Un editorial del mes de Mayo de 2022. Por el Sensei Ishana Pérez
“Todo el mundo aprende lo que se puede aprender, pero el hombre perfecto es aquel que aprovecha su momento.”
Goethe.
Si uno está atento en las explicaciones que da el Sensei con una sola oportunidad sería suficiente para poder hacer lo mostrado sin dudas ni indecisiones (hablamos del modelo clásico con cuatro repeticiones según los puntos cardinales o cuando lo hace a nivel individual), pero cuando te explican algo y no estás atento para asimilarlo suele ser porque mentalmente no estás ni en el Dojo ni en clase.
Quiero referirme a tres momentos que se suelen dar mucho en los Dojos cuando se plantea mostrar el aprendizaje.
El 1º es cuando no lo captas por desconocimiento, esto el algo obvio, por esa razón se muestra lo que hay que hacer a través de la figura del Sensei. Pero lo que sí debe de estar presente en el estudiante es el desarrollo de las distintas capacidades internas para poder captar bien la explicación-información. En nuestro Dojo para tal menester, ofrecemos a los alumnos un método que les ayuda a captar las explicaciones y que le facilita mucho el aprendizaje nada más llegar a nuestra escuela, es el siguiente:
Cómo se deben observar las explicaciones que hace el Sensei en el centro del tatami para mostrar lo que se debe practicar en clase.
Se parte de la base que el Sensei explica cuatro veces, siguiendo los puntos cardinales.
Siempre las explicaciones se hacen en pareja: el Sensei y un alumno.
Tanto el cuerpo del Sensei como el del alumno se divide a la mitad: una parte va desde la cabeza hasta la cintura y la otra parte de la cintura a las plantas de los pies.
En la 1ª explicación miramos al Sensei desde la cabeza a la cintura, para observar la colocación del cuerpo para la partida en la ejecución de la técnica, el trabajo de las manos, el uso del pecho, los hombros, etc.
En la 2ª explicación, hacemos lo mismo con el estudiante que está colaborando en la explicación, en especial, cuál es el ataque que realiza, la manera de hacerlo, la forma de moverse y de relación con el Sensei, etc.
En la 3ª explicación miramos al Sensei de la cintura a los pies, para darnos cuenta del desplazamiento que realiza, es decir, el uso y el trabajo de los pies, cómo utiliza el Kamae -la postura-, el uso de las rodillas, la utilización de la cintura, como se vale de la pelvis en la acción, como edifica la técnica que está explicando, bien sea ésta de proyección o de control, etc.
En la 4ª explicación miramos al estudiante para ver como sigue al Sensei, el rodamiento que hace cuando le aplican la técnica -el Ukemi-, cómo coloca el cuerpo para realizar la salida de éste para iniciar de nuevo el siguiente ataque, cómo calcula el Ma - ai correcto (la distancia de seguridad), etc.
Realizando este sencillo proceso se desarrolla la atención, la concentración y se aprende a observar la acción, que posteriormente va a favorecer una buena dinámica cuando el alumno tenga que ejecutarla. Todo esto nos lleva a profundizar en la agudeza visual en estático, en la visión concéntrica, en la visión periférica, en el reconocimiento inmediato y lo más importante, se pone en práctica las bases del aprendizaje: observar, copiar, imitar y repetir.
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