EDITORIALES 2023
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“Oír es preciso para el que escucha”
Proverbio egipcio.
Saber escuchar es una de la capacidades necesarias para progresar en el estudio del Aikido, si bien es verdad que no es el canal de comunicación que más predomina en la enseñanza, es de suma importancia para el estudiante atento, por ejemplo, según los estudios realizados la información que se recibe a través de los oídos es de un 11%, en cambio, a través de los ojos es de un 83%, aunque no llegue al nivel de la vista, está claro que es un porcentaje bastante alto y por lo tanto a tener muy en cuenta en la formación.
Hay dos tipos de escucha que hay que cultivar para progresar en la disciplina, la que se hace a través de los oídos, que es en la que me voy a ocupar en esta editorial y, por otro lado está la que se hace a través del tacto, ésta última es de inestimable valor en los estados avanzados, pero para los novicios, prestar buenos oídos es primordial para poder comprender y así tener una práctica instructiva.
Antes de profundizar en el tema es necesario distinguir entre oír y escuchar. Oír es percibir con los oídos sonidos, ello se hace a través de distintos procedimientos fisiológicos y psicológicos. Escuchar es prestar atención a lo que se oye, así pues, saber escuchar implica una actitud, una aptitud, como también el desarrollo de una habilidad, porque saber escuchar es todo un Arte. Por otro lado, al escuchar se crea un canal comunicativo y se comparte un espacio de interrelación estableciendo una conexión emocional. En cuanto a la distorsión, es cuando por no escuchar bien deformamos o interpretamos mal la información que recibimos y casi con toda seguridad que la vamos aplicar mal cuando se practique.
Otro aspecto importante es que para escuchar bien hay que tener control mental, porque debemos apartar todos los pensamientos que deforman o dificultan la escucha para poder centrarnos en lo que nos están diciendo.
Para que la escucha sea efectiva exige por parte del oyente una apertura, una motivación y muchas ganas por aprender, esta predisposición que aúna lo fisiológico, lo mental y lo emocional es clave para favorecer el aprendizaje. Es muy común en Aikido que muchos practicantes estén sentado en Seiza en silencio viendo la explicaciones, bien sean cuando son globales o personales, pero carecen de la predisposición adecuada (actitud) para captar lo que se les está transmitiendo y la información les entra por un oído y les sale por el otro.
Esto nos lleva a los obstáculos para escuchar apropiadamente, que son:
Aspectos físicos - ambientales.- Que son los ruidos que puede haber en el entorno, eso pasa mucho en los Dojos urbanos, causado por el trafico como por la actividad de las personas, tanto en la calle como en el mismo centro donde se está dando la clase; si la instalación carece de limpieza; por el cansancio de los estudiantes si han tenido un día estresado; por haber poca luz o poca ventilación, aquí también habría que incluir una temperatura inadecuada para poder practicar.
Aspectos emocionales.- Si hay una perturbación por una preocupación afectiva está claro que va a afectar a la escucha, porque la tendencia mental es dirigirse sobre ese asunto, salvo que haya un buen autocontrol mental, que no suele ser lo habitual en los novicios. Por esa razón es muy importante dejar fuera del Dojo todas las cargas o implicaciones emocionales que se tengan, de esta manera entramos ligeros y despejados a la práctica.
La ansiedad dificulta mucho la escucha, ésta puede ser por cosas propias de la disciplina, -por ej. la presión de un control del aprendizaje-, como por cosas particulares de la vida personal del alumno. No se debe olvidar, que una de las capacidades internas a desarrollar por parte del estudiantes es la ecuanimidad o imperturbabilidad, es decir, Fudoshin.
Aspectos mentales.- Como por ejemplo las distintas creencias a lo que se está planteando, esto se da mucho en alumnos con cierta experiencia pero carentes de madurez y mientras se está comunicando sobre lo que se está mostrando, ellos comienzan a especular mentalmente con lo que no están de acuerdo. Esto nos lleva a otro de los grandes problemas para escuchar y es cuando el estudiante tiene un dialogo interior consigo mismo y está completamente ausente con lo que se está viviendo, en estos casos puede que se relacione con cosas del Arte o con cosas personales, por eso dije antes que se puede estar en silencio, pero lo que cuenta es la predisposición interna que se tenga, para así, hacer que cale en él lo que está escuchando.
Otra arista que dificulta la escucha es la omisión, que tanto se puede dar cuando no se pregunta teniendo dudas, como cuando no se ejecuta como corresponde por no haber estado atento. También están los juicios, es muy típico en estudiantes veteranos cuando no comparten lo que se les está mostrando y desconectan el oído de la explicación, la pregunta es de rigor, ¿a qué han venido? Porque casi con toda seguridad que se estén planteando cosas que aún para ellos son desconocidas aún con su veteranía, porque el tiempo de permanencia en la disciplina no es una garantía de que se posea conocimiento sobre la misma.
La apatía, que se nota rápidamente por el lenguaje corporal, como también se aprecia el aspecto contrario, que es cuando el estudiante está ávido de conocimiento y tiene todo su flujo mental y corporal en la escucha de lo que está aconteciendo.
Las prisas es otro de los grandes obstáculos, porque crea mucha inquietud a la vez que dispersión mental y con ese estado no se puede escuchar adecuadamente porque la mente está inconexa.
Por otro lado están los aspectos que favorecen una buena escucha, que son:
Adecuar el entorno.- Esto abarca desde la limpieza, la preparación ordenada para realizar la clase, el curso, el intensivo o la conferencia, la ventilación, la iluminación o la temperatura ambiental de donde se va a realizar la transmisión de la enseñanza.
El preparar el exterior ayuda mucho a los alumnos y al Sensei a focalizarse para que unos puedan recibir bien y para que el otro pueda transmitir en la mejores condiciones posibles.
La predisposición mental.- De la misma manera que preparamos nuestro cuerpo con el calentamiento para poder trabajar con seguridad la técnica, debemos disponer bien nuestra mente para absorber la mayor cantidad de información posible a través de nuestro oídos, así que hay que orientar bien nuestros radares para poder percibir todos los matices y todas las sutilezas que nos van a llegar cada vez que se explique algo.
Cultivar atención.- Se hace muy difícil escuchar con una atención deficiente, una de la cosas que perturban mucho es la falta de quietud física, con un cuerpo inquieto, bien sea por aspectos mentales como físicos (malas posturas o falta de dominio sobre éstas, por ej. en la Seiza), difícilmente se va a prestar una buena atención para escuchar.
Así que aquí hay que contemplar tener unos miembros flexible para que se pueda responder a los periodos donde se está sentado observando y escuchando las explicaciones.
La importancia del silencio ambiental.- Aspecto clave para que la atmósfera contenga el mensaje que expresan las palabras del comunicador. Esos corros con cuchicheos que se hacen en las esquinas de los tatamis en los seminarios e incluso en algunas clases grandes, es desastroso, primero por la falta de etiqueta que eso conlleva, en segundo lugar, un gran estorbo para los que están prestando buenos oídos a las explicaciones y en tercer lugar, por la gran falta de educación hacia el que está explicando.
El uso correcto de la mirada.- Como se vio al comienzo, la mirada es muy importante porque es por donde recibimos la mayor cantidad información, después van los oídos, así que aquí el reto está en agudizar la primera para después fundir lo que se ve con lo que se escucha. Esto lleva su tiempo para adiestrar los dos sentidos y hacelos funcionar como un todo al servicio de la fijación de la información, para después incluir un tercer elemento que es la acción.
La unión de lo que se escucha con la acción.- Haciendo un símil con el proceso de forjar una katana, hay que fundir las distintas capas del proceso de captación de la información para que nos sea rentable e instructivo. Como dije en el anterior apartado de la mirada, hay que fusionar lo que se ve con lo que se escucha, luego debemos añadir en nuestro crisol un elemento más, que es la acción, esto crea con los otros dos aspectos una mezcla que fortalece y afianza mucho nuestro aprendizaje dándole una concepción de globalidad para después ponerlo en practica. Si lo que se ve y se escucha se lleva al campo de la acción, obtendremos un aprendizaje sólido y flexible como el acero de la katana.
Por el contrario, si no se concreta en la acción de la Waza lo que se ha visto y se ha escuchado, estaremos perdiendo el tiempo por nuestra incapacidad de fusión y por nuestra falta de atención.
Ser capaz de ir más allá de lo que se escucha.- Una cosa es lo que se escucha o se ve y otra muy distinta es captar lo que está detrás, es decir, el Ura del asunto. Para hacer esa penetración se necesita la perspicacia y la intuición, que cuando se afinan bien, la comprensión se manifiesta en la inmediatez del momento sin el aspecto racional.
Es un proceso que se hace de forma automática con los distintos proceso cognitivos que ordenan, iluminan y hace que se revele en la mente del estudiante la comprensión en el aquí y ahora, en la mayoría de los casos de forma inconsciente, es cuando te llega esa luz, bien sentado, en casa o practicando y es cuando te dices, ¡haaaaa, era esto!
Identificación con lo que se escucha.- Para que se produzca lo que acabo de decir en el apartado anterior, el primer paso es tener empatía con lo que escuchamos, si lo hacemos, inmediatamente se llega más allá de lo que nos han dicho por la fusión producida. Por esa razón es importante establecer la conexión y/o el vínculo con el que está exponiendo el conocimiento, porque si no se da es unión, se hace muy difícil absorber lo que nos quiere transmitir.
Dominar la nomenclatura con la que vamos a recibir la información.- En cualquier forma de comunicación el código por el cual fluye la comunicación es de suma importancia para que exista la transmisión del conocimiento de forma bidireccional.
Es un aspecto donde muchos estudiantes suelen tropezar, bien por apatía, por desgana o por centrarse solo en hacer figuras en el espacio sin contenido, todo eso entorpece, dificulta y no hace progresar al alumno. La identificación con el Sensei y la disciplina es un asunto de suma importancia, porque si no se domina la terminología con la que trasmite el Arte, es un problema casi insalvable para formarse con él.
Tener confianza en el Sensei que te explica.- Si no tenemos fe en quien nos esta formando, solo hay una alternativa posible, irse y buscar a otra persona que nos inspire y nos de confianza para aprender, tampoco estaría de más, mirar con lupa antes de acceder a un Dojo la información sobre la formación y la experiencia que posee esa persona para impartir su disciplina. Muchas veces es nuestro desorden mental el que nos lleva a callejones sin salida.
Debemos tener presente que hay dos niveles en la escucha, uno cuando se hace a nivel global, como por ejemplo, en las explicaciones centrales que van dirigidas al conjunto de practicantes que haya en ese momento en la clase con sus distintos niveles de desarrollo y de comprensión. Aquí cada cual va absorber en función de su capacidad, de los conocimientos previos que tenga y de la experiencia que posea.
Por otro lado está cuando hay correcciones a nivel personal, que son cosas específicas que van dirigidas a un alumno en concreto y a su realidad, que en este caso la implicación en la escucha y el captar lo que hay más allá de lo que se escucha es fundamental, así pues, se hace imprescindible estar muy despierto porque está en juego la evolución propia.
En ambos casos se debe cultivar la escucha activa, porque nos va a beneficiar en lo siguiente:
Va a mejorar la comunicación entre el enseñante y el estudiante.
Va a impulsar la colaboración entre todos los miembros implicados cada vez que se practique.
Se va a comprender mucho mejor lo que realmente te están trasmitiendo.
La conexión emocional siempre será más profunda y más genuina.
Ayuda a mejorar la empatía y a fortalecer los lazos entre los practicantes y el Sensei.
Favorece la resolución de conflictos consigo mismo y con los demás.
Genera autoconfianza y determinación en el estudiante.
Se fomentan relaciones más armónicas en la comunidad del Dojo.
Siempre a lo largo de la historia se le ha dado mucha relevancia a saber escuchar adecuadamente por parte del discípulo, de hecho, una de las máximas que se dicen en la tradición para depositar el conocimiento en la siguiente generación es “que se hace de boca a oreja,” la otra forma de transmisión es Ishin - denshin.
Ishana Pérez, Marzo de 2023.
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“Saber desplazar lo que molesta para la limpieza y saber volver a ponerlo en su sitio es un acto sencillo que educa la atención. Decidir lo que se debe tirar y lo que hay que conservar educa el sentido de decisión.”
Tamura Sensei.
Es muy normal que los aikidokas pasen por alto el valor que tiene o que hay que darle a todo aquel material que les ayuda en su evolución y por lo tanto, es una parte significativa dentro de su proceso educativo.
El material es igual de importante como el compañero, porque permite al estudiante ir descubriendo las distintas facetas de la disciplina como sus propias capacidades, tanto físicas como mentales. Los alumnos que desatienden y no cuidan su material de práctica es equiparable a maltratar al Uke con el que se ejercitan habitualmente. Llegar a ese nivel de sensibilidad requiere tomar consciencia de que las cosas aunque sean inanimadas tienen su valor e importancia para el progreso del aprendiz.
¿Cuál es la razón de mantener la etiqueta con las cosas que son inanimadas?
Porque es uno de los medios para comprender y ejercitarse en la disciplina que se practica, por ese hecho es fundamental saludarlas cuando las utilizamos, igual que reverenciamos al Uke para comenzar o terminar cualquier ejercicio. Un ejemplo de eso es el cuidado y el mimo que tienen los practicantes de Iaido con su katana para poder ejercitarse, aparte de ser una parte importante del mantenimiento y de la etiqueta, también lo es por su seguridad y la ajena, tampoco se debe de olvidar que es un arma y no se puede tener de cualquier manera. Pero no menos importante es un humilde Jo, Bo, Tonfas, Shinai, Makiwara, etc., en comparación con la katana como con cualquier otra arma, bien sea de metal, de bambú, de madera o cualquier otro material sintético, todas requieren cuidados esmerados para que se pueda rendir bien con ellas cada vez que se practica.
¿Cuál es la importancia de la preparación?
Es un ejercicio de atención y es una ayuda para unir todas la energía con el objetivo de abordar en mejores condiciones la práctica, por otro lado, es una razón práctica porque “Cuando los bokuto, jo, sandalias, etc., están en su sitio, el aspecto de las cosas es agradable a la vista y son fáciles de utilizar” ibidem, también demuestra el orden mental que tienen los practicantes de esa comunidad. Había un maestro Zen que antes de entrar en el Dojo revisaba como sus discípulos dejaban colocadas las sandalias y así sabía con que estado mental afrontarían la práctica ese día.
¿Cuál es el sentido de la limpieza en el Dojo?
“El Aikido es la limpieza del cuerpo. Hay que eliminar la suciedad y las impurezas del cuerpo y del alma” Morihei Ueshiba. Esto a qué se refiere, solo al aspecto técnico, al entorno o va más allá. Es una reflexión que debería meditar seriamente cualquier aikidoka, especialmente esos practicantes que descuidan la limpieza del Gi, no limpian el tatami, ni sus cuerpos antes y después de la práctica o descuidan todos los demás elementos con los que se ejercitan cada día, como la calidad de sus pensamientos que tanto condiciona el avance en la disciplina, como por ejemplo el que es chismoso.
Si no se conoce el valor que aporta la limpieza, el orden y el cuidado de las cosas que componen el Dojo, difícilmente se podrá comprender la importancia de la técnica y el trabajo mental en la disciplina. No todo practicante de entrada llega a entender por qué limpia, por qué tiene que cuidar lo que le rodea y para qué lo hace él en concreto, cuando se ahonda en esas cuestiones y se llega a una respuesta clara y diáfana a través del discernimiento, el alumno está poniendo unas buenas bases en su educación, por el contrario, no contestarse o no plantearse esas cuestiones lleva irremediablemente a pensar en Aikido como una actividad de fitness y no como una Vía de transformación personal.
¿Cuál es el campo que debería abarca la limpieza, solo el físico; solo el mental; o ambos?
Esto es comparable a los que solamente se decantan por el aspecto externo de la disciplina y obvian por completo los aspectos internos, es decir, no tienen una comprensión clara de lo que implica la práctica del Arte y andan tuertos o ciegos dentro de su aprendizaje. Los dos campos se interrelacionan y se complementan mutuamente, por esa razón hay que cultivarlos y equilibrarlos si se quiere hacer un Keiko con Ai = armonía.
¿Qué es lo que practican esas personas que ni ordenan, ni limpian ni cuidan el entorno donde se ejercitan?
Hay una gran diferencia entre los Dojos que limpian y ordenan las cosas para practicar y los que no, ¡voy a ir más allá aún! Sus Aikidos son diferentes al igual que sus ambientes y sus talantes. Hay que ser consciente de que la vibración afecta a todos los campos, no es lo mismo comenzar a realizar una sesión con todo limpio y ordenado, que una que se realiza de cualquier manera, las atmósferas son completamente diferentes, pero para captar eso hace falta poseer sensibilidad y tener la mente establecida en un determinado nivel de vibración, si no se está en esa sintonía no se llega a captar esas sutilizas.
¿Qué relación tiene la limpieza con la técnica?
El uso del campo visual.- Hay que adiestrarse en saber mirar para percibir dónde está la suciedad y así poderla limpiar, este simple ejercicio nos va ayudar para cuando tengamos que captar los distintos matices de las técnicas cuando nos las explican.
Otro aspecto es cuando nuestra vista recorra el entorno y éste esté perfectamente ordenado para comenzar las sesiones de práctica, eso se llamaría ordenar nuestro exterior, que a su vez, va a ayudar mucho y contribuye a establecer un orden interno y a la concentración del alumno para comenzar a practicar, no es lo mismo una visión del entorno armónica y clara producto del orden, que otra caótica y desordenada.
Tengo un conocido que es gerente de una instalación deportiva, un día decidió habilitar en su centro un área para que las personas pudieran comer después de realizar sus actividades deportivas, pues bien, cuando se abrió esa zona al público las mesas y el suelo siempre estaba lleno de la basura que dejaban los clientes después de comer, ¿cuál fue la solución? Puso de guardia a una persona de la limpieza encargada de recoger inmediatamente la basura que hubiera dejado los usuarios en las mesas o en el suelo, así todos los que llegaban a esa estancia veían que las mesas y el entorno siempre estaba limpio y ordenado, pues en un par de meses ya no fue necesaria la presencia de la persona de la limpieza, los mismos clientes ya no tiraban nada al suelo y al terminar de comer recogían todo lo que habían traído para tirarlo a las papeleras que se habían habilitado para ello. Esto demuestra el poder de la inercia aplicada a la educación en un sentido positivo, porque todo el mundo asumía que al marcharse debía dejar todo en las buenas condiciones que se lo había encontrado, así es o debiera ser un Dojo.
El trabajo con la energía.- “Tomemos como ejemplo el mero hecho de utilizar la escoba: hay que sujetar el mango con ligereza y hacer llegar el Ki hasta los pelos del cepillo, utilizarlos con agilidad, ligereza y fuerza” Tamura Sensei, acaso no es el mismo planteamiento para poder trabajar con un Jo, con un Ken o con la Tegatana.
La postura.- Toda acción implica una buena postura para poder ejecutar algo en las mejores condiciones posibles y con el máximo rendimiento, si cuando se limpia no hay una correcta postura el cansancio llegará ante, el desenvolvimiento será mas torpe, con toda seguridad que se limpiará peor y, por su puesto, que una mala postura contribuye al anquilosamiento del cuerpo, como pasaría cuando tenemos que afrontar el trabajo con la técnica.
El uso del cuerpo.- Está relacionado con el apartado anterior de la postura, no se podrá utilizar bien el cuerpo si la postura y el movimiento es deficiente, por ejemplo, el no saber utilizar los metatarsos al caminar, bien para barrer o fregar el suelo, está claro que va a tener implicaciones con las rotaciones con la técnica.
No se usa el cuerpo de la misma manera al limpiar siendo ligero y enérgico, que pesado – denso – torpe e indeciso, lo mismo pasaría en la acción con la Waza o con la relación con el compañero de práctica.
La atención y la concentración (Zanshin).- “Es un ejercicio que, barriendo todos los rincones, permite aprender a ver hasta los aspectos ocultos de las cosas” ibidem. Es responsabilidad del alumno captar lo que está más allá de la técnica que le muestra su Sensei, a más, no es lo mismo limpiar con consciencia de lo que se está haciendo, de lo que está aconteciendo, que estar mentalmente fuera del Dojo con nuestros pensamientos mientras se limpia, esa misma actitud con la técnica es desastrosa para el progreso del estudiante, de hecho, el limpiar y el ordenar todos los elementos previo a la sesión, se debería de tomar como un “calentamiento” mental para estar preparados para lo que va acontecer después con el Keiko.
El sentido de previsión y organización.- La previsión y la organización nos hace ser más eficaces y perder menos el tiempo, también ayuda a ejercitar la unidirecionalidad de la mente. Para muchos pasa completamente desapercibido que este aspecto conecta y ayuda con el trabajo en la construcción técnica del Omote – Omote y Ura – Ura.
El cuidado de las armas, keikogis, bolsas, tatami, etc.- Debería ser lo mismo que el cuidado y la atención que prestamos a nuestro cuerpo para asearlo, alimentándolo, darle descanso o cualquier otra atención que tengamos para mejorar su salud y su funcionalidad.
Todos los elementos son necesarios para poder realizar una buena práctica y hablan mucho de como es su dueño, llego más allá todavía, nos muestra el tipo de Aikido que tiene esa persona por como se comporta con sus cosas, solo basta con observarle en los dos campos y se verá como su estructura mental coinciden perfectamente. “La limpieza constituye una parte esencial del proceso de aprendizaje en todas las disciplinas tradicionales japonesas y es una práctica imprescindible para cualquier aprendiz. Se le atribuye un significado espiritual, pues, en teoría, al purificar un lugar de máculas acrisolamos también nuestra mente." Vida de una Geisha. Mineko Iwasaki.
Ishana Pérez, Febrero de 2023.
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Hace mucho tiempo un buen amigo aikidoka me comentó: “Yo sé donde estoy y, yo sé donde están los demás.” Me gustó mucho esa afirmación porque era plenamente consciente de su evolución, de su estadio actual y dentro de su entorno de práctica sabía donde estaban los demás.
En muchos Dojos se imparten clases donde se suelen juntan varios niveles de desarrollo a la vez, en esos casos, lo que si es común a todos son los contenidos que se desarrollan en esas clases. Pero en esa circunstancia, cada estudiante tiene el deber de saber cuál es su nivel de ejecución en función del nivel alcanzado hasta ese momento en esos contenidos que son compartidos para todos, dicho de otra manera, tiene que saber qué es lo que tiene que hacer y cómo tiene que hacerlo. Cuando se afrontan dinámicas así, en líneas generales se pueden dar dos tipos de actitudes:
La primera es cuando dentro de los contenidos que se practican se quiere hacer como hacen los compañeros de menos nivel por dejarse llevar por la apatía y la desgana, por ejemplo, eso suele pasar mucho a los alumnos vagos con los Ukemis y con los desplazamientos, así que cada cual debe saber el nivel de ejecución en el cual está para poderlos desarrollar en la franja de tiempo destinada a ello dentro de la mecánica de la sesión.
La segunda es cuando se quiere hacer superando los conocimientos y las capacidades que se poseen hasta ese momento, -mas que nada porque ven a sus compañeros de más nivel realizando esos ejercicios de una manera más avanzada-, en éste caso es un gran problema porque no van a poder llegar y lo que es peor, se han olvidado de cuál es su posición-obligación en esos determinados contenidos que se están ejecutando.
Esto les pasa a unos y otros por su falta de atención - concentración y por dejarse llevar por la inercia, eso significa que hacen lo que no les corresponde y eso es un gran problema para ambos, porque tienen una focalización deficiente dentro de su proceso de formación.
En la Waza (las técnicas) no se dan esos problemas en líneas generales, porque cada cual hace según lo que conoce en función de la explicación central, más que nada porque los que quieran hacer algo superior no lo van a poder ejecutar por carecer del tiempo y de la experiencia necesaria, por ejemplo, en Tachi Waza, Katatedori Aihanmi, Kotegaeshi (en nuestro método, nivel de 3º Kyu) querer volar sin haber aprendido a ello previamente, está claro que el leñazo va a estar garantizado, es mejor hacer Ushiro Ukemi de base y todos contentos, no se corta las dinámicas, todos trabajan esforzándose según sus posibilidades y todos hacen según sus conocimientos.
Pero vamos abordar el obstáculo y le vamos a buscar solución a la problemática planteada, que en éste caso sería, ¿qué puede hacer el alumno para realizar lo que le corresponde en clase?
Evitar las distracciones y estar centrado.- Por todos es sabido que al arrancar en cualquier actividad los primeros 5 minutos cuestan un poco, pero eso pasa en el caso de una sesión de Aikido por haberse saltado todo el protocolo de acondicionamiento mental antes de comenzar la práctica, esto es:
Al venir desde casa irse concentrando en lo que va a pasar durante la sesión que se va a realizar.
Al pasar la puerta de entrada del Dojo realizar un ejercicio de abstracción para dejar atrás lo hecho durante el día.
Desarrollar concentración al cambiarse de ropa en el vestuario, porque es una señal clara que se es consciente de lo que se va afrontar.
Concentrarse al entrar al tatami al realizar el Rei para acceder a él.
Ya dentro de éste, no distraerse con los compañeros hablando o con los ruidos externos al Dojo.
Y por último, el ejercicio de unificación en el saludo inicial dirigido al Kamiza.
Si se tienen en cuenta todos esos puntos, los 5 primeros minutos no tiene porque haber distracción en el alumnado, porque ya se ha realizado el “calentamiento mental” para afrontar la clase con todas las capacidades bien focalizadas en lo que se va a realizar.
Por el contrario, al saltarse todas esas fases de acondicionamiento mental, está claro que los 5 primeros minutos o más para abordar los contenidos de la clase, es obvio se van a perder a la vez que el alumno va a estar distraído.
Mantener un nivel de alerta alta durante toda la sesión.- Esto se refiere a tener un estado de vigilancia o de atención que se debe de sostener durante el tiempo que dure la sesión. Esta disposición del ánimo por parte del alumno se relaciona con la movilidad dentro del tatami, el espíritu de entrega en el trabajo, la determinación para afrontar cada fase de la clase, el atacar al compañero, etc., es decir, aplicarse para sacar el máximo de rendimiento a todos los contenidos de la sesión de práctica.
Si no se da ese estado de estar solícito y presto, se entra en una espiral de inercia, de apatía, de decaimiento que termina por aburrir al alumno dentro del tatami. Por otro lado, si hay aunque sea una minoría de practicantes con ese humor (bastaría con uno), hay que ser conscientes que van a ser tóxicos para el resto que se está superando a través de su voluntad y esfuerzo.
Ser consciente de los contenidos fijos que hay en las clases.- Las rutinas o contenidos educativos fijos tienen como objetivo el ayudar a enfocar, dirigir y concentrar la mente en el desarrollo de los mismos, eso quiere decir que ya se sabe de antemano qué va a venir y no es una sorpresa o es algo que se desconoce, eso ayuda al estudiante a que sesión tras sesión se concentre en mejorar cada elemento de esas partes que son permanentes día tras día.
Por esa razón el estudiante tiene que saber y tiene que tener muy claro las distintas fases por la que va pasando su sesión de práctica, eso hace que su rendimiento sea mayor según va pasando el tiempo.
Esto es fácil de afrontar, porque si las planificaciones están bien hechas, los contenidos fijos en cada sesión se prolongan bastante tiempo en la programación, así que no es un problema tomar consciencia de ellos para irse superando en los mismos, por ejemplo, en los Ukemis, los desplazamientos, las técnicas, etc.
Aplicar reglas mnemotecnicas para integrar y desarrollar el aprendizaje.- Para aplicar las reglas mnemotécnicas es fundamental que se domine a nivel de base la terminología del Arte, para poder distinguir bien cada fase, cada ejercicio o cada dinámica. Por otro lado, es importante que si en el Dojo no hay unas reglas mnemotécnicas generales para todos o aún habiéndolas, es muy recomendable de que el alumno haga las suyas propias, para así favorecer la asimilación de los distintos contenidos didácticos.
Éstas se puede poner en practica desde la explicación central, la relación con el compañero, el uso de implemento/s e incluso en solitario cuando hubiera ejercicios de este tipo.
Entender siempre lo que se hace.- Hay que practicar con conocimiento aunque se esté imitando, copiando y repitiendo lo mostrado por el Sensei, por una sencilla razón, porque lo que pretendemos al emular, al calcar y al duplicar es hacer nuestro lo que se observo en la explicación central para integrarlo en nuestro cuerpo, por esa razón es importante tomar consciencia de las acciones que se realizan.
Si no te focalizas bien en tus acciones, éstas serán desordenadas y harás las cosas a trompicones según se te van presentando, pero aquí surge un gran problema y es que al desarrollar así la practica estás actuando con un gran déficit de atención, esto lleva aparejado que tu productividad será baja y nada proactiva, así que no es nada aconsejable esa forma de actuar para evolucionar.
Otra de las cosas que cada alumno tiene que ser consciente en la dinámica de las clases, es cuáles de las tareas que realiza son importantes y cuáles son claves para él, me explico:
Las tareas importantes son todas aquellas que son vitales para su progreso, por ejemplo, si no hay una buena comprensión para su nivel en la ejecución de Kokyunage, va a tener problemas siempre que aparezca esa técnica en cualquier contexto: de frente, en Shomenuchi, en Katatedori o por atrás, en Ushiro Waza, etc.
Las tareas claves son todas aquellas que van a permitir avanzar o frenar su desarrollo, por ejemplo, si no hay una buena técnica de rodamiento en los Ukemis, está claro que eso le va a frenar en su evolución y así con muchos más elementos presentes en las sesiones cotidianas.
Entonces, el distinguir unas y otras hará que se tome consciencia para concentrarse bien y saber donde tiene que emplearse más a fondo para progresar en un momento en concreto, así que por esa razón, se debe de ser consciente y entender bien lo que está haciendo cada vez que se practique sobre el tatami.
Ejercitar la memoria corporal en todo momento.- Saber si se está rentabilizando la memoria corporal es cuando se recapitula o se suma de una sesión para otra, al igual que en las distintas franjas de tiempo establecidas en la programación (1, 3, 6 o 12 meses) para ver el progreso del alumnado.
Los expertos hablan de que los músculo tienen memoria, una razón de más para tener continuidad en las clases y así poder seguir ampliando la memoria muscular, gestual y la consolidación del hábito.
Otras de las cosas que ayudan a fortalecer y ampliar la memoria corporal es asociar los conceptos en contexto determinados, por ejemplo, siempre es fácil contextualizar la proyección que nos hacen en Koshinage y la razón es muy simple, por lo que implica recibir esa técnica en cualquier circunstancia que nos la apliquen.
La capacidad que tengamos para que nuestro cuerpo adopte en cualquier acción, -independientemente del rol que se realizando: Uke-Tori, Tori-Uke-, la forma correcta para responder a la acción del otro, es una muestra tangible del dominio que se posee con la memoria corporal y hay tres campos claros para aplicarla y someterla a prueba: la primera es en el trabajo del Uke, la segunda al dejarse llevar o dejarse conducir ( Itai - Dootai) y la tercera, es el cultivo de la acción – reacción en la comunicación entre practicantes durante el Keiko.
Como se puede ver, hay mucho campo tanto para testar como para desarrollar la memoria corporal en cada practicante, la cuestión es siempre la misma, ¿somos capaces de prestar atención para incrementarla y ejercitarla día a día?
Acotar el tiempo para realizar las clases semanales.- Nunca me cansaré de decir que en éste apartado está el secreto de la evolución, independientemente del método que se elija para la transformación.
La razón de ser constante en las clases es para que el cuerpo y la mente identifiquen esos días y esas horas con la práctica – estudio, es decir, establecer un hábito fijo y continuo en el tiempo que va a favorecer la asimilación de los contenidos didácticos. Se relaciona directamente con el punto anterior, “Ejercitar la memoria corporal,” son dos punto que conectan entre sí. En relación con esto, un buen consejo que siempre es recomendable dar a cualquier alumno, es que es importante “Cultivar solo aquellos hábitos que quieres que dominen tu vida” Elbert Hubbard.
No desatender los cuidados del cuerpo.- El cuerpo requiere cuidados para poder practicar con intensidad, eso significa: cultivar la higiene personal, alimentarse correctamente, descansar adecuadamente, llegar al Dojo con la mente despejada para afrontar las sesiones con lucidez y perspicacia.
Si salimos de nuestro trabajo muy congestionados por nuestra actividad profesional o personal, quizás pararse a tomar un café de camino al Dojo y despejar la mente sea una buena solución para después poder rendir mejor en clase. Quiero decir, de lo que se trata es que cada cual debe de buscar maneras y formas para relajarse o desconectarse de acuerdo a sus gustos y su estructura mental, con el objetivo de ser productivos sobre el tatami.
Realizar un resumen mental-corporal de lo practicado.- Dentro de nuestro protocolo de finalización de las clases, una de las cosas que siempre he recomendado a los asistentes es el ejercicio de asentamiento de lo producido en esa sesión, digamos que con ese ejercicio se cierra por completo el círculo de lo acontecido durante esa clase ese día, también se debe de entender como la preparación para la próxima.
Esa recapitulación es la retención de lo aprendido durante ese periodo de práctica en la consciencia corporal, lo cual es de suma importancia para sumar día a día y así poder tener una evolución continua. Una de nuestras reglas mnemotécnicas de oro es la “Filosofía de la hormiga, grano a grano y día a día” y la aplicamos en todos los campos del Dojo, que a su vez conecta con la filosofía del Kaizen o mejora continua.
Los estudiantes con mucha inquietud interior y por tanto, con dispersión mental, suelen pasar por alto ésta última parte de la clase, al igual que en la explicación central, que según mi opinión tiene tanto valor e importancia como el aspecto técnico, diría más, es una parte de la asimilación técnica.
Voy aclarar éste punto porque creo que es clave para la formación. Cada vez que concluya un bloque de la explicación central + la práctica correspondiente, cuando el alumno se sienta otra vez en Seiza para observar lo que tiene que hacer en el siguiente bloque, debería de realizar ese ejercicio de asentamiento. Que tengo que matizar que no es un repaso intelectual, -ver más arriba el enlace del protocolo de finalización de las clases-, porque cuando se aprende la técnica para realizarlo, la mente actúa automáticamente integrándolo.
Como dice Murakami, solo hay que “Superarse a uno mismo o perder: no hay más opciones,” ¡así de simple! Por eso es tan importante que se sea consciente de saber en qué momento evolutivo se está, de esta manera se sabrá qué hacer y cómo hacerlo, esa toma de consciencia no solo alimenta nuestra motivación, si no que da realismos a nuestra práctica.
Ishana Pérez, Enero de 2023.
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