos de historia de Japón, se hizo evidente la fuerte carga matriarcal que tenía la sociedad. Una muestra de ello fue el papel y el énfasis conferido a Amaterasu (es la diosa del sol en el Sintoísmo) dentro del mito de la creación entre todos los Kami (deidades del Shintoismo). Entre las primeras crónicas japonesas, se recurren a las reinas dirigiendo el ejército contra fortificaciones enemigas a lo largo de Yamato o del estrecho de Corea, -que nos recuerda el mito de nuestras Amazonas-.
De esto también quedó constancia en documentos chinos, donde un enviado aseguraba que una mujer, Himiko no Yamatai, era considerada como la máxima autoridad gobernante del país. A partir del periodo Heian las mujeres dejaron de participar directa y activamente en los campos de batalla. No obstante, seguían practicando Artes Marciales y técnicas de auto defensa. El Naginata (se parece a una alabarda europea) era su arma preferida debido a su largo alcance y versatilidad, junto con el Yari (lanza de hoja recta). Estas armas solían estar colgadas en las puertas de los hogares por si algún intruso se presentara. También eran especialistas era un puñal corto llamado Kaiken, que era útil en combates a corta distancia.
En este periodo Heian, en que dejaron el campo de batalla, pasaron a ocupar una posición importante en la jerarquía cultural de la época. Algunas damas aristocráticas del estatus Kuge (aristocracia de la corte imperial instalada en Kioto) surgieron como figuras de una profundidad y notificación asombrosas. Su producción literaria, aunque no estaba expresada en la forma rígida y pedante de los escritos clásicos chinos, que por lo general, preferían los estudiosos de aquel tiempo, nos proporcionan una de las primeras manifestaciones de una forma de expresión verdaderamente ingeniosa.
Mujeres aristócratas de la época Heian contemplando la belleza del paisaje.
La profundidad de percepción, así como su complejo contenido, ayudan a explicar por qué varias emperatrices y damas aristocráticas de Nara y Kyoto ejercían tal poder, gobernado directamente o guiando de forma más sutil los asuntos de estado desde lugares de retiro o reclusión.
Mujeres realizando un combate de naginata contra sable.
Es evidente que la historia nos demuestra la vinculación y el protagonismo de la mujer en la práctica de las Artes Marciales. Es por ello que en la actualidad la mujer ha ampliado el campo de práctica en estas Artes y de una manera especial se ha ido integrando cada vez más en las modalidades deportivas, Karate, Judo, etc., rescatando del pasado otras que han estado más olvidadas, para que no se perdieran, un ejemplo de ello es Atarashii Naginata, una nueva forma de trabajo con la lanza nacida del estilo más antiguo: Naginatajitsu.
El Aikido pertenece a este grupo de Artes Marciales más novedosas y recientes, que no por ello, deja de ofrecer un gran potencial desde el punto de vista físico y espiritual. Aportando auténticas mejoras en la calidad de vida de las mujeres, -autocontrol, aumento de la confianza, mejora de la autoestima, seguridad en sí misma, rejuvenecimiento físico, y un largo etc.-. Subir
¿Qué le puede ofrecer el Aikido a la mujer de hoy en día?
Lo primero es la versatilidad de las diferentes materias que pueden trabajarse dentro de este Arte Marcial, que nos ofrecen a través de su práctica un trabajo intangible que se va asimilando mediante el ejercicio del trabajo con sable, manos desnudas, trabajo con bastón o palo y la práctica con el puñal corto.
Esto se expresa muy bien en el texto Taoista por antonomasia que es el Tao Te King, en el libro II verso LXXVIII, se lee:
"Lo blando vence a lo duro y lo débil vence a lo fuerte. En el mundo nadie hay que no lo sepa; pero nadie lo practica".
Este aspecto, fundamental, esta presente en todas las mujeres, su templanza, su suavidad, su delicadeza, su afabilidad y sobre todo su dulzura, para reconducir lo rudo, lo tosco, lo bruto y lo ordinario bajo su aparente vulnerabilidad.
Tenemos otro aspecto dentro de la educación en Aikido que se denomina TAKE-MUSU AI-KI, literalmente "Marcial - Creativo". Ya hemos visto que el ideal más alto del aspecto marcial es lo blando, lo dúctil, lo adaptable, en definitiva, lo Yin, -el principio femenino por excelencia-.
TAKE en Aikido quiere decir también valentía, bravura, valor, son cualidades que se dan en cada movimiento que realizamos, bien sea con nuestro cuerpo o con cualquier arma.
Esto nos ayuda a que aumente nuestra confianza, nuestra autoestima, revelándonos todo aquello de lo que podemos ser capaces si aunamos mente y cuerpo.
MUSU es nacimiento, la creación de la vida -tanto la propia, la que podemos dar, como la que nos rodea- y hace referencia a un renacer de una nueva persona, vacunada contra la energía agresiva, la depresión, el estrés.
Por lo tanto MUSU significa, crear continuamente nuevas técnicas de armonización que unan las cosas.
De esta manera llegamos inevitablemente a AIKI que significa armonía y que nos permitirá afrontar la vida con valor, convicción y creatividad, aplicándolo a todo nuestro entorno: personal, laboral. Subir