
Conocí a Sensei a mitad de la década de 1990, que fue cuando me trasladé a la isla de Tenerife por razones laborales.
En mi caso particular, nunca había hecho Aikido, pero buscaba una actividad que me liberara del gran estrés que implica mi profesión y la vedad que dí en la diana doblemente, tanto por la actividad elegida, como por el sistema que tiene Sensei para transmitirla.
Fue una sorpresa después de tantos años que Sensei contactara con migo para hacer el prólogo de su nuevo texto y, por su puesto, es un honor para mí contribuir con mi granito de arena a la gran labor que Sensei está haciendo.
El nuevo texto de Sensei, es un estudio muy profundo sobre la mecánica que hace posible la práctica y las sensaciones que produce ésta. Aspectos que debemos de cuidar y seguir para podernos formar bien, porque todo aquel que sea afortunado de caer en sus manos lo tienen garantizado.
En el capítulo 1: Sensei lo enfoca sobre el descubrimiento del cuerpo, donde toca temas como: el control de la postura, la lateralidad, el equilibrio, la coordinación, entre otros. Son cosas claves para desarrollar una buena educación psicomotriz, aspectos que cuida mucho en cada clase o en cada seminario que imparte.
En el capitulo 2: nos habla de la autosensación, tanto en el déficit motórico, en el déficit perceptivo, como con las sensaciones negativas. También nos invita a recuperar las sensaciones ya olvidadas, que en el caso de los que llevamos un tiempo sin practicar, todos esos consejos nos van a venir muy bien para poder retomar de nuevo el ejercicio.
En el capítulo 3: habla sobre el reconocimiento del propio cuerpo, para afrontar el estudio de la técnica en las mejores condiciones posibles. Esto me ha traído muchos recuerdos de mis inicios con él.
El capítulo 4: lo enfoca sobre tres aspectos.
La primera parte, enumera 20 puntos, donde confluyen aspectos tanto mentales, energéticos como técnicos. Siempre Sensei persigue el equilibrio dentro de su docencia para la mejora de aquellos que tiene a su cargo.
La segunda parte, es una explicación muy minuciosa sobre toda la estructura, lo hace desde la plantas de los pies hasta la coronilla. Si hay una cosa que distingue el trabajo y la enseñanza de Sensei, es la importancia que da al conocimiento y el uso correcto del cuerpo. Puede que eso sea producto de su aprendizaje en el Yoga que practica desde hace mucho tiempo.
La tercera parte, la orienta sobre el uso de los segmentos corporales que intervienen en la ejecución técnica, que posteriormente lo condensa en los dos tipos de armonías (internas e internas). Aquí se hace patente la importancia que siempre le ha dado a la mecánica corporal a la hora de hacer las técnicas.
En el capítulo 5: nos adentra en los diferentes tipos de energías que animan el Keiko. Enumera 31 de éstas energías que usamos cada vez que practicamos, que si somos capaces de cultivarlas, veremos como nuestra práctica personal se va transformando poco a poco y, no lo digo por la lectura de su obra, si no por el tiempo que estuve formándome con él.
Con lo diáfano que caracteriza a Sensei, al final de este capítulo, nos menciona los aspectos que hacen que podamos rentabilizar mejor las distintas energías, como los errores más comunes que cometemos cuando las desarrollamos.
En el capítulo 6: explica cómo aplicar de forma inteligente la mecánica corporal. Digamos que en este apartado, condensa todo lo expuesto anteriormente de una forma muy concisa.
En las conclusiones: nos habla con brevedad, sobre los pasos necesarios para poderse educar de forma correcta cuando se afronta el proceso educativo en Aikido. En mi opinión, es una buena guía para las personas nuevas que quieran estudiar con él.
Una cosa que hay que agradecer a Sensei, es que en cada punto pone ejemplos concretos sobre el tema que está tratando, no solo con la teoría, sino con vídeos y enlaces que amplían aún más su exposición, si no he contado mal, hay 333 enlaces y 42 vídeos. Eso es una gran ayuda para nosotros los estudiantes, porque nos hace comprender mejor en base a ese apoyo referencial.
Hay aspectos muy sutiles, como por ejemplo, lo de trabajar con las diferentes energías, junto con las distintas armonías llevadas al uso de la estructura. ¡Complejo leyéndolo, imagínense en el momento de aplicarlo! Pero ese es otro rasgo distintivo de Sensei, ponerte metas constantemente para que te superes.
Sensei sigue aportando al mundo del Aikido, aún con su larga trayectoria y lo hace con lucidez, rigor, innovación y con un gran conocimiento sobre lo que expone, tanto de lo que es tangible, como de lo que no es tangible en el Aikido.
Muchas gracias Sensei por hacerme parte de esta obra y, a ustedes si están leyendo éste prólogo, animarles a leer y a reflexionar con mucha calma este gran texto para sumarlo a la práctica que hacen cada día.
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Lucien Blanc.
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