Entrevista al Sensei Ishana Pérez por el 30º Aniversario del Dojo Kuubukan

        Buenos días Sensei, ¿cómo está?

        Muy bien, ¡un té!

        Sí, gracias.

        Y tú cómo te va por Londres.

        Bien, mucho frio, no como aquí.

        Cómo llevas tu meditación.

        Cada día.

        Eso me alegra mucho, no dejes de hacerla, ya sabes que es muy importante.

        No, no se preocupe, creo que ya es adicción.

        Bueno eso quiere decir que has evolucionado más desde la última vez que nos vimos.

        No lo sé, pero es parte importante de mi vida actual.

        ¡Perdone Sensei!, le agradezco mucho su interés por mí, pero el motivo de esta visita es que yo fuera la entrevistadora.

        ¡Ha! Perdón, debe ser deformación profesional. -Se ríe-.

        Me gusta saber dónde están mis alumnos, eso es parte de mi trabajo.

        Una última cosa que para mí es importante.

        Quiero agradecerte mucho tu buen y gran trabajo con el apartado de la Newsletter, gracias a ti nos leen en ingles. Espero que esto también lo pongan cuando monten la entrevista.

        Sí, lo haremos.

        Seguro.

        Sí.

        Gracias.

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        Sensei, ¿cuál es su visión actual -con sus 30 años de experiencia- dentro del Aikido?

        Bueno, a pesar que somos un Budo joven -Gendai Budô- y con una trayectoria corta, creo que no se tiene en cuenta a la tradición, por ej., se ha hecho un negocio en vez de una Vía.

        ¿Qué quiere decir exactamente?

        Es legítimo que las personas cobren por realizar su trabajo, pero de eso a hacer estructuras que funcionan como si fueran empresas es muy distinto. Y lo peor, el estudiante -dentro de esta mentalidad- se ve como una inversión, no como alguien que busca un medio para mejorar en su vida.

        Ya lo advirtió en primer Doshu (Kisshomaru Ueshiba) en su momento y con una visión muy adelantada a su tiempo:

        El Sensei nos lee.

        "Tanto los instructores de Aikido, como los alumnos, deben consagrarse a conocer verdaderamente a fondo el Arte, sondear sus profundidades, a disipar las distorsiones y a presentar su auténtica imagen, pues, de lo contrario, el desengaño de la gente interesada será grande e irreversible".

        Lo que percibo y me comentan muchos practicantes es que están muy desilusionados con el funcionamiento de dichas instituciones, “somos números que abonamos nuestras cuotas y nada más”, -me dicen-; por esa razón creo que están creciendo los Dojos de Aikido que tienen otra visión y las viejas escuelas -Koryû Budô-, porque su funcionamiento es más familiar y las personas se sienten más atendidas, ¡como debería ser!

        ¿Cómo ve la evolución técnica desde sus comienzos a hoy en día dentro del Aikido?

        Bueno todo va evolucionando, esto es debido también porque los aikidokas progresan y los Senseis consolidados se concentran más en los aspectos de Ha y de Ri, y como consecuencia el bagaje aumenta.

        Pero lo que si me llama la atención es que se ha perdido la visión y la práctica de entender lo suave a través de lo duro.

        Por favor, aclárenos más este aspecto.

        Dentro de la estructura de evolución técnica del Aikido -que nada tiene que ver con los grados-, hay que pasar por cinco periodos de evolución: dejarse llevar, sólido, flexible o fluido, líquido y gaseoso. Estas formas de afrontar la práctica te van dotando de un conocimiento y una profundización dentro del Kihon bastante extensa, y lo que es más importante, no te estancas en tú evolución.

        Lo que observo hoy en día en una amplia mayoría, es que su forma de hacer es como una coreografía que nada tiene que ver con el Aikido ni con el Budo. Tampoco digo que se tenga que hacer de forma ruda y primitiva con su soporte en la violencia, lo que quiero decir es que la práctica tenga contenido, eso significa que el ataque tenga consistencia para que se produzca la adecuada respuesta, es decir, hacer Ai - Ki; si se aplican los cinco métodos que antes te comenté y el proceso clásico de educación de Shu, Ha y Ri, ellos solos te van situando en cada estadio, (para ampliar la información ver la obra de nuestro Sensei Ishana “Metodología para la Formación en el Arte del Aikido”, aparatado 2.10 La Planificación).

        ¿Y en nuestro Dojo en particular?

        En los tres primeros años, -eso corresponde con el noviciado-, los alumnos no pueden salir del método de aprendizaje de “dejarse llevar”, la razón de ello es: en primer lugar, por la seguridad de los estudiantes, -no se puede hacer daño o romper a las personas-; en segundo lugar, para que el contacto con el Arte del Aikido sea fácil y lúdico; y por último, para que tomen consciencia de su cuerpo-estructura y obtengan una buena educación física.

        Después, todo va a depender del compromiso de los discípulos. En función de eso el progreso será más lineal o aparecerá el efecto sierra, es decir, con altibajos.

        ¿Por qué dice eso?

        Porque lo más difícil para las personas es regular sus vidas, con el objetivo de disponer de tiempo para sus responsabilidades personales y atender a sus aficiones.

        Entonces, que opina del compromiso de nosotros, -sus estudiantes-.

        Es peligroso generalizar.

        Ya, pero qué opinión tiene usted.

        Creo que falta regular mejor la vida para tener un compromiso más sólido con la práctica. Hay algunos de ustedes que tienen un buen compromiso con el Arte y con el método, y creo que ustedes mismos van comprobando los avances que hacen. Pero existen otros donde el compromiso es muy débil o nulo.

        Sensei, cuando usted escribe las editoriales piensa en nosotros, sus alumnos.

        Como bien sabes las editoriales en cualquier medio marca el pensamiento, la dirección, o la opinión del colectivo donde se publican.

        De momento escribo en un 80% para ustedes, -los alumnos-. Intento dirigir, orientar e informar a cerca de la educación del Arte del Aikido según mi nivel de comprensión en base a mi estadio dentro de la disciplina; que es mi responsabilidad en nuestro Dojo.

        El otro 20% es para el público en general; trabajo sobre escritos que me llegan de otros colegas, conversaciones que mantengo con ellos, opiniones-sugerencias de practicantes que me las comentan personalmente, o me las hacen llegar bien a través de las redes sociales o vía e-mail.  

        Sensei, ¿por qué a veces es tan severo y a veces tan transigente con nosotros sus estudiantes?

        Bueno, soy muy severo cuando las personas comienzan a formarse, la razón de ello es que hay que poner muy bien los cimientos: la etiqueta, para saber cuál es la posición de cada cual. La técnica, hay que plantar bien las bases para que después las personas florezcan con su creatividad. El Dojo, que no es un gimnasio, ni un centro social, ¡es un centro de enseñanza! Hay que hacerles comprender a las personas todo eso.

        Algunos lo comprenden cuando lo abandonan, en especial cuando lo recibido en el Dojo les puede salvar la vida, como ocurrió recientemente con un ex alumno. Me llamó para darme las gracias y contarme su accidente. Lo curioso de esta anécdota, es que no tenía nada que ver con la defensa personal.

        En realidad, esa buena fortuna no es mérito ni mío ni del Dojo, sino fruto de su trabajo y de su permeabilidad a lo que se imparte en nuestro centro de enseñanza; hay un viejo proverbio chino que dice: “Cuando bebas agua, recuerda la fuente”.

        Y por último la Vía, mi trabajo consiste en alejarme lo menos posible de ella, -a pesar de mis muchos errores-, y de mantener, guardar y dar continuidad a esa llama en nuestra casa.

        Soy transigente cuando las personas conocen la etiqueta, desarrollan la técnica bajo nuestro Kihon, saben respetar, apoyar y colaboran en el desarrollo nuestro Dojo. Y en la medida de su compromiso se adentran en el estudio de la Vía; ¡esto no es un deporte! Es un camino que cada cual elige andar por motu propio, y los demás que estamos a su alrededor somos sus acompañantes y cómplices.

        Llegado este momento, es cuando descanso -por eso soy transigente-, pero no me relajo, si hay que poner a alguien en su sitio no tengo reparos en ejercer mi autoridad. No me gusta mucho, porque creo que las personas son inteligentes y si se han formado bien, son respetuosas y educadas no es necesario llegar a esas situaciones tan drásticas, ¡pero desgraciadamente, hay ocasiones en que hay que hacerlo!

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        ¿Qué opina de la tradición?

        ¡Vital!, pero con innovación.

        ¿Y cómo se conjugan esos dos aspectos?

        Primero conociendo la tradición, es decir, formarse muy bien en todos los aspectos. Luego, con mucha imaginación sin perder de vista a la tradición.

        ¡Y eso no puede ser peligroso!, no estamos jugando con fuego.

        Por eso digo “sin perder de vista”, si se pierde la visión es cuando se entra en el túnel y éste puede que no tenga salida.

        También hay que contemplar el aspecto de que el Aikido es un Arte joven, y como tal, está abierto a que se sumen aspectos que pueden mejorarlo, -esto es una visión personal mía, ¡por supuesto!-, pero creo que eso es lo que hizo O Sensei cuando lo creó.

        ¿Por eso basa su calentamiento para Aikido en el Hatha-Yoga?

        Sí, entre otras cosas.

        Y en qué puede mejorar el Hatha – Yoga al Aikido.

        Lo primero es que mejora la calidad de vida de las personas que hacen Aikido, -al menos en mis Dojos-. Después, facilita el papel del uke y del tori, porque hace que sus cuerpos sean más dúctiles y flexibles, en especial cuando se tienen unos cuantos años.

        El Aikido es un Arte muy dinámico y he notado a lo largo de todo este tiempo que se les hace muy cuesta arriba a los estudiantes tener un autoconocimiento de la propia estructura. En esto el Hatha – Yoga es fantástico, porque como se realiza en estático o semidinámico el alumno se le hace mucho más fácil obtener ese conocimiento propio, para luego aplicarlo en la dinámica.

        Pero parecen disciplinas muy dispares la una de la otra. ¿No?

        El Hatha-Yoga y el Aikido no están tan alejados como cabria esperar, por ejemplo: en Hatha-Yoga están los cinco elementos -el espacio, la tierra, el agua -que es por excelencia el elemento del Aikido-, el fuego y el aire, en Aikido también. Otro día te los comento más ampliamente todos estos factores.

        En el Hatha-Yoga están las cinco técnicas que son: Drusthi, que representa el espacio para actuar a voluntad de cualquier modo y en cualquier dirección, es decir, hacer figuras o asanas, pero éstas se tienen que hacer con la atención dirigida, en la cual la energía de la consciencia se concentra en un objeto, proceso, situación o fenómeno concreto.

        Este procedimiento para concentrar de este modo la consciencia es la esencia de la práctica espiritual y por lo tanto del Yoga, recordemos que significa “Unión”. No te recuerda esto al Nen del Aikido: concentración, pensamiento, momento y unidireccionalidad de la mente para trabajar en el espacio; en palabras de Kisshomaru Ueshiba:

        El Sensei nos vuelve a leer.

        “El maestro Ueshiba enseñaba que el cultivo de Nen consistía en la concentración unidireccional del espíritu para buscar la unión con la realidad universal que nos trajo a esta vida terrena. Cuando la mente y el cuerpo, unificados por Nen se armonizan con el principio de un universo ordenado (yo personalmente creo que es nuestro universo particular, no las estrellas, -matiza Sensei-) la persona se libera del egoísmo y la vacilación, desencadenando un poder sobrenatural que todo lo ve”.

        Luego viene Asana, que representa la estabilidad, es decir, la capacidad de mantener la integridad estructural bajo condiciones de tensión. Este aspecto se relaciona directamente con el Aikido por el dominio de la estructura y el desarrollo de la forma -las técnicas-, porque estabilizando el cuerpo y los principios del Kihon, nuestra mente se estabiliza y se aquieta, igual que en las asana.

        Vinyasa es como el agua, -ya te he dicho antes que el elemento de la naturaleza relacionado con el Aikido es el agua-, Vinyasa representa la fluidez con movimientos armoniosos sin esfuerzo. Es el modo de adoptar las posturas, salir de ellas y ligarlas entre sí, digamos que es el aspecto cinético de la práctica. Esto entronca directamente con el Time en Aikido. Sin el instante preciso es difícil desarrollar el Aikido sutil y de nivel.

        Los Bandha son los ajustes musculares y energéticos que trasforman nuestras energías internas llevándolas a una armonía más profunda donde la mente se aquieta aún más. Esta parte se relaciona con el Aikido con la circulación del Ki por nuestro cuerpo y la capacidad de movilizarlo, por ej., el proyectar el Atari en las manos y los brazos -básicamente-, o a cualquier parte del cuerpo. “El Waza se practica consistentemente, pero el grado de maestría depende del grado de unificación Ki-mente-cuerpo, y ésta es la única base para evaluar el aprovechamiento en Aikido”, dice Kisshomaru Ueshiba.

         Pranayama es el proceso de refinar la calidad de nuestra respiración, esta quizás sea la parte más obvia para relacionarla con el Kokyu del Aikido. Porque es de todos sabido que sin Kokyu no hay Aikido.

        Como puedes observar, -por dejarlo aquí para no hacerlo más largo-, las relaciones que puede haber entre el Hatha – Yoga y el Aikido son muchas.

        Ya veo, nunca lo había visto de este modo.

        Otro aspecto que me interesa del Hatha-Yoga para mis alumnos, es que es la mejor educación física que conozco, porque es capaz de llevar el cuerpo-mente a cotas inimaginables. Creo que somos muy pocos los que nos hemos dado cuenta de ese potencial para enriquecer el Aikido, y por eso intento cada año con nuestro calentamiento llamar la atención de mis colegas instructores, para que se sumen a esta corriente que va a ayudar mucho a nuestros estudiantes.

        Sensei, ¿Cuántas horas al día dedica a la práctica?

        ¡En este momento no mucho!, a mi practica personal del Aikido dedico diariamente (5 días a la semana) 3h ½, aparte las horas de las clases que imparto, más, si tengo seminarios o intensivos de fin de semana.

        ¿Cómo distribuye esas 3h ½?

        Hago 1h. de meditación cada día, quiero decir, todos los días del año; 1h.30m. de Hatha-Yoga; ½ de armas, cada día una: los lunes me tocan Suburis y Awases de Jo; los martes lo mismo pero de Bokken; los miércoles me toca Kashima Shin ryu; los jueves Kumi Jo y los viernes Kumitachi. Y por último ½h. de Chi-Kung.

        ¿Qué pondría usted en primer lugar? El Aikido o las personas.

        Parece una pregunta trampa. Las personas dan vida al Aikido y el Aikido educa a las personas, por lo tanto estamos ante la disyuntiva de qué fue primero, el huevo o la gallina.

        Luego hay otro problema, éste es, si se ponen en primer lugar a las personas -en una amplia mayoría- tienden a bajar el nivel y la exigencia que implica el Arte del Aikido, -como educación me refiero-. Por el contrario, si se pone el Aikido en primer lugar algunos pueden pensar que es un poco sectario, pero la realidad, -muchas veces-, nos muestra que es cuando se produce la evolución tanto en las personas como en el Aikido.

        Sensei, ¿qué opina sobre los distintos tipos de Aikido que hay hoy en día?

        ¡Legítimos!

        Tengo muy claro la forma de Aikido que sigo y seguiré. Esto es fruto de mi propia investigación cuando era 1º Dan; viaje muchos años y me recorrí todos los entornos que puede para ver distintos senseis y distintas formas de abordar la práctica. Después, hice un análisis para ver con la que me quedaba en base a mis experiencias en ese Shugyo y a la de mi formación de base.

        Y, ¿cuál es su referente a seguir en Aikido?

        En nuestro Dojo seguimos la senda comenzada por Yamaguchi Sensei, aunque ya no se encuentra entre nosotros, ese es nuestro referente.

        Las demás formas tienen todos mis respetos, ¡esté o no de acuerdo con sus planteamientos! Porque lo realmente importante para mí es que son aikidokas como yo.

        Creo que ya estamos en un momento donde no se puede hablar de “Aikido japonés”, está tan extendido que cada sitio le ha impregnado su idiosincrasia, por lo tanto, solo podemos referirnos a él como “Universal”. Y según mi percepción, ¡esto es solo el principio de lo que se avecina!

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        ¿Qué opinión le merece la política dentro del Aikido?

        Nefasto, es más, pienso que todas aquellas personas que se dedican a hacer política dentro del Aikido, tienen un gran vacío interno de búsqueda en la Vía. Por el contrario, si esa gente dedicara toda esa energía que emplean en poner piedras en el camino a los demás, a desprestigiar a otros, a lucrase…, la dedicaran a la práctica, estoy convencido que su consciencia estaría mucho más elevada.

        Se ve que no le gustan nada los políticos.

        Ciertamente, no me gustan ni un pelo, son oportunistas frustrados.

        El único político -en un sentido general- que merece todos mis respetos era Gandhi, su acción y su palabra era una, dicho por sí mismo: “La felicidad se alcanza cuando lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía”. Otra cualidad de Gandhiji era que no se dejaba arrastrar por los deseos mundanos, por el contrario, siempre pensaba en el bien común. Todo eso es producto del Yoga que fue una de sus fuentes de inspiración.

        ¿Qué diferencia ve usted entre la política y la gestión?

        Que en la política se manipula y en la gestión se administra. Quiero decir, en la política se promueve el favoritismo en función de los intereses, bien sean particulares o económicos, donde prima más la cantidad que la calidad.

        La gestión debería estar volcada para administrar tanto la parte formativa, -hay que pensar que trabajamos con seres humanos, no con un producto para sacarle rentabilidad económica-; como el método, la planificación, los grados, la gestión de los Dojos, etc.

        Usted no cree que si no participa de la política no va a pasar de 4º Dan.

        No me preocupa un reconocimiento escrito sobre mi grado. Sí me ocupo mucho de tenerlo en mi mente, mi corazón y en mi cuerpo.

        Creo que tengo tiempo, conocimientos y meritos para tener mucho más grado del que ostento, -a las pruebas me remito-, de hecho, el que tengo es por mis propios esfuerzos, nadie me ha regalado nada y honestamente creo que no pasare de aquí porque no voy a participar de la política.

        Sensei, ¿por qué su insistencia de que se regule la vida?

        Porque de ello depende lo que vamos a hacer y qué queremos ser. Cada vez más me reafirmo que las técnicas no son difíciles, que la filosofía es fácil de entender, que sudar no es agotador, pero a las personas se les hace muy cuesta arriba regular sus vidas.

        Regular la vida implica ordenar nuestra mente, eso significa discernir a que queremos o tenemos que dedicar nuestra atención y nuestra energía. Porque muchas personas no tienen atención y agotan su energía vital en cosas que no le aportan nada. Pero si por el contrario ordenas tu mundo personal, eso te va dotando de calma y serenidad interna.

        Soy partidario de que hay que contemplar cuatro aspectos para evolucionar, tanto en Aikido como en cualquier otra cosa que hagamos en nuestra existencia, y estos son: la familia, el trabajo, el ocio y en nuestro caso la práctica del Aikido.

        Si eso no está bien armonizado nada conseguiremos.

        ¿Y los grados?

        En los grados, -tal y como están estructurados en nuestro Dojo- implica una regulación de la vida para evolucionar, porque si no, no hay tiempo para estudiar-practicar.

        ¿Por qué pone “estudiar” en primer lugar? No es más importante la práctica.

        Pongo estudiar primero porque los grados hay que estudiarlos aparte de las clases oficiales del Dojo. En el fondo es una forma de práctica, lo podríamos definir como una práctica personal con el objetivo de un grado.

        Los grados son importantes, es una forma de evolución.

        Y cómo hay que enfocarlos según usted.

        Como un método de evolución para los que lo quieran hacer así, que previamente se ha planificado escrupulosamente.

        ¡Ha! ¿Pero hay otras formas de evolucionar?

        ¡Por supuesto!, por ej. teniendo una asistencia continua a clase y discerniendo con el cuerpo y con claridad cada uno de los principios.

        ¿Cómo se puede discernir con el cuerpo Sensei?

        Practicando y abandonando el pensamiento.

        No lo entiendo.

        Observando, copiando, imitando y repitiendo sin poner nada tuyo.

        ¡Ha! Bien.

        Otra forma es teniendo una práctica personal clara con objetivos concretos que tienen su soporte en las sesiones que se imparten en el Dojo, y éstas, en el Kihon que se ha establecido como método de evolución.

        También siguiendo los cinco métodos que te he comentado más atrás. Hay muchas formas de enfocar la evolución, eso va a depender de tus intereses, de tu estructura mental, de tu predisposición, de tu inversión de tiempo que quieras dedicar al Aikido, etc.

        Lo que hay que evitar dentro del proceso de los grados es el mercantilismo, el tráfico de influencias, el pago de favores, la política…; hay que tener muy presente que se tiene que sustentar la evolución en la ética y en el esfuerzo.

        Esto es aplicable tanto al Sensei responsable del Dojo, a los que componen un tribunal, como a los alumnos que se someten a este proceso.

        Para todos ellos los grados tienen que ser un reconocimiento a su trabajo, porque no sé si sabrás que los Senseis tenemos mucho trabajo cuando un alumno accede al proceso de los grados. Mucha gente desconoce este aspecto.

        Realmente hay tanto trabajo para los profesores.

        Cuando se huye de los peligros que mencioné más atrás, sí. Porque para un Sensei a grosso modo, primero tiene que ordenar las materias que va a impartir, luego impartirlas, para que las personas puedan estudiar; después, hacer un seguimiento para asegurarse de que se llevan bien los contenidos impartidos; lo penúltimo es hacer la prueba de evaluación y por último, revisar todo el proceso hecho para corregir lo negativo y reafirmarse en lo positivo.

        Como ves, hay mucho trabajo. Otra cosa muy distinta es cuando se le dice al alumno un mes antes que se va a examinar, (con este método solo se cobra y no hay trabajo para el profesor, matiza Sensei), en estos casos el propio interesado desconoce hasta el programa de estudios sobre el que le van a preguntar, en tal situación, solo puede reinar el caos.

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        Sensei, una vez le oí decir que en los seminarios los Senseis no deberían hablar extensamente dentro del Tatami, ¿por qué?

        Dentro de la forma tradicional de mostrar la enseñanza se hace con el gesto, esto puede haber sido influencia Zen, pero el objetivo es que el alumno desarrolle capacidades.

        ¿Cuáles?

        Por ejemplo la quietud, tanto física como mental, esto le ayuda a que su concentración sea penetrante y pueda captar-absorber lo que se le está mostrando, esto también le conecta con la intuición para penetrar lo que contiene la forma mostrada. Hay que tener muy presente que hay dos aspectos a tener en cuenta: Omote, lo que se ve, y Ura, lo que no se ve a simple vista, ¡pero está!

        Todo esto potencia el cerebelo, que es el centro regulador e integrador de las neuronas encargadas de la sensibilidad y del movimiento. Esto a su vez se relaciona cuando se tiene que copiar, imitar y repetir lo que se ha observado.

        Por otro lado está el Zanshin, el Tatami es una representación de los campos de batalla de antaño, -no seamos infantiles imaginando situaciones tontas-, por lo tanto tenemos que tener todo nuestro potencial mental y físico dispuesto para actuar, como en el pasado cuando estaba en juego la vida. Todo eso hace que la visión en sus distintas aplicaciones esté muy viva (para los interesados en ampliar este concepto de la “visión”, ver en cp. 3, apartado 3.5, pg. 193, de la 3º obra del nuestro Sensei Ishana, “La Planificación en Aikido a través de los Cuadernos Técnicos”, donde se explica ampliamente), el control es vital para no causarse daño, los ritmos para adaptarnos a las circunstancias cambiantes, etc.

        La verdadera comprensión viene a través del ejercicio con el objetivo de desarrollar capacidades y comprensión, bien sea en las clases oficiales, la práctica personal, los seminarios o los intensivos.

        Por otro lado está la enseñanza oral, -que es importantísima-, en el pasado ésta se daba en cualquier momento porque se vivía con el maestro y cualquier circunstancia se utilizaba para la instrucción en la Vía.

        En estos tiempos ese contacto con el Sensei, -en un sentido general- se hace en las sobremesas, en especial cuando viajas e impartes seminarios. Este momento no es lo que la gente suele hacer, -solo estar con el maestro para luego contárselo a los colegas-, hay que estar para hacer preguntas inteligentes, o con el Hara, para poder recibir buenas respuestas o respuestas vitales que te hacen despertar.

        Ya, pero hay Senseis que no se relacionan, o si lo hacen, lo realizan con unos pocos.

        Bueno aquí hay que contemplar dos aspectos:

        El primero es, si yo estuviera en un entrono -“Dojo”-, donde el Sensei no se relaciona con sus pupilos o lo hace con una élite, yo me preguntaría, ¿por qué? Y analizaría su comportamiento, ¡porque quizás no es un Sensei ni tiene un “Dojo”!

        Lo segundo, es la transmisión en la Vía. Inicialmente se escoge un grupo muy reducidos de alumnos, -los más capacitados-, no me refiero al intelecto sino al Hara, luego, entre esa selección el Sensei responsable del Dojo se centra en uno solo; es como las abejas cuando van a sacar a una nueva reina, que alimentan a una sola larva. Pero dentro de esta forma de transmisión no se abandonan a los demás, se les da en función de sus compromisos.

        Hoy en día los tiempos han cambiado, por lo tanto también tenemos que cambiar las formas, pero hay que seguir con el método de la enseñanza oral.

        ¿Y dónde y cuándo lo hace usted?

         Bueno, como fruto de mi experiencia no me parecía bueno que un alumno viajara de un país a otro para hacer un seminario, llegara al Tatami y de las seis horas de clase, tres fueran de charla, me parece una irresponsabilidad por parte del formador. Esas letanías interminables que se hacen en los Tatamis no son fructíferas.

        Por esa razón decidí hace tiempo cuando doy un seminario, bien hacer una pequeña conferencia fuera del horario lectivo con puntos concretos sobre la enseñanza, -totalmente opcional su asistencia-, o ya cuando se conoce al colectivo de un seminario a otro, se exponen temas concretos que le atañen a ese grupo especifico.

        Luego, fuera del horario de clases oficiales, programo clase teóricas-prácticas, dónde los estudiantes preguntan sus dudas sobre tal o cual técnica, o cualquier otro aspecto: etiqueta, filosofía, etc.

        Sensei, apropósitos de los seminarios, ¿por qué ponemos en nuestra Web los contenidos de lo que van a constar si nadie lo hace?

        El Sr. D. Manuel Campo Vidal en su libro “¿Por qué los profesionales no comunicamos mejor?”, comenta: “La comunicación dice mucho de nosotros mismos y nos acerca a los demás”.

        Es importante para nuestros estudiantes como para los que nos visitan, que antes de llagar al seminario sepan de antemano los contenidos que se van a impartir; creo que esto es de sentido común y de rigor profesional. Lo que se consigue con esta manera de actuar es que se aumenta el rendimiento y la eficacia de la enseñanza.

        Por otro lado, se da un servicio con mucha más calidad al que participa en el seminario, recuerda que en nuestro Dojo tenemos un sello de calidad , y hay que mantener ese caché, ¡independientemente que nadie lo haga! Otro aspecto a contemplar es que a lo largo de un año todo está planificado desde el comienzo, no hay improvisación con respecto a la enseñanza y sus contenidos.

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        En la Web del Dojo hay información diversa, ¿cuál es la razón de eso, siendo una Web de Aikido?

        Creo que en un Dojo no solo hay que dar instrucción marcial, también tenemos que ofrecer servicios para cuidar tanto a los alumnos como a los invitados, acompañantes y simpatizantes, -eso es tener sentido de la hospitalidad, ¡creo yo!-, por esa razón tenemos apartados diversos.

        Por ej., tenemos una Web dedicada al municipio en donde tenemos nuestra sede, El Sauzal, creo que es importante que la gente que nos visita se situé para saber a dónde va a ir y qué le puede ofrecer ese sitio.

        Por otro lado tenemos el deber de facilitar a nuestros invitados y acompañantes alternativas de ocio fuera de nuestros Dojo, por eso en su momento creamos el apartado de “Turismo de Aventura en Tenerife”, que al parecer no solo es consultado por las personas que se interesan por nosotros, sino por gente que no les interesamos ni nosotros ni el Aikido.

        El apartado sobre gastronomía canaria no podía faltar, más que nada porque es una necesidad para nuestros visitantes, independientemente de que nosotros siempre actuamos de cicerones.

        Luego los apartados de “Lugares a Visitar en El Sauzal”, “Las Bodegas del Municipio” y “El Complejo Deportivo”, los hicimos en su momento pensando en los posibles acompañantes de los practicantes. Puede que alguien quiera jugar un partido de tenis, de pádel, darse un masaje o realizar una ruta del vino mientras su acompañante realiza el seminario.

        Cuando se decidió recuperar el Aiki-Publis para integrarlo en la Web, teníamos claro que el objetivo principal era informar y formar, que fuera un referente para la educación del Aikido en particular y del Budo en general. Y porque no, otra serie de aportaciones que aunque no tengan nada que ver con el Aikido ni con el Budo amplié las mentes de los practicantes. En la medida que podemos intentamos mantener ese espíritu abierto. Con esa perspectiva se creó también el apartado “Cultura Audio Visual del Budo”, en este caso para que los aikidokas amplíen sus miras.

        Soy de la opinión de que los budokas tenemos que ser personas cultivadas, ¡es vital para andar por la Vía! Si no, revisemos la historia y veremos la diferencia entre los garrulos que solo sabían romper y destruir -aunque fueran muy hábiles y diestros dentro de sus técnicas-, a los que se cultivaban con las artes culturales.

        Los demás apartados de nuestra amplia Web, bien tienen una relación directa con el Aikido o con lo que acabamos de comentar.

        ¿Por qué se le llama al Aikido el arte de la paz?

        Buena pregunta.

        Es algo que siempre me ha llamado la atención.

        Creo que se le llama así por varias razones: la primera fue cuando en pleno conflicto bélico (la 2ª Guerra mundial) el fundador se distancio de esa manera de actuar; lo segundo, la insistencia en la defensa reflexiva (si nos viéramos obligados a actuar); lo tercero, el énfasis en el amor y la armonía que se refleja desde sus Kanjis hasta en la aplicación de las técnicas cuando se hace con AI - KI - DO.

        En algún momento -que de desconozco cuando fue- alguien acuñó esa expresión que se sigue utilizando hoy en día.

        Creo que la filosofía del Aikido es profunda, pero nos falta cavar en ella para desenterrar todos esos tesoros que están al alcance de nuestra mano.

        Sensei, por nuestra parte nada más, a no ser que usted quiera añadir algo.

        No, de momento.

        Muchas gracias por la entrevista y por aclararnos tantos puntos.

        De nada, gracias a ustedes por venir y por vuestro trabajo.

    Laura Pérez/Redacción del Aiki-Publis.

Aiki - Publis del mes de Abril de 2013.

        Agradecer la colaboración de:

         Moisés González Pérez: fotos y maquillaje.

        Y Sergio Hernández García: peluquería.

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